Gilda Pérez: Tiempo de fotografía

Portada del ebook “Tiempo de fotografía”, de Gilda Pérez

Por Alas Tensas

HAVANA TIMES – Ediciones inCUBAdora, en su colección Documenta, nos trae por estos días el ebook Tiempo de fotografía, de la artista cubana Gilda Pérez*, referente de obligada consulta para una idea completa de ese arte en la Cuba de los ochenta y los noventa del pasado siglo, pero también por donde quiera que la exiliada posó el lente de su cámara Leica, ya fuera en Suiza, España o Venezuela.

“Si hay algo que puede establecer como hilo unificador su obra, quizás sea la noción de hogar, de refugio y remembranza. Un hogar que se extrapola al mundo a través de la cámara. No importa qué mire, las fotografías de Gilda saben siempre a casa”, dice en el prólogo del libro la escritora Kelly Martínez-Grandal.

Gilda, habanera nacida en 1954 y discípula de los maestros cubanos de la fotografía Tito Álvarez, Rogelio López Marín (Gory) y Ramón Grandal, destacó desde muy joven con premios en el Salón Juvenil de Artes Plásticas, La Habana, 1980, y en el Salón Juvenil de Fotografía, Santiago de Cuba, 1987.

En Cuba son famosas sus series Paisajes de patio, Guajiros y Los pasajeros, yendo desde la intimidad de los patios hogareños, hasta el trabajo de los campesinos cubanos en provincias del interior y los rostros de los viajantes en la popular lanchita de Regla, en La Habana. De todas ellas hay una muestra en este libro, además de sus celebradas obras “La gasolinera”, “América” y “La laguna de la leche”, piezas aparte que prestigian el arte de Cartier Bresson y Walker Evans, en una cubana que Martínez Grandal ha definido con exactitud como “caracol constante”, por su infatigable trasiego en el que siempre conservó la mirada de la isla.

“Sin título”. Sancti Spíritus, Cuba. 1989. Captura

“Tal vez la importancia de la obra de Gilda para la fotografía cubana no radique solamente en el valor y la calidad de sus imágenes, en lo que tienen que decir sobre nosotros y sobre sí misma, sino también en su modestia. Nos recuerda (a nosotros, un pueblo escandaloso, propenso al espectáculo y a una época en la que el ruido es la norma) la importancia de lo silencioso y lo discreto; la importancia de atender los propios viajes contemplativos”, dice acertadamente el prólogo.

Las veinticuatro láminas contenidas en este ebook nos dejan con las ganas de explorar más la visión de esta profunda artista, y quizás sea ese uno de los objetivos de la edición, que recoge las valoraciones de entendidos en la obra de Gilda como Aaron Sosa, Alex Fleites, Damaris Betancourt, Ernesto Menéndez-Conde, José Antonio Navarrete, Pedro Abascal, Ricardo A. Sarco Lira Farías, Gory y Willy Castellanos.

Sobre Los pasajeros, por ejemplo, Navarrete opina que “es una obra sin precedentes en la fotografía cubana. En esta serie no están los personajes populares del país, singulares y simpáticos, elevados a la categoría de prototipos nacionales; tampoco los héroes cotidianos del proyecto revolucionario, como los humildes y gloriosos obreros azucareros, sino la gente anónima, de historia desconocida, que se amontona y despersonaliza en un transporte colectivo”.

La mujer cubana es parte esencial de muchas de las series fotográficas de Gilda Pérez, en la captación de sus rostros diversos se percibe más que un instante, toda una época, su cotidianidad, frustraciones y sueños. Son documentos que pueden expresar, contener más que las miles de palabras aprisionadas en los libros de historia.

“Sin título”. De la serie Los pasajeros. La Habana, Cuba.1993. Captura

Celebramos así la publicación de este muestrario breve, pero exquisito, de la fotógrafa de “mirada compasiva”, como la define Alex Fleites, que “no tiene como objeto al otro, sino que busca en el ser sometido al escrutinio del lente lo que de ella hay en él. Habla de sí misma, se retrata a sí misma. Se revela, nos revela”.

*Gilda Pérez, exiliada desde 1993, reside actualmente en Miami.

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