Autor: Armando Chaguaceda

“La República asediada”

Armando Chaguaceda

“Esta sentencia abre las compuertas para la entrada de una cantidad de dinero ilimitada procedente de intereses especiales en nuestra democracia. Concede a los grupos de presión nuevos motivos para gastar millones de dólares en publicidad para que los cargos electos voten a su favor o para castigar a aquellos que no lo hagan. Hará más difícil que se aprueben las leyes guiadas por el sentido común, porque incluso las entidades foráneas tendrán permitido inmiscuirse en las elecciones.”

La denuncia no proviene de voces socialistas como las de Noam Chomsky o Howard Zinn, tampoco de liberales de la estirpe de John Rawls o Richard Rorty. El presidente Barack Obama ha hecho la dramática aseveración la pasada semana, al aprobar la Corte Suprema, por cinco voto contra cuatro, el fin de las barreras legales al financiamiento empresarial a las campañas políticas.

Llamado que recuerda las perennes amenazas a la República, reveladas en la postrera alerta de Eisenhower sobre el poder creciente y oculto del Complejo Militar Industrial y en los magnicidios de Lincoln y Kennedy.

La Sagrada Voluntad Popular en Cuba

Armando Chaguaceda

El venidero 25 de abril los más de 8 millones de cubanos mayores de 16 años que residen en la isla tendrán la posibilidad de elegir y ser elegidos a sus órganos municipales de Poder Popular.

Realizados cada dos años y medio, estos comicios se caracterizan por ser elemento más democrático del vertical sistema político cubano. Selección en asambleas vecinales en base al mérito y elección mediante el voto sancionador del vecino, más ausencia de prebendas y goce de un íntimo vínculo del elegido a la comunidad y sus problemas, son ingredientes claves de ese proceso electoral. El abandono de las campañas politiqueras y la existencia de un espacio de interpelación y remoción de elegidos (asambleas de rendición de cuenta) son parte del mismo.

En este proceso, el grado de profesionalidad y compromiso de los nuevos delegados, (así se denomina a esta suerte de “vocero-gestor” barrial) depende de su cualidades personales y las del equipo que integra el Consejo Popular, demarcación territorial superior a la cuadra e inferior al municipio.

Buena Fé en Miami

Armando Chaguaceda

Concierto de Buena Fe en Miami, 25-12-2009.  Foto: Yenise Rodriguez

Siguen cayendo los muros. Esta semana el popular dúo cubano Buena Fé, de lírica reflexiva y socialmente comprometida, actuó en el pequeño y atiborrado Teatro Manuel Artime, de la ciudad de Miami.

Antes habían compartido lunetas en los programas de Carlos Otero y Oscar Haza, con diálogos que eludían los lugares comunes de la simulación y el arribismo típicos de la mentalidad de Guerra Fría sobreviviente en ambos lados del estrecho de la Florida.

Los jóvenes cantautores destacaron su condición de artistas que apuestan por vivir en Cuba, criticaron las restricciones al intercambio cultural erigidas por ambos gobiernos y abogaron por un mayor entendimiento dentro de una sola y diversa comunidad cubana.

Copenhague: Una Cumbre Fatal

Armando Chaguaceda

La reducción de emisiones que ofrecen los países ricos significará un aumento de la temperatura de 3º C o más cuando llega el año 2100.  Ello obligaría a trasladar a un gran número de personas en islas, zonas costeras bajas y deltas densamente poblados, amenazados por el aumento del nivel del mar.  Photo: Caridad

La pasada semana proyecté en clase el filme “La onceava hora” de Leonardo Di Caprio, estremeciendo a los estudiantes. Lejos de la parafernalia estilo Al Gore y sostenida en testimonios fundamentados, la obra es un grito acusatorio del desastre socio ambiental que padecemos, de un tiempo que parece escaparse en vano y de los egoísmos que conspiran en pro de nuestro suicidio como especie.

Aún así, la película resulta un canto a la esperanza, al apelar a las capacidades de la ciencia y ética para enrumbar esta nave llamada civilización.

Pero las horas finales de la Cumbre de Cambio Climático de Copenhague, la cólera, la frustración y el pesimismo me envuelven. Las potencias se negaron a acotar sus emisiones si los países en desarrollo no hacían otro tanto, la financiación para políticas de reconversión y mitigación llegará a cuentagotas y todos apuestan a medianos plazos.

La OMNIpotencia del Amor

Cuando los conocí hace varios años, en nuestra comunidad de Alamar, no acertaba comprenderlos.

A mi mente, entrenada para los rigores de la academia, el arte contemplativo y la militancia tradicional, le parecían medio locos aquellos “negros hippiosos” vestidos de túnicas, con faldas y a veces con turbantes o cascos de constructor en sus cabezas que paraban el tráfico y a los transeúntes… con sus performances irreverentes…sus meditaciones dentro de aquella multicolor casa-taller…y su entrega al caos creativo, justo a la vista de todo el mundo.

Nuestro propio Copenhague

Armando Chaguaceda

La Habana desde las alturas.  Foto: Caridad

HAVANA TIMES, Dec. 7 — Toca ya a nuestras puertas la Cumbre de Copenhague, sin haber alcanzado los consensos previos necesarios, por la fundamental irresponsabilidad de las grandes potencias (imperiales o emergentes), principales emisoras de gases contaminantes.

Como correlato, los indicadores del calentamiento global apuntan a un escenario peor que cualquiera de las variantes presentadas, hace dos años, por el Panel Internacional de Cambio Climático.

Si el actual modelo de crecimiento económico persiste, para 2050 la humanidad necesitaría consumir los recursos naturales equivalentes a dos planetas Tierra. Todo ello es sin duda preocupante para naciones como Cuba: pobres, insulares y ubicadas en regiones de proverbial inestabilidad climatológica. Una mezcla funesta.

Buenos Comunistas

Armando Chaguaceda

Terraza en La Habana.  Foto: Caridad

En estos días que el vigésimo aniversario de la caída del Muro levanta tantos lamentos, silencios y conmemoraciones, vale la pena re-visitar otras tramas, íntimas, de la utopía comunista.

Hacerlo desde la existencia de personas que han entregado su vida al proyecto de una sociedad decente. Sí, decente, porque este término, aparentemente “desideologizado y burgués,” cuando se traduce en actos cotidianos, privados y públicos, representa un valladar contra las censuras, cansancios y fanatismos que han envuelto la épica anticapitalista en estos 92 años de socialismo de estado, y en particular, en su medio siglo de capítulo cubano.

Defendiendo nuestros Temas

Armando Chaguaceda
Ultimo jueves del mes -  foro organizado por la revista Temas.
Esta noche, al volver a casa, un estremecedor llamado de un camarada me impulsa a escribir. Llevo varios días siguiendo, itinerante, el desarrollo de debates y acciones en torno a dos sucesos recientes de la esfera pública cubana: el debate del pasado Último Jueves sobre el Internet y la marcha por la No Violencia del viernes 6 de noviembre.

En ambos casos, el bloqueo al acceso de blogueros opositores, más allá de cualquier sospecha de manipulación mediática, se tradujo en un uso injustificable de la violencia y una distorsión de los propósitos de ambas acciones.

Todo lo cual propició lo que se quería evitar: llevar agua al molino de la agenda de la derecha internacional y sus adláteres internos. Favoreciendo una situación crítica que, en manos perversas, podría dar al traste con espacios y esfuerzos de diálogo y perfeccionamiento dentro de la tradición socialista.