¿Lo mejor de TeleSUR?
Dimitri Prieto
La cadena multinacional de televisión latinoamericana TeleSUR lleva ya varios años en el aire. Su prestigio aumentó después de los recientes sucesos en Honduras; Cristina Fernandez de Kirchner, presidenta de Argentina, hizo referencia a ella en su discurso en la OEA.
TeleSUR se destacó en el sentido de quedar como prácticamente la única vía por la cual la información sobre las luchas populares de Honduras lograba salir del país, esquivando la censura de los golpistas. No en vano sus periodistas estuvieron entre los que fueron rápidamente expulsados del país.
TeleSUR es propiedad de varios países; Cuba está entre sus fundadores y -según mis fuentes- posee el 20% de las acciones. Según las mismas fuentes, TeleSUR transmite al menos 22 horas por día.
Me refiero a las «fuentes», porque paradójicamente a través de la TV cubana no se tiene acceso a las trasmisiones de TeleSUR, más allá de los fragmentos de reportajes que son insertados en los programas noticiosos cubanos (NTV, Mesa Redonda, Lente Mundial, etc.) y de la selección de poco más de una hora que en espacio nocturno se transmite bajo la rúbrica «Lo mejor de TeleSUR». El propio nombre sugiere que existen personas en la TV cubana encargados de escoger qué es «lo mejor» para el consumo de los televidentes.
Está claro para mí que como cualquier medio de comunicación social obedece a un conjunto de intereses de las entidades que la gestionan, por lo que sería ingenuo aspirar a un status «imparcial» o «libre de compromiso».
Pero también está claro que en comparación con los programas de la TV cubana, constituiría una valiosa fuente de información y de sentido para los cubanos, acostumbrados muchas veces a programas vulgares, insípidos o simplemente estúpidos. La actual furia por conseguir decoders para ver la TV digital yanqui es consecuencia de ese frecuente vacío de sentido en los espacios televisados nacionales.
Claro, no estoy diciendo que los que buscan una TV de «Shows de Cristina» o de películas de patadas y piñazos serían los potenciales televidentes de TeleSUR. Solamente pretendo sugerir que la configuración misma del público como un todo cambiaría de entrar al aire una nueva oferta de programación, como cambió cuando se inauguraron los dos canales educativos de la TV cubana, así como el recientemente lanzado «multivisión», el cual prescinde por completo de contenido político-noticioso.
La finalidad de TeleSUR es precisamente servir de alternativa a las voces corporativas del mainstream globalizado. ¿Por qué a los «cubanos de a pie» se nos excluye de esta posibilidad?
Por lo que he visto, a pesar a veces de cierto lastre de unilateralidad, muchos programas de TeleSUR (que logran llegar a nuestros ojos y oídos pues son seleccionados como «lo mejor» por los oficiales a cargo de tal proceso de ejercicio de la cens… ups, ¡perdón!, poseen un ángulo de mirada más amplio que los tradicionales de la TV cubana. Porque persiste en TeleSUR la marca de los movimientos sociales, una realidad revolucionaria, democrática y popular desconocida para la mayoría de los cubanos, quienes conocemos mucho de movilizaciones pero poco de movimientos protagónicos, autogestionarios, autónomos.
¿Y qué decir del potencial de un canal así para subvertir los estereotipos racistas, euro céntricos, sexistas, homofóbicos, antiintelectualistas o anti indígenas, que aún plagan en muchos aspectos nuestra vida cotidiana? La supresión de tales estereotipos es un objetivo clave para cualquier proyecto emancipador. Debemos quitarnos su peso de arriba, y punto. ¿Por qué entonces no tenemos acceso a la alternativa?
Es posible tener TeleSUR como un canal más de la TV cubana. A quien por derecho toca seleccionar qué es lo mejor o lo peor de TeleSUR es al televidente cubano (máxime cuando nuestro pueblo es el dueño del 20% de esa entidad), y debe hacerlo exclusivamente por medio del control de selección de canales de su televisor.
Yo creo que el momento de implementar tal posibilidad es ahora, precisamente debido a los sucesos de Honduras. Entre las primeras medidas que tomó el gobierno gorila fue suprimir TeleSUR. Es desastroso que (en orden descendente) que el segundo país con menos acceso a esta cadena multinacional de comunicación social sea Cuba.