¿En qué se parece el gobierno cubano a una fosforera?
Por Benjamín Noria
HAVANA TIMES – Hace unos días oí en la calle un chiste que una persona le hizo a otra. ¿En qué se parece el gobierno cubano a una fosforera? Respuesta: en que los dos te fallan cuando más los necesitas.
Jajajajaja, al parecer tiene razón esa persona. Bueno, si buscamos una interpretación del porqué se asemejan de esta manera el gobierno cubano y una fosforera, primero debemos recordar que es verdad que a veces las fosforeras cuando uno las trata de encender no funcionan, y entonces insistimos, sueltan chispas, se te pone rojo el dedo, repetimos una y otra vez y nada. Al final, debemos pedir fósforos prestados a otra persona.
Asimismo es con el gobierno comunista cubano. Cuando el pueblo pide que le resuelva el problema de las viviendas, cuando se le pide que resuelva los problemas de los acueductos, de la alimentación, de la escasez de medicamentos y de muchas otras cosas más por mucho que se repita, al final nada. En resumen, debemos pedir cosas a los familiares que viven en Estados Unidos y vivir de las donaciones de otros países.
Tener una fosforera que siempre te falla cuando, por ejemplo, tienes ganas de fumar debe provocar ganas de dejar el vicio. Así que tener un gobierno comunista que no te responde cuando más te hace falta debe de motivar a no pensar más que el comunismo es la solución a los problemas fundamentales del ser humano.
Los comunistas siempre han sido desenfrenados, irracionales, románticos, fanáticos y lunáticos. Éstas son las cualidades por las que se le conocen en todas partes del mundo. La ilusión comunista ha costado la vida de muchas personas. Se creen investidos de un poder superior y divino para indicar el camino correcto a la gente.
Cuando una fosforera no quiere encender ¿qué se debe hacer?, pues llevarla al reparador de fosforeras. Entonces, ¿qué se debe hacer al gobierno comunista si no funciona? Corregir sus defectos.
Hay dos formas de cambio de las sociedades: una forma son las revoluciones; y la otra, las reformas. Las reformas son más lentas y sagaces. Las revoluciones aceleran los cambios y a la vez son violentas y masivas.
Pero si vamos a mantener la revolución cubana debemos saber que la combinación de participación, equidad, eficiencia y autonomía es la clave para el desarrollo de las revoluciones.
Por favor, no más experimentos ni improvisaciones. Vamos por 65 años de Revolución en decadencia. El ser humano nació para elegir lo mejor para su especie y necesita satisfacer sus necesidades biológicas y espirituales. Es necesario eliminar un sistema defectuoso que está agotando el optimismo del pueblo por la vida.
El cubano ha llegado al desespero que provoca la monotonía de la falta de franqueza del gobierno y ya más de la mitad de la población quiere irse del país a otros lugares del mundo a probar fortuna y tener una vida mejor.
Dice el artículo : «Vamos por 65 años de revolución en decadencia». Permítame una observación, una revolución, conceptualmente, es un proceso de transformación política, económica y social, en un tiempo determinado, cuando esas transformaciones se realizan y surge el nuevo cuerpo legal, o sea , constitución y leyes, la revolución concluyó, ahora es el nuevo status quo. O sea, con la constitución de 1976 la mal llamada revolución cubana terminó, Seguir llamando a esa entelequia macabra revolución es totalmente carente de sentido.