Para el Gobierno cubano es: soy comunista, luego existo

Por Benjamín Noria

Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES – René Descartes planteó: pienso, luego existo, con el objetivo de investigar las potencialidades del sujeto e incitar a la liberación del ser humano del fatalismo religioso. El Gobierno cubano, en cambio, ha impuesto al pueblo: soy comunista, luego existo. O estás con los comunistas o estás en contra.

Parece mentira que en este siglo XXI con el alcance de la ciencia y la tecnología todavía exista un sistema utópico comunista en Cuba. Esta ilusión ideológica-dogmática-ortodoxa ha dividido miles de familias cubanas, muchos han tenido que emigrar a otros países y unos cuantos más han muerto víctima de la miseria y de la mala calidad de vida en este país de forma general.

El Estado comunista de Cuba se basa en el culto del odio y el desprecio a la inteligencia. Esto tiene similitud con otros regímenes totalitaristas, despóticos, autocráticos y dictatoriales que han antecedido.

Por ejemplo, un militar alemán de la Administración de Hitler dijo: “Cuando oigo hablar de inteligencia me llevo la mano a la pistola”, y un general de la dictadura de Franco se abalanzó sobre el filósofo Miguel de Unamuno a la salida de una universidad de España y le dijo: “Viva la muerte, muera la inteligencia”.

El Gobierno cubano se ha convertido en un sistema exclusivo. Ellos no toleran la crítica de su ideología ni su modificación, aun cuando Karl Marx escribió que: “los filósofos interpretan al mundo, pero lo que hace falta es transformarlo”.

Es más, ellos se autodenominan revolucionarios y sin embargo son los más conservadores y retrógradas que han existido jamás. El término revolución significa un constante cambio y basarse en las ruinas para reconstruir y seguir reconstruyendo hasta lograr la perfección.

Han pasado más de 60 años de una revolución marxista-leninista que está fracasada. Cuba ya se está viendo envuelta en un segundo período especial y todavía el poder comunista sigue tratando de mantener en pie este sistema. ¿Qué más pruebas o demostración necesita el Gobierno cubano para acabar de entender que el socialismo y el comunismo ya han fracasado como ideología?

Los comunistas cubanos critican mucho al sistema capitalista, pero el capitalismo de basa en la racionalidad; en él todo debe apoyarse en argumentos fundamentados.

Es verdad que ningún sistema es perfecto, sin embargo, el capitalismo toma sus principios de lo que se puede calcular o medir con números. Son más realistas y pragmáticos. La ideología liberal capitalista ha podido satisfacer las necesidades materiales, físicas y espirituales del ser humano con mucho más precisión que los gobiernos totalitarios y despóticos.

El comunismo tal y como lo vemos en la actualidad consiste en que un grupo de fanáticos toma el poder y se mantiene durante 100 años gobernando. Estos fanáticos le dicen al pueblo qué películas se pueden ver y cuáles no, qué libros se pueden leer o no. Se creen investidos de un poder superior y divino para indicar el camino correcto a la gente. Al final, terminan empobreciendo al país y dejándolo intelectualmente seco.

Sigmund Freud escribió que los comunistas pensaron que por eliminar la prostitución y los juegos de los casinos iban a desaparecer la naturaleza humana.

Esa ilusión comunista ha costado la vida de muchas personas durante las dictaduras de Mao Zedong en China, Pol Pot en Camboya y Iósif Stalin en la actual Rusia. Murieron más de 50 millones de personas durante la implementación de un comunismo forzoso de estos fanáticos.

En Cuba, por ejemplo, en los inicios de la Revolución existieron las UMAP, en las que se ubicaba a realizar trabajos forzados a personas por el simple hecho de oír música rock o usar camisas a cuadro. Nada más irracional y penoso se ha visto en el mundo. 

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One thought on “Para el Gobierno cubano es: soy comunista, luego existo

  • Eso ni es comunismo eso es caca

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