La solución son las Reformas, no la Revolución en Cuba

Foto habanera por Juan Suárez

Por Benjamín Noria

HAVANA TIMES – Reforma quiere decir enmendar o mejorar en lo que se está equivocado, es insatisfactorio y está afectado por la corrupción y las malas prácticas. La reforma se distingue de la Revolución, que es un cambio radical. Una reforma procura mejorar el sistema de que se trata, mientras se continúa aplicando; en cambio, los grupos radicales, cuando enfrentan cambios en un sistema, tratan de promover cambios totales y extremos, con el derrocamiento del gobierno y de la cúpula que dirige el sistema.

Quizá muchos realistas ingenuos en Cuba no puedan creer que el gobierno sabe la solución desde hace muchos años para resolver los asuntos económicos. Lo que sucede es que ninguna de las soluciones a ellos les conviene, pues implica que pierdan los privilegios. Ellos mantienen el discurso de que la Revolución y el socialismo son el único camino a la victoria.

El gobierno cubano ha improvisado, desde la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en el año 1991, algunas medidas para animar la economía y han imitado modelos económicos de otros países.

A partir del IV Congreso del Partido, celebrado durante el año 1991, se iniciaron transformaciones económicas en el país, pero infecundas. Dentro de las estrategias que más hemos oído hablar para levantar la economía son, por ejemplo, los 100 lineamientos del partido, la operación Ché Guevara que consistió en eliminar los árboles frutales para sembrar caña en la década de 1980, la Revolución Energética, la Batalla de Ideas, la Tarea Ordenamiento. Observen que todas estas estrategias son revolucionarias, no reformistas.  

Muchos intelectuales conocen que los teóricos marxistas no dejaron plasmado de manera explícita en los libros de texto qué modelo económico debe tener el sistema comunista y socialista. De hecho, ni siquiera los libros de texto hablan de la forma de gobierno que debe tener el comunismo y si es posible alcanzar la igualdad y la democracia a través de este sistema.  

Por ejemplo, China y Vietnam tienen economía de mercado y Estado socialista, también son aliados de Cuba; por lo tanto, el gobierno cubano pudiera traer de estos países algunos asesores de economía para que impartan conferencias en la Universidad de La Habana o la Escuela Superior del Partido Comunista de Cuba Ñico López acerca de cómo hacer reformas a la economía cubana. Sin embargo, ninguna de esta iniciativa se ha llevado a cabo.

El gobierno de Cuba continúa experimentando con el pueblo. Aquí las personas son ratas de laboratorio. Lo único que ha pretendido es crear la ilusión de progreso, pues es un régimen exclusivista, conservador que no tolera la crítica y el mejoramiento de las doctrinas de los maestros que han antecedido.

El gobierno eliminó todo tipo de amenaza al poder, fundaron un solo partido, ordenaron desaparecer opositores dentro del gobierno, etc. Además, hicieron a la clase trabajadora devota al partido único y los sometieron al vigilante y permanente control desde arriba.

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