Una nueva visualidad en el Cerro, La Habana

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Yanelys Nuñez Leyva

HAVANA TIMES — Un proyecto se está gestando en una de las cuadras de la barriada del capitalino Cerro. Romay entre Monte y Zequeira es la dirección donde un grupo de artistas intervienen fachadas de casas particulares con sus graffitis, pinturas y esculturas.

Ante la convocatoria del creador Luis Manuel Otero Alcántara, natural de esta zona, jóvenes amigos se sumaron a esta empresa de crear una nueva visualidad en las maltrechas residencias de la comunidad.

Los vecinos apoyan la idea de redecorar el espacio y sugieren imágenes según sus gustos, sus vivencias, sus costumbres.

Por lo que no faltan en las paredes íconos del imaginario social como son la Virgen de la Caridad del Cobre, Changó, etc.

Yulier, Hugo, Danilo, Yairán, Keiton son algunos de los nombres de los que colaboran con recursos propios, pues el proyecto no recibe hasta ahora, ninguna subvención institucional.

Solo se trabaja con contribuciones de amigos y familiares entusiastas.

Empresas como estas producen nuevas dinámicas en el seno de la comunidad.

Todo transeúnte observa maravillado las obras, y la mayoría de los vecinos se apresta a ayudar en lo que haga falta. Así aparecieron andamios, oportunas meriendas y algunos materiales.

Este empeño se agradece y aunque no pretende extenderse a otras zonas de la barriada, ya es un logro el hecho de no haber sido promovido por prerrogativa gubernamental.

 

Yanelys Nuñez

Yanelys Nuñez Leyva: Escribir es exponerse, desnudarse ante la mirada inquisitiva de todos. A mí me gusta escribir, no porque haya desarrollado una verdadera afición por el nudismo, sino porque me fascina componer palabras, pensarme historias, frases que conmuevan, imágenes que provoquen disímiles sensaciones. Aquí tengo un espacio donde hablar de arte, de la vida, de mí. Al final, sentirse bien con lo que uno hace es lo que importa; ya sea con ropa o sin ella.

2 thoughts on “Una nueva visualidad en el Cerro, La Habana

  • Francamente, me parece de pésimo gusto hacer eso en fachadas algunas de las cuales tienen un gran valor arquitectónico, y que merecen mejor suerte, entre otras cosas ser restauradas como Dios manda. Creo que pedir una restauración es quizá como pedir peras al olmo, pero me parece que debían buscarse espacios más adecuados. Esto, dejando aparte que, por muy buenas intenciones que se tengan (y no dudo de que se tienen), no todo el mundo es artista.

  • Estimado jorgealejandro1 estoy totalmente de acuerdo con usted.

    Eso de convertir toda una ciudad en una especie de Callejón de Hamel me parece excesivo, no por naif sino por ofensivo a lo que fue, no es y evidentemente no será más la hermosa Habana.

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