El podcast del presidente Díaz-Canel

HAVANA TIMES – Nuestro entrañable Miguel Díaz-Canel volvió a ser viral esta semana, al hacerse público su podcast dedicado a la crisis del transporte que, como era de esperar devino en otro show dedicado a la apología de las ineficiencias del régimen.

Aunque a muchos les pareció que este era el primer paso por la repercusión y la sensibilidad del tema, en realidad es el tercer capítulo del producto mediático llamado “Desde la presidencia”.

En su primera emisión, el Jefe de Estado comentó los sucesos acontecidos el pasado 17 de marzo, cuando en algunas localidades del país se generaron protestas motivadas por los largos apagones y los atrasos en la entrega de la canasta familiar normada, y este último acápite fue el tema central de la segunda emisión.

En ambos programas se mantuvo la tónica justificativa, agresiva hacia el Gobierno de Estados Unidos (único culpable de todos los males), y la táctica de crear expectativas.

La tercera emisión no fue la excepción, y el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila, empezó reconociendo que Cuba atraviesa uno de los peores momentos de los últimos años, porque hace cinco años se movía el doble de vehículos que ahora, lo cual se traduce en que, de 5,9 millones de pasajeros que circulaban, se bajó a 2,7 millones. 

Según el titular del ramo, tras la caída del Campo Socialista hubo un primer impacto grande, pero tomando en cuenta solamente los últimos cinco años, “hoy la mitad de las rutas no tienen un funcionamiento estable, no tienen un servicio. Una parte de los ómnibus tienen problemas de paralización técnica y otra parte tiene problemas por falta de combustible”.

Las movilidades asociadas al Ministerio del Interior (MININT), las Fuerzas Armadas (FAR) o la Seguridad del Estado sí están listas y tienen combustible para reprimir; recordar lo rápido que salieron cuando la primera secretaria del PCC en Santiago, Beatriz Jonson, daba su perorata en una azotea y empezaron a pedirle Libertad.

Resulta que ahora vamos a empezar a hacerle caso a los estados de opinión de la población, un método que existe hace tiempo y que siempre es analizado pero que jamás es atendido. Fue creado hace más de tres décadas desde el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) para sondear a la población a través de agentes del propio gobierno en lugares públicos, pero ni siquiera hace falta eso, porque cada agente en sí es una víctima más de todo lo que sucede a su alrededor y sin salir de su casa, con sus propias experiencias o las de sus familiares puede hacer un Tratado de cómo sufre el cubano de a pie día tras día.

Evidentemente, en este caso lo primero que pide la población es más guaguas, pero según el titular del ramo este deseo es muy costoso, en especial por la “persecución financiera” de Estados Unidos (¿de quién si no iba a ser la culpa?).

El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila

Dijo que el transporte privado tiene los precios elevados, pero si lo bajaran sería el único precio bajo de Cuba, porque el propio Estado es el que arrancó esta desaforada carrera al subir sus tarifas interprovinciales por carretera, avión y trenes. Eso para no entrar en los productos alimenticios, que siguen al alza diariamente, porque aquí está subiendo todo menos el Producto Interno Bruto (PIB).

Si el Gobierno obtiene la gasolina y las piezas de repuesto a precio mayorista y así y todo eleva sus tarifas, ¿cómo se le puede pedir a un particular que debe adquirir todo esto en el mercado negro que baje las suyas?

Son los privados quienes (asociados o no con el Estado) realmente mueven a la mayoría de la población y mantienen funcionando contra viento y marea artefactos anacrónicos de los años 50 del pasado siglo; eso no es barato. Quienes pertenecen a algún tipo de cooperativa reciben el combustible a precio subsidiado, pero es la minoría en este sector, y el suministro tampoco es estable.

Un gran porciento de los ómnibus comprados o donados, en menos de una década pasan a formar parte del cementerio por falta de piezas, que se las roban los mismos trabajadores de los talleres estatales.

La crítica situación energética en la mayor de las Antillas los lleva de la mano y corriendo, y se han visto obligados a abrirse a nuevas formas de gestión, pero sigue siendo el Ministerio de Transporte el gran responsable de poner a rodar los diferentes tipos de medios, porque según el sistema establecido los privados son una alternativa, pero el pollo del arroz con pollo es de ellos.

Hablando de pollo, hubo un momento para mencionar el transporte de carga, deprimido también a la mitad en relación con la etapa anterior a la pandemia de Covid-19, afectado también por el bloqueo de Estados Unidos, recordaron.

Rodríguez Dávila se refirió a cuatro distorsiones, y la primera de ellas es que no pueden utilizar las divisas que generan, porque se utilizan en otras prioridades del país (pequeño arañazo al gobernante, dicho sea de paso).

Luego apuntó que se cobra en moneda nacional (ahora es un problema recaudar en la única moneda con la que paga el Gobierno), y seguidamente mencionó que las formas de gestión estatales tienen una fórmula de gestión diferente a las privadas (¿no me digas?). Fue este el único momento en el que se le hizo un guiño al particular en el sentido de reconocer los factores que provocan sus tarifas, al reconocer que ellos como país pueden acceder a los mejores mercados y los mejores precios para combustible, lubricantes y piezas de repuesto.

Finalmente, el ministro comentó que los aseguramientos para los planes no se corresponden con los resultados que se pretenden, algo viejo también.

Por supuesto, para resolverlo todo hay unas medidas, que no sé si se le ocurrieron ese día, porque este ministro lleva bastante tiempo en el cargo, y Díaz-Canel igual. Pero no, parece que para hacer el programa se prepararon un grupo de medidas, que son la parte esperanzadora de cada emisión, porque es la táctica de marear la perdiz con que se están haciendo cosas, todos menos privatizar el transporte, que es lo que falta.

Díaz-Canel cerró la transmisión mencionando la “resistencia creativa del pueblo cubano”. O sea, seguiremos igual.

Lea más desde Cuba aquí en Havana Times