Estafa en Revolico.com

Por Lynn Cruz

HAVANA TIMES – Hace algunos días, debido a la aguda crisis de gasolina en el país, decidí revisar en el sitio Revolico.com para ver si encontraba un anuncio de pintura tipo esmalte y anticorrosivo con servicio a domicilio. Encontré un anuncio.

Escribí por Whatssapp al contacto 50266231.

Mantuvimos una correspondencia cordial.

En breve estuvo en mi casa un joven, de mediana estatura. No debe pasar los veinticinco años. Abrió cada una de las cubetas y me mostró el producto. Parecía normal.

Habíamos acordado por el chat dos tanquetas de pintura blanca y una de anticorrosivo.

Pasaron varias semanas hasta que finalmente pude comenzar a pintar. Sobre el anticorrosivo gris el pintor comenzó a quejarse de que le había caído un poco en un ojo y ni siquiera le ardió. Luego se dio cuenta de que no admitía diluyente. Pero, al ser anticorrosivo, el hecho de que además no tuviera brillo no fue algo que lo alarmase. No obstante, tuvo que gastar la cubeta completa en la reja, que, si bien estaba oxidada, al pintor, le seguía oliendo mal la tal marca Delacrom de la etiqueta. 

“Para empezar, esa marca es internacional”-me dice- “no es posible hacerla en casa”. “No obstante”-le sugerí yo- “debíamos esperar por la pintura blanca para estar completamente seguros de que fuera un fraude total”.

Pasados algunos días, tiempo que decidió esperar el pintor para estar seguro de que el tal anticorrosivo gris secara completamente, comenzó a dar la primera mano de pintura blanca.

Después de toda una jornada de trabajo, el pintor exhausto comenzó a notar que no podía dar una segunda mano, pues la zona ya pintada, perdía completamente los pedazos. “No tiene brillo, ni huele a esmalte”.

En ese momento comprendí que teníamos un problema serio. Cuando pasé la mano por la reja me di cuenta de que las gotas que sobresalían, de la supuesta pintura Delacrom, al explotarlas estaban llenas de agua. Como las ampollas por el roce de los zapatos en los pies, después de una caminata larga.

Decidí escribirle por WhatsApp al joven para reclamar el hecho de que, al no corresponderse el producto con la presentación de la etiqueta, yo había decidido devolver la tercera cubeta, y que me devolviera al menos, ese dinero, para entonces poder buscar una pintura realmente buena.

Es un hecho que no puedo pintar la reja otra vez con esa pintura. Además de estar mala, pone en peligro el estado de la reja, que, probablemente en tres meses, el óxido le podría volver a salir.  

Después de explicarle todo esto, el diálogo pareció ser cordial. El joven acordó personarse en mi casa a la mañana siguiente. Temprano lo llamé para que me especificara la hora, me respondió que a las 2:00 pm. Pasadas las 4:00 pm lo llamé y me colgó el teléfono. Le envié mensajes por Whatssapp y SMS y me rebotaron los últimos SMS.

Alrededor de las 7:00 pm lo llamé desde otro número y me decía: ¿Dime? ¿dime? Y luego me colgaba, probablemente para pretender “que no tenía cobertura”.

Luego por Whatssapp lo vi en línea. Había revisado mis mensajes. Pero no respondió más.

El joven no tiene foto ni nombre en esa red social. Sabe muy bien lo que está haciendo. Recomiendo no comprar este tipo de producto online. No hay forma, a menos que seas un pintor de experiencia, de comprobar a primera vista que la pintura sea legítima.

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Lynn Cruz

No es el arte el que imita a la vida, es la vida la que imita al arte”, dijo Oscar Wilde. Y es que el arte siempre va un paso más adelante. Soy actriz y escritora. Para mí el arte, en especial la escritura, es un modo de exorcizar los demonios. Es algo íntimo. Sin embargo, decidí escribir periodismo porque me di cuenta de que yo no existía. En Cuba sólo tienen derecho a expresarse públicamente, las personas autorizadas por el gobierno. Havana Times constituye un ejemplo de convivencia dentro de una democracia y puesto que me considero demócrata, mi sueño es integrar la filosofía de este diario a la realidad de mi país.

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