Continúa el gravamen del 20% al USD en Cuba

Isbel Díaz Torres

La noticia de la eliminación del impuesto al dólar estadounidense se envió con alegría de correo a correo.  No obstante, las tasas en las Casas de Cambio cubanas (CADECA), permanecen inmovibles.

Después de detenerme a pensar un poco, he comprendido.  Los titulares de la BBC y El País que llegaron a nuestros buzones el pasado 26 de diciembre nos confundieron.  Debieron especificar que el cambio será aplicable solamente a aquellos dólares provenientes de Estados Unidos que se muevan a través de la Western Union.

Es decir, si un amigo que llega del extranjero me regala 10 USD, cuando yo vaya a la CADECA recibiré 8 CUC, como siempre.  Aunque esa experiencia no es tan frecuente como me gustaría, sí forma parte de la realidad de muchas familias cubanas.

Cuando los residentes en Estados Unidos o México vienen a la isla, muchas veces regalan unos pocos dólares a sus familiares y amigos.  Esos dólares no serán los privilegiados que se beneficien del reciente acuerdo entre la Western Union y el Estado cubano.  Ellos han pactado un negocio redondo… para ellos.

Veamos.  Por una parte la Western Union conquistará el monopolio del envío de remesas a la isla.  Anteriormente, esta no era la vía favorita de los cubanos, debido a las altas tarifas de la trasnacional.  Además, muchas de las donaciones que se reciben acá son circunstanciales y de bajo monto.

Por la otra parte, el Estado cubano podrá controlar y ordenar mejor sus finanzas (lo cual parece ser bueno), y recibirá al momento casi todo el dólar estadounidense que se mueva en la isla. Con la nueva fórmula el Estado gana el 20 percent en las transacciones realizadas en CADECA, y el 10 percent en las realizadas en la Western Union.  En ningún caso pierde.

La parte que no se beneficiará será la gente más humilde, que de vez en cuando recibe unos “dolaritos” como regalo.  También estarán las familias que, aún viviendo en el extranjero, no podrán pagar a la Western Union, y enviarán su ayuda con alguien que venga a la isla.

Además, lo que despectivamente los medios llaman mulas, se trata muchas veces de un familiar cualquiera que trae ayuda a su gente, no siempre persiguiendo una remuneración.

¿Cómo será la tasa para los extranjeros que al entrar al país cambien en el aeropuerto? ¿Estarán obligados a enviar por Western Union su dinero para recibirlos ellos mismos aquí y evitarse la multa estatal?

Por último, me asalta la duda sobre quiénes manejarán los datos de estas transacciones: nombres de emisores y receptores, direcciones particulares, monto del envío.  Nunca he recibido un paquete de la Western Union.  Es probable que entreguen un papelito donde explicitan la confidencialidad de los datos personales pero ¿sería eso suficiente?

En fin, un poco menos de entusiasmo, amigos y amigas.  Esperemos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.  Ojalá que en el futuro (mientras predomine la absurda lógica capitalista en el planeta) se establezca en Cuba una tasa de cambio USD/CUC única para todo el país, que refleje la verdadera posición de ambas monedas.