Canadá y Cuba un contraste peculiar
Por Luis Rondón Paz
HAVANA TIMES – Canadá y Cuba mantienen una relación peculiar, centrada principalmente en el turismo, especialmente en la atracción de las estaciones turísticas cubanas y su clima veraniego. Cuando llega la temporada invernal en el norte, muchos canadienses acuden a Cuba atraídos por los paquetes de vacaciones de todo incluido y las playas. Sin embargo, estos suelen ser reacios a implicarse con las complejidades de la política cubana.
Cuando eres un cubano recién llegado a Canadá, en mi caso la provincia Québec, y entablas conversación con un residente, a menudo sus preguntas muestran curiosidad acerca de la realidad cubana. Y surgen naturalmente preguntas sobre su economía y la libertad de expresión. En muchos casos me sentí incómodo al conocer que la mayoría de estas personas están completamente ajenas de la realidad cubana, y por elección propia prefieren disfrutar de sus vacaciones en los balnearios que pertenecen al régimen militar cubano, dando por sentada la aparente felicidad de la población de la mayor de las Antillas.
Sin embargo, la realidad de esa aparente felicidad esconde una verdad contrastante: la realidad de la sociedad que sobrevive por décadas una dictadura que vende una imagen pública que nada tiene que ver con lo que sucede en realidad detrás de telones.
La fachada de la felicidad
Una de las primeras cosas que los canadienses notan al visitar Cuba es la aparentemente feliz y acogedora atmósfera. Los cubanos reciben a los turistas con sonrisas y una hospitalidad cálida, haciéndolos sentir como en casa. Sin embargo, es importante entender que esta felicidad es, hasta cierto punto, una fachada.
Sonrisas obligatorias: La política hotelera cubana requiere que los trabajadores de la industria hotelera reciban a los turistas con sonrisas. No cumplir con esta normativa puede dar lugar a medidas disciplinarias. Por lo tanto, las sonrisas ofrecidas a los turistas a menudo tienen más que ver con el cumplimiento de esta política que con una felicidad genuina.
Propinas y remesas para sobrevivir: En un país donde el salario mensual promedio ronda los $30.00 USD, las propinas de los turistas se convierten en una fuente crucial de ingresos. Muchos cubanos dependen de estas propinas para cubrir sus necesidades básicas y acceder a bienes y servicios que de otro modo estarían fuera de su alcance.
Sentido del Humor Cubano: Los cubanos tienen un sentido del humor único, a menudo utilizando la risa como mecanismo de defensa ante los desafíos que enfrentan a diario. Su capacidad para encontrar humor en su propia adversidad es un testimonio de su resiliencia.
La realidad económica
Más allá de las estaciones turísticas, los canadienses a menudo sienten curiosidad por la situación económica de Cuba. Mientras el país ofrece vacaciones asequibles, el ciudadano cubano promedio enfrenta dificultades económicas que rara vez ven los turistas.
Dificultades económicas: La economía cubana, planificada centralmente, ha enfrentado numerosos desafíos, lo que resulta en oportunidades económicas limitadas para sus ciudadanos. Muchos cubanos luchan por satisfacer sus necesidades básicas y dependen de la ración gubernamental y las remesas que sus familiares envían desde el extranjero para comprar alimentos y artículos esenciales.
Un Solo Tipo de Moneda: Recientemente, Cuba eliminó el sistema de doble moneda, utilizando solo el peso cubano (CUP). Pero se introdujo el dólar magnético llamado MLC para comprar en sus tiendas depositando el dinero únicamente desde el exterior. Esto ha resultado en una mayor conversión al dólar estadounidense (USD) y un aumento en los precios.
Libertad de expresión
Los turistas canadienses curiosos a menudo se preguntan sobre la libertad de expresión en Cuba, donde el gobierno ejerce un control estricto sobre los medios de comunicación y reprime la disidencia.
Medios restringidos: Los medios de comunicación cubanos están bajo un estricto control estatal, limitando severamente el acceso a fuentes alternativas de información. La disidencia es castigada con penas de prisión que pueden superar los 10 años, lo que resulta en una falta de diversidad política en el discurso público.
Acceso limitado a Internet: El acceso a Internet está restringido, especialmente en momentos de eventos políticos dentro del país, y su costo es prohibitivo para muchos cubanos. Además, las comunicaciones en línea son monitoreadas, y el régimen controla el flujo de información que se recibe tanto dentro de la isla, como la que se proyecta hacia el mundo exterior.
Vigilancia y represión: La vigilancia y represión son particularmente intensas para los defensores de los derechos humanos y otras minorías que no están alineadas con el régimen. Las llamadas telefónicas son monitoreadas y la vigilancia se aplica rigurosamente a los activistas de derechos humanos y otros opositores.
Conclusión
En mi opinión, a pesar de la atracción que Cuba ejerce sobre los turistas canadienses debido a sus estaciones turísticas, clima y la hospitalidad de su gente, considero esencial que los visitantes tomen conciencia del marcado contraste que existe entre la apariencia de felicidad y la cruda realidad de la vida bajo una dictadura militar en Cuba. Me gustaría destacar que muchos canadienses pueden no ser conscientes de que sus gastos turísticos contribuyen al sostenimiento de un régimen autoritario en Cuba. Esto es especialmente relevante en el contexto de Québec, una provincia que se fundamenta en principios de paz y derechos humanos.
Desde mi perspectiva, las sonrisas forzadas de los cubanos, su dependencia de las propinas, las dificultades económicas y las restricciones a la libertad de expresión son solo algunas de las complejidades que caracterizan la vida cotidiana en la isla. En este sentido, considero que es fundamental que los canadienses que visitan Cuba tomen decisiones informadas sobre sus viajes y contribuyan a un diálogo más profundo sobre la cultura cubana y las implicaciones políticas de su elección de destino turístico.