Ahora que Otaola promueve la suspensión de las remesas
Por Yusimí Rodríguez
HAVANA TIMES – Después de cuestionar a los artistas cubanos que ofrecen conciertos en Miami y apoyan al régimen de la Isla, promover la cancelación de un concierto de Haila María Mompié y conseguir que la cantante fuera declarada Persona non grata en Miami, el presentador e influencer Alexander Otaola va por más y ha promovido la suspensión del envío de remesas a Cuba.
Y, claro, ya aquí la cuestión se pone peliaguda, porque una cosa es que el barbudito se meta con los artistas y otra muy distinta que lo haga con la sangre, la family que se deja en Cuba. Pero más allá de las controversias que genere la iniciativa entre nuestros compatriotas de La Habana ultramarina, o sea, Miami, y de otras ciudades del mundo, considero que no es el barbudito quien debe promover la suspensión del envío de remesas a Cuba.
No, compatriotas y amigos. Esa iniciativa debería venir de nuestro revolucionario Gobierno, como muestra de la coherencia que le caracteriza. Si en 1980, el Eterno Líder de la Revolución Cubana gritó: “No los queremos, no los necesitamos” (en referencia a quienes abandonaban el país), ahora, los aguerridos continuadores deberían gritarles: “No las queremos, no las necesitamos” a las remesas. Así, no solo estarían dándole una galleta sin mano a Otaola y a quienes piensan que los cubanos dependen de las remesas, también estarían actuando en consonancia con la Constitución refrendada, según cifras oficiales por más del 70% de los cubanos, que entró en vigor en abril.
Según el preámbulo de dicha Constitución, “solo en el socialismo puede el ser humano alcanzar la dignidad plena…”. No es posible ser coherentes con dicha afirmación mientras se reciben remesas procedentes de países capitalistas, y, por ende, en los que no se puede alcanzar la dignidad plena del hombre. Por tanto, de acuerdo con lo que afirma el preámbulo de nuestra Constitución, los envíos de remesas son realizados por personas indignas.
Solo el 25% de los cubanos que, votando “No”, o no votando, no ratificó la Constitución, debería recibir las indignas remesas, ya que no refrendaron que solo en el socialismo puede el ser humano alcanzar la dignidad plena.
De acuerdo con un reporte de The Havana Consulting Group, radicado en Miami, en la última década entraron a Cuba 29,948 millones de dólares en remesas en efectivo y 27,321 millones de dólares en mercancías enviadas por cubanos que residen en el exterior, principalmente en Estados Unidos. ¿Esa cantidad de efectivo y mercancías se concentró en el 25% de la población cubana? ¿Solo quienes dijeron “No” en el Referéndum reciben remesas desde el exterior?
Siendo el voto directo y secreto, podemos saber quiénes no participaron en el referéndum, pero no quiénes dijeron “Sí” y quienes “No”. Sin embargo, podemos deducir que todas las personas que integran el Partido Comunista de Cuba y todas las que integran los Comités de Defensa de la Revolución dijeron “Sí”. Esas personas no deberían recibir remesas.
No se trata de dividir a las familias. Se trata de que todo el que haya refrendado la actual Constitución y todo el que apoye al Gobierno cubano pueda ser coherente con su modo de pensar. Si usted considera que solo en el socialismo puede el ser humano alcanzar la dignidad plena, demuéstrelo: viva sin recibir remesas; viva con el salario o la jubilación que le paga el Estado socialista; viva, además, sin robarle al Estado socialista y sin incurrir en ninguna de las ilegalidades englobadas en el eufemístico término “lucha”.
Esta es también la oportunidad, para los cubanos de la Isla, de demostrar que no es en envíos de remesas, recargas de móviles y otras atenciones, que se basa su amor por los familiares radicados en el extranjero.
Pero como dije antes, no se trata de unos artistas ni de una cantante que besó y deseó larga vida a Fidel Castro; se trata de la sangre y la sangre pesa más que el agua. Una cosa es admitir que las remesas, las recargas y cualquier ayuda de familiares radicados fuera de Cuba alimenta el parasitismo y la doble moral de los cubanos y le genera ingresos al régimen, por medio de gravámenes, y otra muy distinta es cerrar el grifo de golpe.
Es bastante difícil que el Gobierno decida exigirles a sus partidarios, que a juzgar por el referéndum es más del 70% de los cubanos, que sean consecuentes con la Constitución que refrendaron. Al Gobierno le conviene esa doble moral, ese estar con Dios y con el Diablo a que se han acostumbrado los cubanos.
Así es que, tranquilos, compatriotas que aún viven en la Isla. Otaola es solo un presentador, un influencer; puede proponer una idea, promoverla, usar todos los argumentos para convencer, pero no puede obligar a nadie. No hace las leyes. No impuso la cancelación del concierto de Haila. Realizó una campaña, sumó personas, consiguió firmas, las suficientes para que el alcalde considerara que reflejaban la voluntad del pueblo.
En Cuba, no recuerdo que se haya hecho campaña, recogida de firmas, o se nos haya preguntado nuestra opinión, antes de decidir que no se escuchara en la Isla a Celia Cruz, a Gloria Estefan y a Willy Chirino.
Es muy simple él tiene madre, porque emigro muchos cubanos que emigraron le importa un comino quien está en el gobierno, las emigraciones son de toda una vida, en la actualidad cuantos extranjero no emigran para cuba como cubanos para otros países y la razón diversa, digamos de cualquier nacionalidad, lo que sí es cierto muchas son problemas económicos y cuando se deja una familia atrás hay que mandar la remesas y no es solo Cuba, cuando entenderemos que no somos el centro del universo, los fenómenos sociales son internacionales, Otáola tu no serás de los cinco espía, y te manipulan desde Cuba, felicidades y cuídate mucho
Excelente yusi, como eres tú.
Ironía contra desfachatez.
Un gran porciento de la población cubana no recibe remesas y no se han muerto, como nadie se murió cuando ni se podía viajar ni enviar dinero sin contar que la tenencia de dólares estaba prohibida. Quienes patalean ahora contra reducir todo tipo de envío y usan a mamita enferma para oponerse a la medida no dicen que la casa de mamita vive mucho mejor que el vecino sin un emigrado estomacal, con tv planos, equipos de musica, i phones, etc, cosas que ni por un día el cubano de a pie puede soñar. A ese tipo de cubano no le interesa quien es el culpable que desde USA haya que mantener a la familia, no solo con productos de primera necesidad sino algunos lujos, como vacaciones en Varadero o los quince de Florinda mientras el dinero recaudado es el que mantiene al sistema carcelario que oprime y controla.Esto no tiene remedio. Ese es el hombre nuevo cubano. El futuro de la isla lo veo negrísimo con pespuntes grises.
Ni Otaola ni NADIE me tiene que decir a mi donde, como y en que empleo mi dinero. Eso de sabotear artistas es lo mismo que hace el desgobierno cubano, el futuro de Cuba sera una dictadura de derecha y todo seguira igual.
Las cifras 27 y 29 millones no son nada comparados con los billones que se manejan en USA. Creo que los que mandan remesas a sus familias ayudan a sobrevivir y eso es bueno. La doble moral si que es jodida, pero no todo el mundo puede ni se atreve a ser activista por sus razones privadas. A Otaola no lo conozco pero lo que hace para promover el no envio de remesas es muy sucio.
El Otalola ese esta haciendo un juego sucio con eso de prohibir remesas a los familiares, algo de gran ayuda para paliar la sobreviviencia, que muchos cubanos usan para comprar alimentos, no para vacacionar en playas. Lo de sabotear artistas tambien es un error. Se supone que el artista deba viajar para expandir lo que hace. Los exiliados envian remesas en todo el mundo. Las recargas son tambien una ayuda en este pais donde ETECSA es el gran ladron a mano armada y nadie con su salario precario puede mantener su celular.
Entonces Irina, está bien que ETECSA también explote al emigrante que se sacrifica en ayudar a la familia?, no sería más lógico atacar a ETECSA para que colabore y le haga la vida más fácil al cubano de la isla?. Ve a cualquier hotel todo incluido en verano y verás quienes son los huéspedes. No será mejor exigirle al gobierno que haga acequible al pueblo común esas vacaciones?.Pensando así los veo bien jodidos.
No voy a hoteles y si sostengo que etecsa es un ladron.
Irina, el ladron en realidad es el gobierno cubano que es el dueno de ETECSA y todo lo que existe en la isla. A los artistas que defienden esa forma de gobierno no se les puede dar espacio para que “expandan” lo que piensan o defienden, eso es pedir mas cadenas para los esclavos cubanos. que vayan a cantar a rusia.
Estoy fuera de Cuba hace mas de 22años, cuando dos artistas jóvenes se quedaron en USA cuando fueron a recibir un premio por la película que había sido ganadora del festival, en una entrevista a la muchacha le preguntaran porque decidió quedarse, ella respondió que nadie de su familia tenía familiar en USA y que ella aprovecharía la oportunidad para quedarse y trabajar mucho para enviarle dinero a su familia en Cuba, no hablo de aspirar a ser una actriz en USA ni a tener una vida clamorosa que le podría proporcionar el premio de filme. Sino de cumplir la misión de ayudar su familia en Cuba. Por eso a los cubanos NO castrista no le interesa quien voto a dejo de votar la constitución estalinista castrista, sino su familia en Cuba. Acostumbro decir que los cubanos incluyendo a la oposición deberían aprender política, hacer política y comportarse como políticos, la limitación del envio de remesa a Cuba, a mi modo de ver, es una medida impositiva antipopular, que por muchas razones es contraproducente a la democratización de Cuba y que fundamentalmente afecta a la población cubana porque de la remesas no solo se beneficia el castrismo y las familias cubana-americanas y sus familiares en Cuba sino a muchos emprendedores autorizados y furtivos, especuladores y usuarios del mercado negro, así como una serie de operaciones ajenas al castrismo como la compra ventas de casas y la capitalización informal de cubanoamericanos a través de sus familiares en Cuba y en contraposición al castrismo que persigue estas actividades porque sabe que es una forma de subvertir el sistema totalitario de represión y de control social.