El reto de la ciudadanía cubana en el socialismo

Redacción IPS Cuba

Mariela Castro, Alina Pérez y Víctor Fowler en el Espacio Letra con Vida. Foto: Jorge Luis Baños/IPS

HAVANA TIMES, 5 mayo — El papel y los canales para dialogar con el estado y el gobierno de la sociedad civil en un sistema socialista deben definirse en Cuba, país que hace más de 50 años se declaró seguidor de este modelo, expresó el investigador Víctor Fowler en una actividad de la IV Jornada Cubana contra la Homofobia.

Junto a Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Fowler participó en el panel “Humanidad es diversidad” del espacio de reflexión Letra con vida, del Centro Cultural “Dulce María Loynaz”. Este debate integró las acciones que se desarrollan en la isla caribeña alrededor del 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia.

“No sabemos cómo es una sociedad civil socialista”, abundó el también escritor sobre un problema más general e histórico que toca de cerca a la lucha por el reconocimiento en Cuba de los derechos de las personas con sexualidades diversas, encauzada por activistas y acompañada por instituciones como el Cenesex.

Para él, urge consolidar las formas en que la ciudadanía socialista exige y dialoga con instituciones como el Partido Comunista de Cuba (Pcc), sobre todo en los momentos que la sociedad civil necesita proponer agendas y cambios a esta entidad gubernamental y a las de carácter público.

En cuanto al respeto a la libre orientación sexual e identidad de género, el experto destacó que el trabajo de transformación social, cultural y en todos los ámbitos, “es una cuestión de diálogo permanente: no se acaba en ningún punto”.

Por su parte, Mariela Castro Espín reveló que el activismo por la no homofobia en Cuba tiene como principal meta el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bi y transexuales).

Además, explicó, “centrar la mirada en este tipo de discriminación permite ver también otras”, como aquellas por cuestiones raciales y de género, etc., que prevalecen en todas las sociedades y la cubana no está exenta de ellas.

El enfoque de derechos y el acercamiento integral al rechazo de la diversidad sexual demuestran el crecimiento de esta lucha en el país, que comenzó a visualizarse en los años 90 del pasado siglo XX y desde 2008 cuenta con el espacio anual de la Jornada contra la Homofobia, que ya abarca varias provincias cubanas.

Asimismo, el trabajo de activistas y el Cenesex “ha logrado provocar la conciencia sobre la patologización de la homosexualidad y transexualidad”, enfatizó Castro Espín. Estos criterios subsisten en sectores populares y la medicina, sobre todo en relación con la transexualidad, considerada hoy como una enfermedad mental, puntualizó.

Pero, todavía no han podido entrar al mundo de la psiquiatría en Cuba, lamentó la sexóloga, integrante también de la no gubernamental Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes).

La IV Jornada Cubana contra la Homofobia tiene se sede central este año en la ciudad de Santiago de Cuba, a unos 860 kilómetros al este de La Habana, y realiza un programa de actividades desde el 3 al 26 de mayo en varias provincias del país.