Nicaragua vive caos mientras Ortega pide ayuda de dios

Por Gabriela Selser (dpa)

HAVANA TIMES – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, envió hoy un mensaje a la nación, en medio de graves disturbios y enfrentamientos en Masaya, ciudad vecina a la capital, en el que invocó a dios para pedirle “fortaleza para alcanzar la paz”.

El breve mensaje de audio de Ortega, difundido en la noche por televisión sin proyectar su imagen en vivo, fue dirigido a la población de Masaya y “a todas las familias que sufren esta tragedia que hoy nos enluta”.

“Queremos reiterar el llamado y el compromiso de ponerle fin a la muerte y la destrucción. Que no se siga derramando sangre de hermanos”, dijo el gobernante.

“La paz es el camino y la única puerta a la convivencia y el respeto, para la tranquilidad y seguridad de todos. Le pedimos a dios nos dé la fortaleza para alcanzarla”, concluyó Ortega.

El presidente enfrenta la crisis más grave en sus 11 años de gobierno y una de las peores en la historia reciente de Nicaragua.

Las protestas comenzaron hace un mes con manifestaciones de estudiantes en rechazo a una reforma al Seguro Social, que aumentaba las cuotas a trabajadores y empresas; pero se extendieron y agudizaron tras la violenta reacción de la Policía y de grupos paramilitares en contra de jóvenes universitarios desarmados.

Antes que Ortega, el cardenal Leopoldo Brenes instó a detener la crisis y dijo que los sucesos de violencia en Masaya, a 25 kilómetros de la capital, dejaron un muerto y varios heridos.

En Masaya, en medio de enfrentamientos entre policías y civiles, fue incendiado un emblemático mercado de artesanías y otros inmuebles.

“Exhorto verdaderamente a todas aquellas personas que de una u otra parte tienen injerencia para parar esta situación, que lo hagan”, afirmó Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal.

“Es verdaderamente triste que una vez más estemos enfrentándonos los hermanos”, añadió el prelado, en clara alusión a los conflictos bélicos que sacudieron a Nicaragua durante el siglo pasado.

“Invito a todos a que busquemos cómo parar esta situación (…) a que sigamos orando a la virgen María, que seguramente está derramando sus lágrimas al ver cómo entre nosotros nos estamos destruyendo”, afirmó.

Por su parte, el Ejército de Nicaragua aseguró que no se involucrará en actos de represión contra civiles y sostuvo que “el diálogo es la solución” al presente conflicto.

“No hay un solo soldado involucrado en hechos de represión”, dijo a dpa el portavoz militar, coronel Manuel Guevara. Agregó que en este período de agitación social, el papel del Ejército ha sido “resguardar objetivos vitales para el funcionamiento del país”.

El Ejército continuará “estrictamente apegado” a las normas establecidas en la Constitución de la República, afirmó Guevara mientras ocurrían los sucesos violentos en Masaya.

Alvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH, no gubernamental) dijo al canal 15 de televisión que tres policías fueron retenidos por pobladores que los señalaron de haber presuntamente incendiado el mercado de artesanías.

En el barrio indígena de Monimbó, considerado un símbolo de la lucha insurreccional en Masaya contra la dictadura de Anastasio Somoza (1979), los enfrentamientos se prolongaron durante horas.

Los uniformados lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma para desalojar a los pobladores, que se resistían lanzando piedras y morteros (bombas de fabricación casera).

El portal gubernamental “El 19” responsabilizó de los sucesos a “grupos vandálicos” y “manifestantes violentos”.

Sin embargo, Víctor Cuadras, líder del Movimiento Universitario 19 de Abril (M19A) señaló a policías y activistas del Gobierno de haber “reprimido salvajemente” a manifestantes civiles.

En entrevista con dpa, Cuadras acusó al presidente Ortega de “sabotear los esfuerzos de diálogo”, pese a que el gobernante envió un mensaje aceptando conversar con los estudiantes, la empresa privada y la sociedad civil.

“Ortega envió anoche un mensaje pero simultáneamente mandó a sus fuerzas a reprimir al pueblo. ¿Cómo podemos entender eso?”, se preguntó Cuadras.

Los líderes del M19A, junto a representantes del sector privado y de la sociedad civil, anunciaron el viernes estar listos para dialogar e instaron al Gobierno que invite a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA para que investigue las muertes ocurridas durante las protestas.

El cardenal Brenes, que mediará en el diálogo, dio al Gobierno un plazo hasta el mediodía del lunes para que gire invitación a la CIDH.

Al dar a conocer la casi inmediata respuesta de Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo dijo que desean el diálogo aunque no hizo mención a la demanda de presencia de la CIDH.

La ANPDH contabiliza 54 muertes en los sucesos de violencia registrados desde abril, mientras las autoridades solo reconocen 13 fallecidos.