El Malecón sin Agua

Ernesto Carralero

Edificios de Alamar. Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Llamé a un amigo. Quedamos en encontrarnos en un establecimiento situado muy cerca de la llamada “Curva”, en Alamar, para tomar algo y conversar.

Lo primero que me chocó al salir a la calle fue la enorme oscuridad que envuelve nuestra ciudad. Es una oscuridad absoluta, casi aterradora, que parece advertirte: “regresa a casa”.

Uno camina prácticamente con el corazón en la boca temiendo que en cualquier esquina pueda aparecer un asaltante.

Cuando al fin llego al sitio de la cita me topo con que está cerrado. Lo llamo de nuevo y acordamos vernos unas cuadras más arriba. Allí al fin nos encontramos pero, ¡sorpresa!, el sitio también está cerrado.

“Bien la única opción es el Malecón sin agua”, me dice.

En una esquina de los edificios de 12 plantas se encuentra uno de los pocos establecimientos de Alamar que funcionan por 24 horas.

Es un “Di Tú” (por supuesto en divisa), y a lo largo de la acera, frente a la calle, corre un muro siempre atestado de personas, pero sumido en penumbras como el resto de la ciudad.

Ditu de la Zona 1. Foto: Jayro Hernandez

Nunca antes me había sentado allí, y descubro que es un foco de encuentro para la juventud de esta ciudad olvidada.

Los que no tienen dinero para ir a otro sitio o los que simplemente no encuentran adonde ir o no tienen tiempo o ganas de desplazarse hasta la Habana, se dan cita en este muro.

Es increíble que en una ciudad que supera los 20 000 habitantes se esté construyendo una Fiscalía y sin embargo no hay alumbrado público y los jóvenes no encuentran un sitio, no se diga acaso para sentarse, sino para comprase un helado en horario nocturno.

Parece que la famosa Calabacita pone a dormir al reparto entero.

Me percato de que para muchos de mis conciudadanos, el “Malecón sin agua” es un lugar habitual.

Jóvenes y no tan jóvenes deambulan por la calle y a cada momento dan un grito de alegría al toparse con algún conocido.

La verdad es que me sorprendió encontrarme un “Parque G” en mi propio barrio, aunque sea propiedad de los “repa” y la música rock brilla por su ausencia siendo sustituida por el reggaetón.

Me pregunto cuántos otros malecones sin agua habrá creado la juventud cubana en sus ansias de encontrar un lugar a gusto.

¿Es menos importante que una Fiscalía, un pequeño comercio donde los amigos puedan citarse y compartir? ¿No genera más ingresos al Estado?

¿Es más factible enjuiciar el crimen que genera la oscuridad, que darle solución a este problema?

Ernesto Carralero

Ernesto Carralero: Tengo 18 años, vivo en La Habana y creo firmemente en el progreso de Cuba. No entiendo por progreso regresar al pasado, sino siendo realista y considerando nuestras características, evolucionar hacia un estado mucho más inclusivo y con más oportunidades que el que tenemos hoy.

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13 thoughts on “El Malecón sin Agua

  • Respondiendo su pregunta desde la logica de la Isla le digo SI, es mejor una fiscalia para “encanar” y cualquiera, que hacer algo util por el pueblo. Tambien le digo que en la logica del estado cubano es mejor reprimir y jusgar que prevenir un delito

  • Bueno, crece el coro de los alamareños descontentos. Está bien que dejes constancia del descontento acá, pero pregúntense qué pueden hacer ustedes ante la desidia estatal: ¿cruzarse de brazos?

  • Muy bueno el post y valiente la denuncia. Increíble que con tantas necesidades insatisfechas de esta ciudad del hombre nuevo,, hayan priorizado una fiscalia. Que horror.

    Un detalle Ernesto. Alamar tiene mas de 90 mil habitantes, que es mas población que la mayoría de los municipios de Cuba. Mas que La Habana Vieja, Cotorro y Regla en la capital.

  • Excelente artículo!! cuántos lugares como ese no habrá! y cuántos lugares opuestos a ese en la misma Cuba…..a los que por supuesto tienen acceso una pequeña minoría, no porque lo garantice el gobierno precisamente. Cuando las opciones para el esparcimiento son de este tenor, es prueba de que ya muchos no pueden soñar….ya estamos hablando acá de mera supervivencia….

  • Mi comentario se va, por algo más allá del bla-bla-bla de lo que pase en Alamar, que pasa lo mismo en el país entero.

    Creo que estamos frente a una situación de gente enferma, y es mi opinión personal.

    Ernesto Carralero dice que ” cree firmemente en el progreso de Cuba”, con éste sanfarrancho que nos cuenta, creo que debiera cambiar su introducción, creo que desde que nació, lo está viendo.

    Dice que “no entiende por progreso regresar al pasado”, ¿Que peor de este presente, le ha contado la abuela de este muchacho que fue el pasado?, Si fuera realista deberia darse cuenta de que no ha habido ninguna evolución de la generación de sus padres a la de El ahora, porque cuantos años pueden tener sus padres?, de 38 a 48 si lo engendraron de 20 a 30, le tienen que haber contado del periodo-especial.

    Dice este niño que: “considerando nuestras características”… Por favor, si puede leer nuestros comentarios, que me explique ¿cuáles son nuestras características?, “evolucionar hacia un estado mucho mas inclusivo y con mas oportunidades de las que tienen hoy” , es el deseo de evolucionar exclusivo sólo del cubano, o eso es algo natural en la especie humana?. Creo entonces que el cubano se ha transformado en un ser disfuncional, una gente que ha vivido en la Edad de Piedra, descubriendo ahora que la civilización existe.
    Patetico y vergonzante!!

  • (Ya dirás: aquí viene estre a corregirme la plana…pero es que simpre ayuda)

    Miranda:

    Si Ernesto Carralero afirma creer “firmemente en el progreso de Cuba”, no entiendo por qué no le otorgas al menos el beneficio de la duda. El no explica en qué contexto se ubica ese progreso. Pero incluso si él detectara una brizna de avances dentro del panorama actual de la Isla, entiendo que sería menester respetarle su pedacito de ilusión. Como siempre te reitero, pasarán años para que los cubanos todos aceptemos, precisamente, que en algún momento deberemos aceptarnos mutuamente. ¿Por qué no vamos ensayando ya desde ahora, a ver cómo se nos sale la puesta en escena?

  • En que contexto se ubica?,,, en el de la “evolución de un estado más inclusivo y con más oportunidades”, y como dice que eso no quiere decir, “volver al pasado”, mi opinión fue esa, ¿que sabe este chiquito del pasado?, que si esta hablando de que esta caminando con el corazon en la boca, envuelto en una oscuridad aterradora, que cuando llega al lugar esta cerrado, que llegan a un lugar donde venden “por supuesto” solo en divisas, donde la opción de los residentes es atestarse contra un muro y bajo penumbras y donde la gente deambula por las calles,,, y no sigo Isidro por favor, que ese panorama Cuba no lo tenía en el pasado, según tengo entendido, que la Habana tenía uno de los mejores sistemas de alumbrado de Latinoamérica, y donde quiera había un lugar donde comerte una frita o un pan con bistec con un batido donde mis padres re-pobres y los demás ciudadanos se lo comían porque lo pagaban con la única moneda, que era la nacional.

    Así es que nadie que no quiera que le digan Que “eso” No es evolución y que están Cada día peor que no compare con el pasado, como si esta revolución les haya traido un mar de felicidad, cuando es todo lo contrarío, nunca en Cuba se ha vivido peor.

    De que puede tener la ilusión que quiera, claro que puede, de que le acepto de que hay personas que crean en que con la revolución han avanzado , claro que lo acepto. De que yo crea que estan enfermos porque están ciegos, es mi opinión, que también en el ensayo entra eso.

    Saludos.

  • “ya viene éste” …(el Alzheimer me está matando…)

  • La Habana tuvo alumbrado público antes que muchas ciudades de España y Europa. Por lo demás, de acuerdo 100% con Miranda.

  • Si no le es una molestia podria decirme si usted transmite desde cuba, si es periodista ya que no veo informa-
    cion suya, algo que encuentro en otros blogs cubanos, saludos si puede atenderme, si creo que es una per-
    sona joven e informada.

  • Ernesto escribe desde Alamar, Habana del Este. No es periodista.

  • Miranda y Jorge Alejandro:

    No pierdan de vista que Ernesto solo tiene 18 años, y por lo que cuenta, todo indica que nunca ha salido de Cuba. Este último factor marca un antes y un después en la capacidad de apreciación de todo cubano. Y si no me creen, pregúntenle a Vicente, que agarró su primer “fasten” pasada la media rueda…

  • Hola. Aprobechando que de milagro he podido acceder a internet me gustaria responder un par de temas que vi a pesar de la tardanza con que llegan. Miranda por ejmplo tu dices que que puedo yo conocer del pasado solo puedo remitirme a lo que he escuchado y aunque se me ha dicho que es cierto que habia muchas cosas buenas la verdad es que no llegaban a todos igual que pasa hoy en dia. Por pensar en lo malo del pasado en general es por lo que hoy muchos cubanos no protestan contra las cosas que ven mal. Es importante tomar del pasado y del presente las cosas buenas y enfocarlas para el futuro y construir algo totalmente nuevo. Saludos.

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