Napoleón en La Habana: impresiones de un encuentro

insPor Gabriela Radfar

HAVANA TIMES — Napoleón Bonaparte jamás pisó tierras caribeñas. Pero del 7 al 11 de julio sesionó en La Habana el 12 Congreso de la Sociedad Napoleónica Internacional.

Estudiosos y entusiastas de temas napoleónicos de 12 países se reunieron en el Hotel Parque Central para discutir 35 presentaciones de muy diversa índole, bajo el lema “Napoleón y las revoluciones alrededor del mundo”.

Cuba es importante para quienes estudian a Napoleón por 2 hechos singulares:

  1. La mayor colección de objetos napoleónicos en América está radicada en el Museo Napoleónico de La Habana, sitio singular que se debe al fervor del capitalista cubano Julio Lobo (el mayor magnate azucarero del mundo en 1959), quien la traspasó al Estado Cubano después del triunfo insurreccional. (Quienes conocieron a Lobo dicen que aunque el traspaso fue forzado por las “circunstancias”, el multimillonario en cualquier caso habría donado o legado su colección al pueblo de Cuba, pero estando vivo siempre habría preferido tenerla junto a él, pues supuestamente se consideraba “reencarnación” del Bonaparte).
  1. El médico que atendió a Napoleón en su lecho de muerte y realizó mascarillas mortuorias del Emperador, vivió en Cuba sus últimos años; su tumba está en Santiago de Cuba (muy cerca de la de Martí).
Una sala del Museo Napoleónico de La Habana.  Foto: habanaradio.cu
Una sala del Museo Napoleónico de La Habana. Foto: habanaradio.cu

Natalia Bolívar (también investigadora de temas afro-cubanos), fundadora del Museo Napoleónico y amiga personal de la familia Lobo, compartió con el canadiense Luke Dalla Bona –organizador del Congreso- y demás participantes sus testimonios sobre cómo el gobierno revolucionario decidió incautar la Colección Lobo, y éste la donó al país bajo condición de que permaneciese en un Museo separado que resolvieron instalar en la casa expropiada de Orestes Ferrara, también capitalista y político liberal italo-cubano.

La joven Natalia –quien había estado un año en clandestinidad, y al huir el dictador Batista tomó militarmente el Museo Nacional de Cuba al frente de un comando del Directorio Revolucionario- tenía un embarazo avanzado, pero aun así protagonizó todas las tareas del traslado de la colección y la creación del nuevo Museo, cumpliendo voluntades tanto del Gobierno como de Lobo.

Además de excelentes ponencias sobre las colecciones napoleónicas en La Habana y Cárdenas, se trataron temas vinculados con las artes, la literatura y las armas de la época, así como los impactos del mito napoleónico.

Cuadro del Museo Napoleonico.
Cuadro del Museo Napoleonico.

Hubo interesantes presentaciones versando del rol “geopolítico” del Bonaparte y sus influencias en Egipto, Haití, España, Polonia, Latinoamérica. Un ponente abordó el clásico tema de comparar la legislación napoleónica con el Common Law anglosajón, y pudimos conocer también de cómo Napoleón creó el Instituto de Egipto, lamentablemente deflagrado durante la última revolución en ese país.David Markham, Presidente de la Sociedad Napoleónica Internacional, expresó en la Clausura su fascinación por la cantidad de cubanas y cubanos que llevaron contribuciones al Congreso.

Napoleón es importante para Cuba porque sin entender su controversial liderazgo en Europa no es posible comprender los procesos revolucionarios de Haití (isla invadida por tropas napoleónicas, que sufrieron ahí en 1803 su primera gran derrota, abriendo espacio al primer Estado latinoamericano y afrocaribeño independiente, cuya revolución horrorizó a la burguesía cubana por décadas) e Iberoamérica (que comenzó su proceso independentista al caer España en manos de Napoleón, quien puso a José Bonaparte en el trono español). Ambos procesos tuvieron capital significación en la historia decimonónica de Cuba.

El mito napoleónico está vivo y coleando. Sin interpretarlo jamás entenderíamos cómo actualmente puede concebirse un Bonaparte héroe de la independencia polaca, o incluso “El primer sionista”, según ponentes del Congreso.

Napoleón tuvo capacidad inigualable de congregar alrededor de sí acontecimientos decisivos para el mundo. Quizás por eso el Noticiero de la TV cubana dio cobertura diaria a lo sucedido en el evento.

Posiblemente valga la pena revalorar –también desde Cuba- el rol de los mitos “occidentales” (como el napoleónico) hoy, cuando la patria de Confucio asume la hegemonía económica del capitalismo global. A Eusebio Leal Spengler –Historiador de La Habana- le agradecemos su liderazgo en la organización del Congreso Napoleónico, pero lamentablemente nos falta todavía un nuevo [Oswald] Spengler para actualizarnos sobre esta “decadencia de Occidente”.

La Habana fue periódicamente sede de varios Congresos “Marx y los Desafíos del Siglo XXI”, que sin embargo llevan ya años sin realizarse. Pero el congreso sobre Napoleón fue indudablemente un éxito.

One thought on “Napoleón en La Habana: impresiones de un encuentro

  • recuerdo un chiste de la era sovietica: en el capitalismo el hombre es el lobo del hombre, pero en el socialismo decimos: Compañero Lobo! :)

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