El Internet en Cuba, no mejora aún

Isbel Díaz Torres

El cable de Venezuela a Cuba llegó en Febrero pero aún no esta operativo.

HAVANA TIMES, 6 agosto — El cable de doble fibra óptica ALBA-1, todavía no ofrece servicio a los usuarios de la isla. La fecha para su instalación y activación ha sido postergada en varias ocasiones.

Según una intervención de Boris Moreno Cordovés, viceministro de Informática y Comunicaciones, los servicios podrían comenzar a partir de septiembre u octubre de este año.  El tendido del cable desde Venezuela a Santiago de Cuba se concluyó en Febrero del 2011.

Desde que en enero pasado fue anunciada la puesta en marcha de un proyecto que prometía multiplicar en 3.000 veces la velocidad de transmisión de datos, imágenes y voz de que dispone hoy Cuba, los isleños han estado esperando con ansias la llegada del momento.

Previsto la activación para el mes de julio, los usuarios de la isla han entrado en agosto con la misma lentitud y dificultades para acceder a la web. Cuba tiene una de las tasas de conectividad más bajas del hemisferio.

Según cifras oficiales 1,6 millones de usuarios accedieron a Internet en 2009.  No obstante, esa cifra incluye a una gran mayoría que no tiene acceso pleno a la red de redes, sino que disfrutan de un servicio limitado al correo electrónico, o simplemente a una intranet nacional con sitios muchas veces desactualizadas.

Cuba atribuye sus limitaciones de conectividad al bloqueo de Estados Unidos, que le ha obligado a utilizar un enlace satelital más lento y caro que una conexión física.

El cable ALBA-1

Telecomunicaciones Gran Caribe, una empresa mixta cubano-venezolana, propiedad de las compañías estatales de telecomunicaciones de ambos países, es quien lleva adelante el proyecto. La instalación de la línea corrió a cargo de Shanghai Bell, una compañía filial de Alcatel-Lucent con sede en China, con gran experiencia en la instalación de líneas similares en muchas partes del mundo.

Según José Ignacio Quintero, gerente de soluciones de la compañía a cargo, el cable tendrá una capacidad de alrededor de 80 millones de llamadas telefónicas simultáneas, aunque parte de ese ancho de banda estará al servicio de internet. Contará con 640 gigabytes de capacidad para el enlace con el exterior.

Según Boris Moreno Cordovés, viceministro de Informática y Comunicaciones, los servicios podrían comenzar a partir de septiembre u octubre de este año.

Tras la conexión, los usuarios podrán “tener un acceso a llamadas internacionales” desde o hacia Cuba “sin espera en línea.” había comentado Quintero cuando en febrero pasado llegó el buque con fibra óptica a Venezuela.

La compañía TeleCuba, de dueños cubano-estadounidenses, había propuesto tender un cable desde Key West hasta la isla, que sería de sólo 175 kilómetros y por lo tanto, más barato que el venezolano. Pero Cuba no respondió a la oferta. El actual cable ha debido recorrer 1.602 kilómetros desde Camurí en Venezuela hasta Siboney en Cuba, a un costo de más de 70 millones de dólares.

Según el diario Granma “el bloqueo impide a Cuba conectarse con cerca de una docena de los enlaces internacionales que nos rodean. Por ejemplo, uno de estos cables (Cancún-Miami), pasa a solo 32 kilómetros del Malecón habanero.”

Conectarse en Cuba

No obstante el intento del gobierno cubano por socializar el servicio de internet, la opinión pública nacional contradice tales empeños. Para los habitantes de la isla los servicios que se brindan en centros estatales educativos, de salud, investigativos y culturales, son insuficientes.

En la mayoría de los casos el acceso está condicionado por fuertes regulaciones que prohíben un uso personalizado y creativo de los medios disponibles.

A criterio de la bloguera y activista Yasmín S. Portales, el acceso a la conectividad en las instituciones del estado pasan por “la filiación profesional/docente/política” del usuario, así como por “el criterio de las directivas de esos centros sobre el objeto social de sus terminales.” Con tales presupuestos “quienes accedan estarán enajenados de su libertad de navegación a priori, limitados por el criterio de corrección política/moral de sus administradores de red.” remarca Portales.

Por lo general las regulaciones de seguridad informática son aplicadas de manera discrecional, variando de ministerio en ministerio. Los patrones de censura tampoco son uniformes.

El técnico en optometría Jimmy Roque Martínez cuenta que en las últimas semanas, en vez de aumentar la velocidad de navegación y accesibilidad en la red Infomed, perteneciente al sistema de salud cubano, esta ha disminuido. El también activista del Observatorio Crítico ya no puede acceder con su cuenta personal de infomed a sitios nacionales como la web de los periódicos Granma, Juventud Rebelde, o Trabajadores.

No obstante, ha comprobado que sí es posible acceder a estos sitios desde conexiones institucionales de salud.

Una fuente que no deseó ser identificada, aseguró a HT que el Joven Club de Computación al que asiste, ubicado en una provincia oriental, ofrece un tiempo de conexión muy limitado, y sin posibilidades de entrar en Facebook. Sin embargo, si el usuario declara que tiene el propósito de “hablar bien de la Revolución y los cinco héroes” en algún sitio web, incluido Facebook, se le otorga tiempo ilimitado.

Las instituciones culturales parecen ser las que brindan un servicio, tanto gratuito como con tarifas módicas, a una mayor cantidad de personas. La red Cubarte da cabida a una gran cantidad de instituciones y creadores nacionales con diversas modalidades de pago. Varias de estas instituciones cuentan entre sus funciones las de ofertar el servicio de navegación a sus usuarios, siempre con las limitaciones ya expuestas.

Sí, pero no

A finales del 2008 Carlos Oporto, de la oficina para la informatización, expresó que la estrategia cubana estaba relacionada con un “uso social, ordenado e intensivo de los medios y la conectividad.” Tales palabras fueron dichas en un taller donde otro directivo del ministerio de informática y comunicaciones, al referirse al tema de internet, reveló que “no tenemos infraestructura para eso.”

Casi tres años más tarde, todavía no parecen estar listos.

En la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, el viceministro Moreno precisó a los diputados que “el cable Cuba-Venezuela en estos días está terminando de ser operativo, y ahora hay que empezar a trasladar los canales, que implica sentarse con los proveedores, y a partir de septiembre u octubre iniciar la transferencia de servicios.”

El diario Granma, así como el resto de la prensa plana, omitió toda información relacionada con internet. Según el blog de Yohandry Fontana, el viceministro enfatizó que la posición responsable de Cuba es que en este contexto de limitaciones financieras, de bloqueo, de agresión, “seguiremos mejorando el acceso allí donde es necesario para el desarrollo del país.”

El órgano oficial del partido comunista meses atrás ya había dejado claro que “El cable submarino proporcionará una mayor calidad en las infocomunicaciones, pero no necesariamente significará una extensión de las mismas. La socialización del servicio dependerá más de buscar en las reservas de eficiencia que de la ampliación de la red.”

Durante su intervención, el viceministro comentó que “existe la voluntad política de ampliar los servicios de Internet en la medida en que los recursos económicos permitan el desarrollo de la infraestructura necesaria para ello, pues la entrada masiva a la Red de redes requiere de significativas inversiones a realizar progresivamente, y que dependen de la cantidad de usuarios a servir. El acceso de personas naturales desde los hogares se ofrecerá en la medida en que las capacidades lo permitan.”

Carlos Oporto en el 2008 había declarado que ya la fibra óptica estaba tirada en Cuba, de manera que era de esperar que durante estos años las instancias responsables hubieran preparado justamente esa infraestructura necesaria. Al no ser públicas las declaraciones íntegras del viceministro, se desconocen cuáles son los trabajos que aún faltan por realizarse, si es que fueron dichos ante los diputados.

En contradicción con Waldo Reboredo, vicepresidente de Telecomunicaciones Gran Caribe, quien había declarado meses atrás que el cable “abaratará en un 25 por ciento los costos de las operaciones actuales”; Bruno Moreno aclaró en la Asamblea Nacional que “la inversión garantizará un acceso más seguro y mejorará la calidad de los enlaces, pero no significará una reducción en los costos que paga Cuba para acceder a Internet.”

Por el momento, las expectativas de la población siguen sin ser colmadas. Los pocos privilegiados con sus lentas conexiones a Internet esperan ansiosos un cambio.  ¿Se podrán contratar servicios de internet en los domicilios?  ¿Se abaratará el precio de la conexión en los sitios turísticos?  ¿Mejorará la velocidad para todos?  ¿Disminuirán los precios de los servicios de telefonía? Nadie sabe.

4 thoughts on “El Internet en Cuba, no mejora aún

  • Este comentario es una traduccion por ordenador via “google.translate.com”:

    Buen artículo. Ahora entiendo por qué los cooperativistas-mente con los que he intercambiado opiniones a través de HT están tan mal informados en cuanto a muchas cosas en relación con las cooperativas. En el pasado he recomendado que la gente vaya a “video.google.com” y la revisión de las películas en lengua engles The Mondragon Experiment [El experimento de Mondragón] (50 minutos), y Democracy in the Workplace [la Democracia en el lugar de trabajo] (27 minutos). Pero, si no es posible en Cuba a ver estas películas con una conexión lenta, supongo que estaba recomendando lo imposible. Pido disculpas.

  • No creo que la mala conexión sea la razón de que de las coperativas apenas sepamos

  • Blogueando espero, el cable que no quiero… Siempre habra una brecha en el muro…

  • Grady, no sé en realidad qué hay detrás de tus palabras, pero al menos yo conozco a varias personas informadas sobre la temática de las “cooperativas”, tanto como para poder hacer un balance de los pro y los contra de ese modelo de organización, y posicionarse al respecto.
    Son ciertas las dificultades para acceder a Internet, pero por suerte también existen personas solidarias en el mundo que ofrecen valiosa bibliografía sobre las temáticas que nos interesan (eso incluye a Mondragón, sus éxitos, y sus procederes criticables).
    Ciertamente, recomendar el visionaje de un audiovisual on line es una ingenuidad, pues eso es casi imposible para la mayoría de los cubanos. Pero igual, podemos ver muchos audiovisuales que descargan amigos de todo el mundo, y más que eso, podemos conocer a personas cuyas realidades (incluidas formar parte de una cooperativa) pueden ilustrarnos. Saludos.

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