¿Quién necesita de la suerte?

Por Rosa Martínez

Esta semana comenzó un nuevo año escolar en Guantánamo. Foto: venceremos.cu

HAVANA TIMES – Por estos días, la mayoría de los amigos de mi hija mayor viven uno de los momentos más trascendentales de sus vidas.

Se enfrentaron a las tres pruebas de ingreso que se realizan en Cuba para ingresar a la Universidad. Ya recibieron las notas de las materias evaluadas, incluida la más temida por casi todos, la terrible Matemáticas.

Ahora esperan impacientes que les sean otorgadas sus carreras, a las cuales dedicarán de 4 a 5 años de estudios, y más tarde el resto de sus vidas.

Mi hija no se presentó a dichos exámenes. Ella se decidió por una técnica en la Salud, que no requiere de dichas evaluaciones.

Pero dos de sus mejores amigas están optando por la carrera de Medicina, y una tercera por Ingeniería en Telecomunicaciones. Así que, de una forma u otra, hemos estado al tanto de las pruebas de ingreso, del grado de complejidad de cada una de ellas y cómo han salido los estudiantes en sentido general.

El día que se presentaban a Matemáticas, nos topamos con Alejandra.

Alejandra es de las llamadas lumbreras. Es una joven muy inteligente, pero también soberbia. Su arrogancia es tal que, aunque la mayoría de sus compañeros admiran su inteligencia, muy pocos se relacionan con ella.

Mi hija siempre me contaba horrores de la chiquilla y yo siempre la alentaba a no expresarse así de ninguno de sus colegas. Le decía que a las personas hay que quererlas con sus defectos y virtudes. Le explicaba que desconocíamos las razones de la aptitud de Alejandra, que quizás un día la entenderíamos mejor.

Quiso el destino o lo que sea que rige nuestras vidas que ese día nos topáramos con ella. Nosotras íbamos de camino a las tiendas y ella apresurada para su importante examen.

Que tengas muy buena suerte con las tres asignaturas. Que Dios te ilumine para que tengas una mente clara ante cada una de las preguntas a las que te enfrentes…

Iba a decirle algo más cuando me interrumpió de manera brusca y me respondió secamente: lo de la buena suerte es para los fracasados. ¿Y quién necesita de Dios cuando se ha estudiado tanto?

Quedé realmente pasmada…

Quise decirle muchas cosas a Alejandra, pero no lo hice. En primer lugar, porque ella estaba muy apurada y nosotras también. Y en segundo, pues no sé si valía la pena.

Me quedaba una sola cosa, y sí lo hice: pedí por ella y mucho… Dentro de muy poco ella sabrá si la suerte es solo una justificación de los perdedores. Y del poder divino, pues de ese mejor ni hablar.

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Rosa Martínez

Rosa Martínez: Soy una colaboradora más de Havana Times, profesora universitaria y madre de dos niñas bellas y malcriadas que son mi mayor felicidad. Mis grandes pasiones son leer y escribir y gracias a HT puedo cumplir con la segunda. Espero que mis escritos contribuyan a tener una Cuba más inclusiva más justa. Espero que algún día pueda mostrar mi rostro junto a cada uno de mis posts, sin temor a que me llamen traidora, porque no lo soy.

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2 thoughts on “¿Quién necesita de la suerte?

  • Alejandra tiene razón…. Jajaja jajaja, aunque sea arrogante.

  • Rosa siento decirte que puede ser arrogante pero algo de razón lleva. La suerte se busca, no se sienta uno a esperarla. Ella estudió mucho por lo que no necesita tener la suerte de que la prueba esté fácil. Respecto a Dios, al que todos acudimos tampoco podemos pedirle lo posible y lo imposible, me conformo con pedirle salud y ya es bastante.

    Mi hijo menor era muy malo en matemáticas por lo que me senté con él todos los días a estudiar durante meses, fue un gran sacrificio para ambos pero recogió sus frutos, salió muy bien y aprendió una lección, con esfuerzo se logran cosas que parecen imposibles.

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