¿Turismo ecológico cubano?

Fotoreportaje por Isbel Díaz Torres

El valle de Viñales.

HAVANA TIMES, 2 nov. — En un reciente viaje a la turística ciudad de Viñales pude comprobar cómo entienden allí el turismo ecológico.

Viñales es uno de los lugares más hermosos de Pinar del Río, y es escogido como destino turístico por personas amantes de la naturaleza. Era de esperar entonces que los trabajadores del turismo allí promovieran un especial cuidado por los animales y plantas.

No obstante, después de traspasar en bote la conocida Cueva del Indio, apareció ante mi vista un espectáculo deprimente. Un admirable búfalo, traído de Vietnam, posaba tristemente para los espectadores. Todos los arreos y la silla de montar invitaban a los paseantes a montar a la bestia de gigantescos cuernos, que casi siempre recibía al jinete con mal humor.

Luego aparecía un sinfín de mesitas con los más inútiles objetos. Todos ostentaban el rótulo de “CUBA,” muy visible, como un sello de calidad. La inmensa mayoría de los objetos eran producto de la explotación de los animales.

Cueva en Viñales, Pinar del Rio

Los escorpiones eran los preferidos. Sus cuerpos inertes adornaban cientos de llaveros y pisapapeles. Pregunté al vendedor sobre el origen de los animales. El joven me explicó que provenían de una institución científica que en Matanzas se dedica a extraer veneno de alacrán para su uso con fines terapéuticos.

No me parece que la obtención del veneno conduzca necesariamente a la muerte del animal. Además, muchos de los ejemplares allí expuestos eran juveniles, por lo que difícilmente fueran usados para extraerles veneno.

Por otra parte, los diminutos cangrejos y cientos de caracoles puestos a la venta allí, no producen ningún veneno útil al hombre. ¿De dónde provenían esos? De nuestros ríos y costas. Ningún estudio de poblaciones de estas especies se ha realizado para extraer sin peligro ejemplares. Esta explotación indiscriminada es tolerada por los funcionarios del lugar.

Lo mismo puede decirse de los objetos confeccionados a partir de maderas preciosas, de cuerno de toro, de carey, y otros. Los objetos de carey, al menos en las ferias de artesanía en la Habana, nunca están a la vista. Se debe preguntar a los vendedores y estos, como si se tratara de un gramo de cocaína, te llevan a un lugar seguro y te muestran el “material.”

Scorpions.

Para el final del recorrido estaban reservados los pintorescos “bazares del arte revolucionario,” donde la imagen de figuras políticas como Fidel, el Che y Camilo, adornan camisetas, boinas y llaveros. Los libros de estos líderes, junto con una “Constitution of the Republic of Cuba,” son vendidos a los turistas.

No pienso que sea necesario especificar que toda la venta se realiza en moneda convertible. Así, una boina “guevariana” representa el cuarenta porciento de mi salario del mes.

Espero, no obstante, que las imágenes no les quiten la alegría. A fin de cuenta, como bien reza esa pintoresca camiseta: “En cuba hasta los pollos bailan.”

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