Cuando acaba la función

Por Verónica Vega

Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Anoche, al bajar de la guagua que me traía a Alamar, vi tendido en la Vía Blanca un cuerpo cubierto por un nailon negro. A pesar de la oscuridad, los haces de luz dejaban ver la sangre acumulada en la orilla de la calle.

Un joven protestaba porque la policía no lo dejaba disponer del cuerpo de su propio padre. Porque el ritual investigativo era superior a su desesperación, a su deseo de poner el amasijo de sangre y huesos (todavía tibio) a salvo de las miradas morbosas, del churre del asfalto, del abandono.

Los policías, como los médicos y los juristas, saben delimitar rápidamente lo sustancial de lo intrascendente, lo desechable y lo útil.

Mezclándome entre los curiosos, me pregunté por qué casi nunca pensamos en que el carro o la fatalidad puede alcanzar a cualquiera, cuán fuerte es la sugestión de planes que se malogran en pocos segundos por el golpe de un carro, una punzada, un paro entre sístole y diástole: el término de la función.

E imaginé a este hombre, minutos antes, tan apurado en cruzar la calle, cargado de preocupaciones y bultos con soluciones efímeras. Pensé en los que lo esperaban y sólo recibieron un aviso oficial acogido con gritos.

Cómo se nos olvida que sólo articulamos un juego, una función de circo que apenas nos permite avanzar en la ilusión de cambiar a nuestro alrededor  lo que creemos injusto.

Recordé estos meses de escabrosas demandas legales, porque a mi hijo adolescente no le permiten entrar a la escuela con su pelo largo. Un camino de dudas y agónicas esperanzas hasta el mismo Consejo de Estado.

¿La respuesta? Que la ministra de Educación tiene autoridad absoluta para imponer su criterio estético a todos los varones del país, para casi toda su vida escolar, excepto para la universidad. (Aunque incluso esto es cuestionable porque conozco a alguien que fue bastante hostigado en su misma facultad cuando estudiaba la carrera de Psicología por el simple hecho de llevar dreadlocks).

El reglamento escolar, que jamás fue discutido con los padres, y mucho menos con los interesados, (los estudiantes), que la FEEM* aprueba simplemente porque “baja”, como mandato divino, puede regir como incuestionable ley aunque no haya pasado por el Ministerio de Justicia.

No importa si afecta la vida extraescolar de los estudiantes. No importa si además es discriminatorio pues sólo la fiscalía tiene autoridad suprema para decidir cuándo se viola o no la Constitución. ¿Es casual que no exista en Cuba un Tribunal Constitucional, que se encargaría específicamente de atender denuncias  por violaciones a la Carta Magna?

No importan siquiera los pactos firmados en la Convención Internacional del Niño. El bienestar psicológico del menor es sacrificable en nombre de un criterio obsoleto y sexista. Según un vicefiscal general, opiniones sobre el respeto a su dignidad, sobre la igualdad de derechos, cuanto más, clasifican como aspiraciones justas (o sueños?) para el lejano futuro de Cuba.

Dejando atrás la tragedia, el coro de curiosos en la Vía Blanca, pensé que la función puede terminar cuando no lo esperamos y no hay tiempo para batallas inútiles.

Sentí alivio al pensar que mi hijo decidió dejar su preuniversitario. Buscará otras alternativas para estudiar. Yo desistí de apelar en asfixiantes oficinas, ante indolentes funcionarios que cuadriculan la justicia en letras y cifras que no tienen ninguna relación con la vida.

La libertad a veces está en renunciar.  O en seguir luchando desde un ángulo donde al menos se pueda respirar.
—–
(*) La FEEM (Federación Estudiantil de Enseñanza Media) es la organización que supuestamente defiende los derechos de los estudiantes, desde la secundaria y hasta el grado doce.

22 thoughts on “Cuando acaba la función

  • al fin tu hijo logro lo que queria!!!!!…no estudiar!!!!!!

  • Que poca imaginacion tienes, deberias de llamarte – soldadito de plomo – en vez del pseudonimo que te das

  • Kurt tu madre aun vive?, porque de serlo debe sentirse muy orgulloza de ti.

  • La peor opción es dejar de estudiar. Ojalá que en el futuro no se arrepienta. Ellos tienen la razón pero llevo la lucha a la par de los estudios. Nadie deja de comer porque las viandas llegan llenas de tierra al agro, se protesta o no se protesta, pero hay que limpiarlas y comérselas porque sino no habrá un mañana, y si el muchacho no estudia no tendrá un mañana. Es mi modesta opinión.

  • Yo me hubiera pelado al cero en senal de protesta, a ver que iban a decir entonces.

  • Se que esto no va a gustar, pero carajo, fuera hijo mío y yo misma le hubiera cortado el pelo el primer día y lo hubiera arrastrado pa la escuela a punta de cintazos.
    Pero bueno, cada cual cría a sus hijos como estima conveniente: el mío estudia o estudia.

  • Si de verdad hubiera querido estudiar se hubiera dedicado todos los días a copiar las clases mientras esperaba que se dilucidara lo del pelo.

  • Y la candanga con ese artículo del reglamento escolar es viejísima y Kabir no es el primer chiquillo que se pone de conejillo de indias a ver hasta dónde se puede llegar.
    Yo terminé el bachiller en el 89 y cada año hubo casos así. Claro, en aquel entonces no había internet y los padres hacían dos cosas: 1-O te mandaban a pelar y te hacían ir a la escuela pelado, o 2-Te daban la opción de dejar la escuela y ponerte a trabajar en el campo o en la construcción.

  • Ja, ja…eso hice mismo yo en los años 70, rasparme al cero, cuando me fastidiaron mucho con el tema del pelo, y salió un profesor “guía”, proponiendo que se me hiciera un “Consejo de Escuela”, porque mi acto constituía “un bofetón sin manos”, una afrenta al profesorado. ¡Mira que llevamos años atracándonos!

  • que tal veronica; siento que no debiste dejar que esto llegara hasta sus ultimas consecuencias. por experiencia propia puedo decirte q a esa edad hay cosas que se piensan las mejores, sin embargo cuando pasan los anos nos damos cuenta de cuan equivocado estabamos. la sociedad humana una es una vana institucion, es una necesidad antropologica. kabir y tu, hoy en el siglo 21 , tienen la razon, sin embargo vero lo mas inteligente no es siempre hacer lo que la razon dicta. cuando lo inteligente es lo contrario a la razon, enctonces lo verdaderamente racional es hacer lo contrario a lo que dice la razon. pero no quiero enredarme, esto es mas sencillo> de aqui a unos anos kabir puede cambiar, quiza radicalmente, y entonces, entonces va a ser tarde.

    empero, si tu compromiso y el de kabir con la verdad es tan grande, adelante. de todas formas, pienso q lo inteligente era otra cosa. suerte

  • hablas de “lo intrascendente”, de la “boberia”, de las preocupaciones con soluciones efimeras y el valor que le otorgas a un atuendo, a un “look” es inmenso… las ideas y los posicionamientos mas radicales, y que realmente son de peso, no van arraigados en los cabellos ni se sustentan en la simple pinta. cuanta jodidez hay en esa actitud.

  • mira..yo tuve el pelo largo..me llene de aretes las orejas…de collares y pulseras….jaja..me creia un rock star….pero cuando en la vocacional me amenazaron de q si no me pelaba y dejaba la boberia esa me iban a tener q expulsar de la escuela y perder la oportunidad de acceder a una buena carrera…corri a pelarme…..
    como bien dijo alguien…si fuera veronica una madre responsable…habria pelado ella misma a su hijo….como me decian mis padres..primero los estudios!!!!…..

  • si vive y esta bastante orgullosa..pq tiene un hijo q supo definir sus prioridades en la vida…no como otras madres q le aceptan todas las malacrianzas de sus hijos….

  • bueno…veo a Kadir como un futuro delincuente..si ya no lo es…..ya probo fuerzas con su madre…se dio cuenta q hace de ella lo que quiere…cual sera el proximo paso??????….esperen…q este culebron tiene continuacion!!!

  • “La letra con sangre entraba”

    Un día mi hermano le dijo a mi mama que no quería ir más a la escuela. Hoy me puedo imaginar a mi madre, divorciada y con dos hijos y toda la vida doblando turnos en un ingenio, cuando El Niño le dijo aquello. Sin perder ni una gota de calma le dijo: “No hay problema. Si no quieres estudiar yo no puedo obligarte. PERO yo no mantengo vagos, el que viva en mi casa o trabaja o estudia. Así qué mañana mismo te vas a trabajar. Como no estudiaste, no sabes hacer nada, te toca irte para la agricultura. Te van a pagar 140 pesos. De ahí tienes que darme para tu comida, la luz, el agua y mandar a lavar tu ropa porque mentira que me voy a fajar con ropa llena de tierra. De lo que te quede, tienes que apartar el pasaje de la siguiente quincena….”
    Mi hermano no la dejó terminar: “Está bien, me voy pa la escuela”

  • kurt que ganas de faltarte el respeto tengo!
    algunas veces es mejor callarse, por favor, ni siquiera te voy a pedir que apoyes la opción valiente en este caso, pero antes de hablar estas barbaridades, sé neutral y no teclees más, es mucho pedir verdad?

  • yo coincido contigo, pero no dejo de ver que la posición de la escuela es tan o más irrazonable que la del muchacho.
    es bastante cuestionable la afirmación que sin estudiar no se es nadie en este país, cuando hay tantos tíitulos universitarios cuya única función es la de adornar la pared.
    además con la educación en cuba hace rato de mal en peor, cada vez más los muchachos aprenden menos y tienen menos deseos de aprender.
    algunos, entre los que me incluyo, miramos hacia atrás con sospecha: me he pasado toda mi vida estudiando y para qué? no podía haber empezado a “chocar” con la verdad más temprano?

  • si, algunas como tú crian a sus hijos como bestias!

    ay chico, este tema parece que no pero tiene picante…

  • la importancia al look no se la dan ella y su hijo, sino la escuela y el modelo de conducta que llega de “arriba”.

  • wow, kurt qué gran imaginación tienes! ya lo ves de delincuente y todo!
    yo al contrario que tú no creo que su futuro ya esté predeterminado, pero supongamos que termine de delincuente, de quién crees que sea la culpa? no será de la propia escuela que le negó la entrada por algo tan intrascendente como el largo de su pelo? nosotros mismos habremos creado un mostruo!

  • jaja…o de la madre q no supo poner el suficiente caracter para quitarle de su hijo d la cabeza una idea irrelevante…..

  • Gracias a todos por sus comentarios.
    A los que no aprueban la decisión de Kabir, ni que sus padres lo apoyemos:
    Tienen razón, esa batalla no era digna ni de intentarse. Lo que hace falta en Cuba no es cambiar un detalle del reglamento escolar sino una educación de verdad: cuando tengamos esto el respeto a la individualidad estará incluido.
    ¿Para qué luchar por migajas?

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