Gobierno cubano quiere de vuelta a Leinier Domínguez
Por Francisco Acevedo
HAVANA TIMES – Si una salida de deportista cubano hacia otro país sorprendió de alguna manera fue la del ajedrecista Leinier Domínguez en 2017, luego de representar a Cuba en nueve Olimpíadas de ajedrez y ganar cinco veces el campeonato nacional.
De natural pausado, no tan habitual como pudiera pensarse en este deporte, el antillano era una figura querida y respetada en su país en todos los órdenes, y tenía un nivel de vida por encima de la media, pero sus intereses deportivos habían llegado a un techo.
Esa fue la razón por la cual decidió abandonar Cuba y radicarse en Estados Unidos, país con el cual compitió internacionalmente desde 2018.
Sin embargo, esta semana se supo que la Federación Cubana de Ajedrez le abrió las puertas para que tanto él como Lázaro Bruzón y Yuniesky Quesada se unan otra vez a sus filas.
De acuerdo con Carlos Rivero, comisionado nacional y presidente de la entidad, podrán defender los colores de la enseña nacional “todos los trebejistas que pertenezcan a la Federación cubana, sin importar dónde vivan”, una medida que entrará en vigor a partir del año próximo, con la celebración de los próximos Campeonatos Nacionales.
“Si se ganan el derecho, estarán en la selección nacional. Para ello deben participar en el Torneo Nacional. En casos excepcionales, se tendrá en cuenta su rendimiento en el Capablanca in memoriam”.
Esto último seguramente aplicará para ellos tres, en caso de que estén interesados, porque competir en el certamen doméstico antillano les representaría bajar puntos en sus respectivos coeficientes Elo, el ranking mundial del ajedrez.
Lo curioso viene después, cuando Rivero agregó: “Quienes representan otras banderas, tienen que hacer el cambio, solicitándolo, según lo establecido por la Federación Internacional, y pidiendo volver a afiliarse a la Federación Cubana de Ajedrez”.
Refiriéndose específicamente a los tres mejores jugadores de la Isla en la última década el funcionario recordó que emigraron con pasaporte ordinario y pueden hacer el trámite, aunque indicó que Bruzón, “quien ha sido irrespetuoso con la Federación y el Inder, no creemos que le interese hacerlo”.
Tiene toda la razón, el tunero, a diferencia de sus dos compatriotas, en más de una ocasión se ha mostrado bien crítico no solo con el proceder de las autoridades deportivas, sino en general con la situación política del país, especialmente después de la represión desatada tras el 11 de julio de 2021.
En el caso de Domínguez, de 40 años, se trataría de una movida muy bien pensada por la Federación porque actualmente está entre los primeros del planeta.
No obstante, se olvida que aunque comenzó a conquistar éxitos en este deporte desde muy joven (con solo 15 años alcanzó su primera norma de Gran Maestro y conquistó la definitiva a los 17), llegó a un techo dentro de su país natal y no fue hasta que emigró que pudo acceder a mejores entrenadores y especialistas para perfeccionar su juego.
Tampoco se puede soslayar que para ser inscrito en 2018 como jugador de la Federación de Ajedrez de Estados Unidos, el nacido en la localidad mayabequense de Güines debió permanecer dos años sin participar en eventos oficiales de la FIDE, exigencia del organismo para que un jugador pueda optar por el cambio de bandera.
Cumplido ese plazo, intervino en el Campeonato Nacional estadounidense, donde quedó subcampeón, y representó al país norteño en la Olimpiada de Chennai, India, y en la disputa de la Copa del orbe, donde avanzó hasta cuartos de final.
Luego de cuatro años residiendo en esa nación fue que el ajedrecista obtuvo la nacionalidad estadounidense, así que no parece muy sensato renunciar a la institución que le acogió para regresar a otra que no le aportará nada más que orgullo patrio.
Vamos ahora a lo que representa la decisión que le pondrán delante, porque ahora pensamos en generalizar al resto de los cubanos que luego que a pesar de penurias y traumas logran ganar su dignidad y levantar la frente, entonces los mandan a buscar.
De alguna manera esto indica cuánto depende la dictadura del exilio, pues si todos dicen que no, podría ser el fin de ese gobierno al quedarse sin su pulmón artificial, ahora que ya no tiene otros aliados internacionales.
La propuesta de Big Freedia
Por ejemplo, la artista estadounidense Big Freedia/Queen Diva, nacida en 1978 convocó esta semana para que sus pares de todos los orígenes y nacionalidades vayan en masa a Cuba, cuando todos los de aquí se van.
La reina del bounce, un subgénero del hip hop originario de New Orleans, su ciudad natal, estuvo en Cuba hasta este sábado, donde se reunió con miembros de la comunidad de todas las sexualidades posibles, emprendedores y artistas cubanos, pero al parecer no está al tanto de las agresiones bastante comunes a personas gay y transgénero en Cuba, que pretende ser la referencia de modernidad con su Código de Familia muy adelantado, pero que soslaya otras libertades tan importantes como la sexual.
Pudiera decir que es ignorancia de su parte, pero realmente es apatía, porque basta con poner Trans y Cuba en Google y aparecerán los atropellos bastante comunes que sufren estas personas en la isla. La artista, con 99 mil seguidores en la red social X, tiene muy fácil informarse sobre la realidad cubana, pero prefiere sumarse al coro de cómplices quizás embullada por algún amigo en la isla asociado directa o indirectamente, no quepa duda, a alguna institución oficial.
En La Habana, Big Freedia visitó a emprendimientos culturales y negocios privados, ofreció sesiones musicales e intercambios con otros artistas y clases de twerking, y asistió a fiestas de moda, degustaciones y charlas.
“Estoy enamorada de Cuba. Estar acá ha sido una maravillosa experiencia. Poder conocer la cultura, la música, el sentimiento, la forma de la gente en la calle; ha sido increíble”, dijo al sitio digital OnCuba este jueves tras su encuentro con emprendedores, como si ya fuera una experta en el tema cubano.
Un rayo de luz dentro de toda esta farsa de lentejuelas fue esta frase: “Aun cuando el gobierno tenga el control, el poder siempre está en la gente y en su voluntad de hacer y seguir adelante”, pero queda sepultada, con toda intención, ante toda la parafernalia que se montó a su alrededor.
No importa que no haya pan, zapatos, leche o pollo, tendremos desfile de Chanel, Tekashi 69, Festival Santa María y otros inventos parecidos para seguir con la cortina de humo.
Estoy enamorada de Cuba. Estar acá ha sido una maravillosa experiencia. Poder conocer la cultura, la música, el sentimiento, la forma de la gente en la calle; ha sido increíble!!!!
Claroooo, soy una verdadera emperadora, donde todo el mundo te sonrie a cambio de unas moneditas y la posibilidad de hacer networking = conocer alguien que le gestione el fasteo o que mande clientes para su negocio.
Con esos privilegios y una imagen de vitrina de la isla en portada cualquiera se enamora de Cuba.