Granma hace historia, campeón de la pelota cubana

Por Ronal Quiñones

HAVANA TIMES — Pasaron 40 años desde su creación, y no fue hasta ahora que Granma logró su primer título de la pelota cubana, pero lo hizo a lo grande, luego de imponerse en la semifinal al equipo que impuso récord de victorias (70) para formato de 90 juegos y al vigente bicampeón nacional.

Sobre lo acontecido contra Matanzas ya hablamos en estas páginas, y considerábamos que sería el fin de la proeza granmense, pero los discípulos del mentor Carlos Martí estaba tan inspirados luego de vencer en dos juegos de vida o muerte como visitantes en Matanzas que pasaron la escoba 4-0 a los avileños, quienes les habían ganado nueve de los 12 partidos disputados a lo largo de la temporada.

Además, en postemporadas los Tigres habían eliminado tres veces a los Alazanes, con balance de 12 triunfos y apenas cinco derrotas. Si a esto se suma que los más orientales no podían contar en sus primeros dos desafíos con su principal carta en el pitcheo, el favoritismo se inclinaba claramente hacia los vigentes titulares nacionales.

Sin embargo, es sobre el terreno donde se escribe la historia, y allí Granma demostró una vez más que no hay enemigo pequeño, y que la inspiración puede a veces mucho más que las estadísticas.

La clave de esta final estuvo tan temprano como en el primer encuentro, cuando apenas en el segundo episodio el abridor granmense, el refuerzo tunero Yoelkis Cruz, había permitido tres carreras y tenía las bases llenas con solo un out. Quizás otro mentor hubiera apelado al relevo, pero Martí prefirió confiar en su abridor, y tras sacar un valioso double play, Cruz se recompuso y mantuvo el marcador sin movimiento hasta la séptima entrada.

En el octavo el estratega rival, Roger Machado, no solamente dejó que iniciara su abridor estelar Vladimir García (ya con siete capítulos excelentes lanzados), sino que tras empezar dando base por bolas lo dejó en el montículo hasta que sus contrarios marcaran la primera carrera. Llegó entonces su primer relevista, no el estelar cerrador José Ángel García, sino el novel Raidel Hernández, a quien le anotaron par de veces en ese rollo.

Al cierre de ese inning los locales tuvieron la carrera de la victoria en segunda sin out, pero Machado no puso a tocar a Yoelvis Fiss y de ahí no pudo pasar el corredor.

Luego el toletero Alfredo Despaigne le decidió el partido en el décimo con cuadrangular. En la serie contra Matanzas la tónica fue apelar a las bases por bolas intencionales para no dejar batear al mejor madero de Cuba en la actualidad, pero Hernández no tuvo el control necesario y la pelota la recogieron del otro lado de las cercas.

La victoria tuvo valor doble para los Alazanes, por haber echado por tierra la excelente labor de Vladimir García y vencer como visitantes sin sus ases de la lomita. Al día siguiente la situación fue al revés, pues Granma salió delante 3×0 y en el octavo Ciego hizo dos, pero a diferencia de su rival, Martí sí trajo a su principal relevista, Miguel Lahera (ganó uno y salvó otros dos en la final) y este evitó la igualada para preservar el triunfo.

Fueron los contrastes desde el puente de mando en estos dos primeros choques, que dejaron muy tocado al monarca, obligado a vencer por lo menos dos veces de visita en la ciudad de Bayamo, lo cual no ocurrió, pues fueron apaleados en el tercer encuentro y derrotados nuevamente 3×2 en el cuarto. En este último partido fueron flagrantes los errores arbitrales detrás del plato, que se hicieron presentes en menor medida en los anteriores, donde también hubo varias equivocaciones en primera base, resueltas afortunadamente tras apelar al video.

Fue un final inesperadamente rápido a favor de Granma, que será el representante cubano a partir del 1 de febrero en la Serie del Caribe de Culiacán, México.

Sobre estos temas conversaron aficionados al deporte nacional de Cuba

“Yo creo que Granma sorprendió a todo el mundo”, comentó Alfredo, “pero ganaron merecidamente, porque fueron los mejores a la hora buena. Yo siempre dije que con la elección de los refuerzos habían tapado los huecos que tenían, y con la defensa que tuvieron todo el año, se hacían muy difíciles de derrotar.”

“La verdad es que gran parte del título se la deben a los refuerzos”, le apoya Héctor. “(el receptor) Frank Camilo Morejón y (el torpedero Yordan) Manduley le redondearon la línea central, y con Lahera, (Noelvis) Entenza y Cruz, su pitcheo era de los mejores de Cuba. Carlos Martí se merece todas las felicitaciones por haber escogido bien, y luego por dirigir muy bien.”

“El dilema ahora está en el director del equipo Cuba al Clásico”, dice Yordan para poner la cosa caliente. “Todo el mundo pensaba en Roger o Víctor Mesa, pero ahora todo se enredó. Yo creo que Martí tiene toda la experiencia y se lo ganó, pero prácticamente no conoce a los peloteros actuales del equipo Cuba.”

“Eso es lo de menos mi hermano”, le contesta José Julio. “El resultado que va a tener Cuba no va a depender del director. El equipo va a estar bastante flojo con respecto a los demás, y eso no lo arregla nadie. Si pasamos de la primera ronda ya podemos darnos por satisfechos, dirija quien dirija.”

“Para mí ya Víctor Mesa terminó”, interviene Bárbaro. “Es hora de probar con otra persona, a ver si salimos de sus groserías y faltas de respeto. Yo sé que resultados no vamos a tener con nadie, pero por lo menos mejora la imagen de la pelota cubana en cuanto a educación.”

“Pues yo preferiría esperar a ver lo que pasa en la Serie del Caribe”, apunta René Javier. “Allí seguro vamos casi con el mismo equipo del Clásico, y veremos qué tal se comporta Carlos Martí. No es lo mismo dirigir Granma que el equipo Cuba, y aunque él lo ha hecho alguna que otra vez (dirigió en la Copa Intercontinental de 1999 y a selecciones de  categorías inferiores), la presión ahora es mucho mayor. En dependencia de lo que haga lo mantengo para el Clásico o me quedo con Roger.”