Inmovilismo político y económico en Cuba y sus desvaríos quijotescos
Por Benjamín Noria
HAVANA TIMES – Miren, el Inmovilismo es la tendencia a mantener sin cambios una situación política, social, económica o ideológica. En cambio, el concepto de Revolución es un cambio social organizado, masivo, intenso, repentino y no exento de conflictos violentos para la alteración de un sistema político, gubernamental o económico.
¿Ustedes han visto esta comparación anterior? Entonces, ¿cómo es posible que si en Cuba hay Revolución no haya cambiado en 64 años la forma de gobierno? Yo creo que son más conservadores los jefes del gobierno cubano, que los de los partidos republicano y demócrata de Estados Unidos.
El mismo comandante en jefe expuso en el concepto de revolución divulgado en la Plaza José Martí el día 1 del mes de Mayo del año 2000 que revolución es cambiar todo lo que debe ser cambiado. Sin embargo, como hemos visto en 64 años, continúa la misma situación económica y los gobernantes se aferran a mantener el mismo Estado totalitario.
Cuba tiene un régimen exclusivista, conservador y retrógrado, que no tolera la crítica y el mejoramiento de las doctrinas de los maestros que han antecedido. Tiene un partido único, una sola ideología, férreo control del Estado sobre el ejército, la policía y sobre los medios de comunicación de masas, y por último también una economía planificada y centralizada.
Compadre, ni siquiera saben qué es la revolución. De lo que trata el concepto de revolución es, por ejemplo, quitar de raíz el gobierno y poner otro, o eliminar un sistema económico y poner otro en su lugar.
Si ellos siguen con ese conservadurismo, el comunismo ya no será el sistema que resolverá la desigualdad social ni el desequilibrio de la tiranía de las empresas privadas del capitalismo. El régimen de los Castro posee un sistema defectuoso, que lleva más de 60 años de existencia sin producir nada.
Algo más que es interesante, jajajaja. Karl Marx planteó que en la etapa de transición del Socialismo al Comunismo, el Estado y el Gobierno desaparecerían. El gobierno lo tendría la dictadura del proletariado; pero, bueno, en Cuba el Estado no desaparece, cada día está más presente.
Qué es lo principal que ha impedido al Estado cubano cambiar las cosas que están mal. Nada más y nada menos que el diálogo. Con el gobierno no hay diálogo, en todo caso es Ordeno y Mando.
Para llegar a un consenso se deben hablar de las cosas que nos gustan y también hablar de las que no nos gustan. Esto es lo que hace que una nación posea Democracia y Estado de Derecho. Esto también fortalece a un país y permite el desarrollo y su mejoramiento.
A los dirigentes cubanos no se les puede decir que el picadillo está malo, o que la leche y el yogur del combinado lácteo están mal elaborados, o que el gobierno se equivocó con la Tarea Ordenamiento. De hecho, históricamente, ¿qué diputado o ministro se ha atrevido a decirles en algún momento a Fidel y a Raúl Castro que ellos se equivocaron durante sus mandatos? ¿Quién ha podido obligarlos a rendir cuentas al pueblo de su gestión como jefes del país y decir la verdad sobre sus desvaríos quijotescos?
Hace algunos años, un alto oficial del Ministerio del Interior, asquedo de la situación cubana, el teniente coronel Máximo Ruíz Matoses, padre Ariel y Omara Ruíz Urquiola; ambos opositores, en una reunión del comité del partido al cual pertenecía, se atrevió a solicitar la renuncia de Fidel y Raúl castro, el resultado fue una condena de 20 años de prisión, que porsupuesto cumpliría hasta el último día. Y sus hijos también represaliados hasta el día de hoy.