El 1ero de Mayo en Cuba se muda a la Tribuna Anti-imperialista
El acto principal del día internacional de los trabajadores no se hará en la Plaza de la Revolución para ahorrar en combustible
HAVANA TIMES – La celebración del 1 de mayo, día internacional de los trabajadores, vuelve a prescindir del que fuera su escenario habitual durante décadas y se muda a la Tribuna Antiimperialista de La Habana. La noticia la dio Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) este domingo, que señaló como causa del traslado el ahorro de combustible.
“Allí ratificaremos que la clase obrera cubana continuará prestando particular atención a todo lo relacionado con la recuperación de la economía, aprovechando con eficiencia los recursos que tenemos para incrementar la oferta de bienes y servicios como vía para rescatar el poder adquisitivo de los salarios y pensiones”, indicó.
El líder de la CTC, miembro también del buró político del Partido Comunista, explicó que la intención de este año es celebrar la fecha “con concentraciones en plazas, poblados y centros de trabajo que no demanden el empleo masivo de transporte”. Para ese acto central en La Habana, las autoridades cuentan con la asistencia de 200.000 trabajadores y sus familiares, residentes en los municipios de Plaza, La Habana Vieja, Centro Habana, Cerro y las zonas más cercanas de Playa.
“Ese es otro escenario en el que hemos patentizado el espíritu de unidad, rebeldía y de lucha de la Revolución cubana”, recalcó en relación a la ubicación de un acto que en la mayoría de países del mundo sirve para que los trabajadores reclamen a los Gobiernos los derechos laborales que aún no disfrutan.
Este es el segundo año consecutivo en el que las autoridades renuncian a la tradicional celebración en la Plaza de la Revolución por motivos económicos, después de que el pasado año el evento se transformó en una marcha por el Malecón y pequeños eventos en otros municipios y ciudades. En esa ocasión, Guilarte de Nacimiento lo atribuyó a «la compleja situación económica (…) y, de manera particular, las limitaciones con el aseguramiento del combustible».
El dirigente llamó hace un año a “reformular el festejo, manteniendo su conmemoración, pero en condiciones de racionalidad y máxima austeridad”, pero no es el único problema que se resuelve con estos cambios. La Tribuna Antiimperialista tiene poco más de 13.000 metros cuadrados, frente a los 72.000 de la Plaza de la Revolución, una de las mayores del mundo. Un escenario reducido a la quinta parte permite opacar lo deslucido de un evento en el que cada vez hay menos asistentes, a pesar de que la gran mayoría eran acarreados hasta la capital.
En 2016, asistieron al evento unas 600.000 personas según datos oficiales, de los que 200.000 (la misma cantidad total que se espera para este 2024) eran cuentapropistas e, incluso, en 2018 se contabilizaron unos 800.000 participantes.
Pero solo un año después, el acto se había desinflado visiblemente y la cancelación de rutas de autobuses para destinarlos a cargar manifestantes no cayó bien en la población. En aquella ocasión, para más inri, ni siquiera hubo discurso: no habló Díaz-Canel, ya presidente; ni Raúl Castro, vestido de uniforme militar y saludando; ni, tan siquiera, Guilarte de Nacimiento, jefe del único sindicato permitido en el país. Lo único que se escuchó fue una locución de Fidel Castro a través de un altavoz.
La llegada de la pandemia obligó a suspender la celebración de la jornada en 2020 y 2021, hasta su regreso en un 2022 en el que se intentó recuperar el brillo perdido sin lograrlo en exceso a pesar de que se movilizaron todas las guaguas que los cubanos llevaban meses sin ver.
Para el acto de este año, Guilarte de Nacimiento prevé “un momento de reafirmación del apoyo irrestricto de la inmensa mayoría del pueblo a su proyecto social”. Además, quiere que se aproveche para “denunciar el carácter criminal del bloqueo, el principal obstáculo para el desarrollo económico y social de Cuba”.
La Tribuna Antiimperialista, donde recientemente se celebró también un acto de apoyo a Palestina, está a punto de culminar las obras de remodelación que arrastra desde 2019 y que han sufrido infinidad de calamidades, entre las que está la escasez de cemento. La pasada semana, Canal Caribe dedicó un breve reportaje en el que se explicó que el proyecto está en su fase final, después de que se hayan añadido plantas autóctonas y se estén dando los último retoques, aunque no se sabe exactamente el día en que se dará por concluido el proceso.