¿Mundos alternativos?

Por Paula Henríquez

HAVANA TIMES – En un momento en el que el mundo pasa por una de las peores crisis de los últimos tiempos, el distanciamiento social deja de ser una opción alternativa o individual y muchos hallan refugio en otras realidades llenas de color y fantasía.

Son mundos virtuales repletos de historias interesantes que ponen a prueba nuestras capacidades. Muchos son los estilos creativos o los géneros que estos proponen. En eso y mucho más pienso mientras observo a mi esposo en su computadora.

Hace mucho que no tenía tanto tiempo libre como para sumergirse en esas aguas… y yo con él. Tampoco había tenido tanta curiosidad como ahora sobre el tema.

Segura estoy de que el fenómeno de los videojuegos no es algo que haya surgido con la tan mencionada pandemia. Según mi esposo, la realidad es que los primeros prototipos aparecieron en la década de los 50, poco después de la Segunda Guerra Mundial. Claro, aún no se les podía bautizar como videojuegos, sino que eran juegos electrónicos muy simples y de carácter experimental, pero sí fueron los cimientos para lo que vendría luego.

La llegada de los Atari en Cuba

No sería hasta los años 70 que el mundo del entretenimiento digital diera un salto verdaderamente significativo. Ya el fenómeno empezaba a ganar verdadera forma, con el nacimiento de la compañía Atari en esa época, un icono en la industria del entretenimiento. Fue tan popular acá en mi tierra (Cuba) que era común llamar Atari a cualquier consola o plataforma de videojuegos, incluso perteneciendo a otra compañía.

Claro que nuestra generación comenzó a disfrutar del creciente fenómeno de una forma más tardía, debido a las ya existentes y conocidas por todos limitantes del momento. Entonces, los llamados Ataris solo se veían en esas casas donde existía algún familiar que tenía oportunidad de viajar al exterior, marineros principalmente, aunque ya comenzaban a existir unos pocos lugares recreativos, donde los dichosos aparatos se empezaban a notar.

Este mundo alternativo no pasó desapercibido para mi esposo, claro está, aunque según él mismo me confirmó, no tuvo la suerte de contar con la ayuda de algún marinero en su familia. No obstante, sí pudo disfrutar de los deseados aparatos. Si algo caracteriza a los cubanos es que sabemos compartir lo que tenemos, pienso yo. Siempre aparecía alguien con una consola y algunos casetes de juegos y otros con televisor donde conectarla y así se formaba un equipo listo para las aventuras. Fue una época llena de carencias, pero que se recuerda con nostalgia, me dice él.

Los amigos reuniendo a distancia

Ahora, llegamos a la conclusión de que la reunión de amigos se sigue haciendo, pero de forma remota. Las nuevas tecnologías de las telecomunicaciones nos permiten jugar simultáneamente y a distancia juegos mucho más trabajados, complejos y considerados, desde el punto de vista artístico, como obras de arte.

Al final, estas formas de reunión van muy acorde con la situación actual. Son una más dentro de las tantas opciones que nos permiten estar comunicados, no perder el vínculo y a la vez mantener la tan sana distancia social que se necesita en estos días. Somos aventureros con nuestros propios avatares que compartimos una historia o luchamos contra un enemigo común. Si lo vemos así, quizás no extrañemos tanto esos tiempos en los que nos sentábamos todos en el piso de alguna casa y ocupábamos un mismo espacio.

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Paula Henriquez

Paula Henríquez: Desde pequeña me han dicho que debo tener cuidado con lo que digo en público. “Piensa antes de hablar, sobre todo delante de los demás”, me decía mi mamá y, entonces, resultaba más un ruego que un regaño. Aún hoy la escucho… y la cumplo, solo que no hablo… escribo. Las letras, las palabras son mi escape, mi salida y las catarsis diarias, las que imprimo en el papel, me reavivan. Y esta foto… me refugia.

One thought on “¿Mundos alternativos?

  • La vida digital es una pena que cuba no esté preparada tecnológicamente ni económica pues los precios son para millonarios, el gobierno tendrá que entender que somos analfabetos tecnológicos, son infinito los recursos que nos brinda la internet y hoy en cuba lo miran con mala cara

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