Cuba en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana 2015

por Irina Echarry

Festival de Cine 2015 cartelHAVANA TIMES — El 3 de diciembre de 1979 se iniciaba un camino diferente dentro de los festivales de cines de la región. Nacía, en La Habana, el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano con el objetivo de difundir y fortalecer la identidad cultural latinoamericana y caribeña.

A lo largo de los años, el evento ha ido creciendo no solo en cantidad de películas, sino en cantidad de salas de exhibición y países participantes.

El próximo mes de diciembre, del 3 al 13, volverá la avalancha de público a las salas de cine. La edición 37 del Festival será la oportunidad para orientarse sobre lo más reciente de la cinematografía del continente y, de paso, echar una ojeada al resto de las producciones de otros sitios del mundo.

En conferencia de prensa realizada el martes pasado, el presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (Icaic), despejando dudas sobre la autonomía del evento Festival de Cine, señaló que es un evento que este lo realiza la propia institución.

Según Roberto Smith, la presencia de películas cubanas es una gran satisfacción, pero, por otro lado, pudiera crear algún desbalance que privilegie al país anfitrión en una cita que es internacional. Este año fue difícil lograr este equilibrio, pues se presentan nueve largometrajes cubanos de la isla.

Smith recordó que estamos en un momento singular de la vida cinematográfica del país, donde coexiste el cine cubano que se hace de manera independiente y el otro realizado por la institución. Entre las producciones que no son del Icaic podremos ver El acompañante, de Pavel Giraud; La obra del siglo, de Carlos Machado Quintela; Espejuelos oscuros, de Jéssica Rodríguez; Caballos, de Fabián Suárez y Café amargo, de Rigoberto Jiménez.

El presidente acotó que en algunas de estas películas muestras vamos a encontrar lo que debe ser el futuro del cine cubano: una alianza creativa entre los independientes y la institución. Explicó que se están creando condiciones para que exista esta alternativa creativa con distintas dosis de cooperación entre el Icaic y algunas cintas básicamente independientes.

Del Icaic se presentan tres filmes en concurso: la ya estrenada Vuelos prohibidos, de Rigoberto López, Cuba libre, de Jorge Luis Sánchez y La cosa humana, de Gerardo Chijona. En la competencia de largometrajes de Ópera Prima estará Bailando con Margot, de Arturo Santana, con estreno exclusivo dentro del Festival.

Cuba libre y Bailando con Margot recrean diferentes épocas de la historia del país, por lo que fueron producciones más complejas. Cuba libre fue presentada el Día de la Cultura Cubana y está lista para ser estrenada oficialmente en las salas de cine el día 17 de diciembre.

Fuera de concurso estará La emboscada, cinta de Alejandro Gil que fue vista en la pantalla grande hace unos meses.

Los Estudios de Animación presentan Xip Zérep contra los vampiros lácteos, una película de Juan Padrón; El camarón encantado, de Adrián López Morín, realizado por los estudios Anima, de Holguin; y Las aventuras de Juan Quinquín, de Alexander Rodríguez, un homenaje a la obra de Samuel Feijóo.

Respondiendo una pregunta de Joel del Río, crítico cubano de cine, el presidente del Icaic aclaró que El rey de La Habana, la cinta basada en la obra homónima del escritor Pedro Juan Gutiérrez, no se inscribió en el Festival, ni en el plazo establecido ni aún hoy. Según Smith, las críticas que cayeron sobre el Icaic fueron adelantadas, pues la institución no puede censurarla si no recibe un ofrecimiento de inclusión en el programa del Festival.

En nuestra ciudad han ido mermando las salas de cine con óptima calidad de climatización, proyección y estado constructivo; el Icaic, con sus pocos recursos, intenta mantener a flote las salas principales. La realidad económica del país nos dice que, por ahora, es imposible retomar los cines de barrio que tanta nostalgia generan en los habaneros.

De todas maneras, el Festival también es una puerta a la generosidad, pues siempre hay alguna oportunidad de recibir -ya sea donado o comprado- algún equipo imprescindible para que la magia de la sala oscura perdure.

 

 

3 thoughts on “Cuba en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana 2015

  • Lo que Smith oculta e Irina parece no saber es que el ICAIC negó la posibilidad de que la película ” El rey de la Habana” se filmara en Cuba.Sin este permiso ningún extranjero puede hacer un filme rodado en Cuba.Y esa prohibición desencadenó todas las críticas que con razón han hecho cineastas, actores y público enterado.Mordaza pura y dura que necesita durísima condena.

  • El señor Smith se rió en la cara de los presentes con el siguiente comentario: -La realidad económica del país nos dice que, por ahora, es imposible retomar los cines de barrio que tanta nostalgia generan en los habaneros. En “por ahora” lease nunca retomará; aquí va un botón de muestra de los cines de barrio habaneros:

    Strand (Parque Trillo, Centro Habana)-convertido en Palacio de la Rumba o algo así.
    Cervantes (frente al Capitolio)- Desaparecido del mapa.
    Cuba (Calle Reina)- Desaparecido del mapa.
    Neptuno (calle Neptuno)-Desaparecido del mapa
    Rex y el que estaba al lado (calle San Rafael)- Desaparecidos del mapa.
    Pionero(calle San Lázaro) -Desaparecido del mapa.
    Belascoaín (Calle Belascoaín) -Desaparecido del mapa, creo viven unas personas en él.
    Maxim (cerca de la Term. ómnibus)- transformado en centro de rock, discoteca para el “deleite” de los vecinos del barrio.

    Esto es por “arribita”, solo en Centro Habana y uno que recuerdo del Vedado.

  • Los cines estilo teatro como el Yara también se están extinguiendo en todo el mundo. Están siendo sustituidos por los multicines que es un gran local con muchas pequeñas salas dentro en las que se proyectan varias películas de estrenoestreno al mismo tiempo. Desde películas infantiles hasta dramas de adulto. Casi todas en 3D y con butacas bien confortables.

    Pienso que en vez de quedarse en la nostalgia del viejo cine de barrio con butacas rígidas e incómodas, el ICAIC debería dejar de administrar las salas de cine, pasarla al sector privado para que inviertan en infraestructura y concentrarse en apoyar la realización del cine nacional que es su verdadera mision y gestionar muestras del mejor cine mundial. Abajo el bloqueo interno a la industria del cine y el entrenamiento.

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