En 2019, ¿despegarán otra vez los “cuentapropistas”?

Por El Toque

Ilustración: Néstor Blanco

HAVANA TIMES – 2018 fue un año malo, nos dicen algunos trabajadores por cuenta propia (o cuentapropistas, como les decimos en Cuba) con los que habitualmente hablamos para nuestras coberturas.

Del lado del Gobierno hubo experimentación, titubeos, y eso condujo, entre los integrantes del sector privado y muchos que aspiraban a serlo, a un elevado nivel de incertidumbre y, sobre todo, a mucha tensión desde que en 2017 se anunciaron medidas que fueron implementadas un año y medio después, en diciembre de 2018.

Si repasamos el año recién terminado, podemos ver varios puntos de inflexión en ese sector, que hoy emplea a cerca del 15% de la fuerza laboral del país y generó ingresos tributarios en 2017 equivalentes al 12% del total.

La desolación de un comienzo de año con malas noticias

Enero de 2018 comenzó en pausa, la pausa que no debería haber, según el slogan de los Lineamientos. No se sabía cuánto duraría el reordenamiento anunciado desde el verano anterior, aunque ya algunas de las medidas se habían dejado entrever por funcionarios cubanos: una sola licencia por persona, el fin de la exención de impuestos sobre los primeros cinco trabajadores, modificación de la Licencia de Operación de Transporte y más control de los Gobiernos locales, entre otras.

En palabras de Marino Murillo, el reordenamiento del Trabajo por Cuenta Propia tuvo como objetivo “(…) que todo lo que se desvió de la idea original vuelva a ese punto”.

Para contribuir con el debate que se articulaba como corriente subterránea en el país (por supuesto, ni aspirar que tuviera reflejo en los medios oficiales) en El TOQUE preparamos un Especial a partir de la filtración de un borrador de las nuevas medidas -comenzó a circular de mano en mano-, y que resultó ser casi idéntico al paquete oficial, publicado en julio.

Uno de los asuntos más preocupantes que se vislumbraba desde el anuncio de mayores restricciones (y que se ha confirmado con las regulaciones entradas en vigor en diciembre) es que la Administración estatal continúa aumentando sus prerrogativas para decidir sobre la suerte de los trabajadores privados, mientras no les deja oportunidad de defender sus derechos en órganos colegiados, como los tribunales. Es juez y parte, pues un ministro es la última instancia de reclamación de una medida impuesta por un funcionario… ¡de su mismo ministerio!

A pesar del desánimo que se respiraba en el momento, todavía encontramos a varios emprendedores cubanos con la energía suficiente para seguir apostando a emplear su vida en generar cambios favorables para ellos, su familia y su entorno.

Entre la espada y la pared

El nuevo marco regulatorio llegó. Pero no trajo tranquilidad.

Aunque las autoridades expresaron que se informaría y emplearía mucho tiempo en “capacitar” a los trabajadores por cuenta propia afectados por las nuevas regulaciones, la realidad que fuimos encontrando en nuestra labor reporteril era de confusión y dudas, incluso dentro de los mismos funcionarios que tenían que ofrecer respuestas a los afectados.

Hasta finales de septiembre, solo un 14 por ciento de los trabajadores por cuenta propia que debieron asistir, recibieron la capacitación ofrecida por las autoridades para prepararse para la implementación de las normas.

En octubre inició el experimento de transporte de pasajeros en La Habana. Con 26 piqueras, y 23 rutas asociadas, se pretende ordenar el transporte de pasajeros en la capital, y controlar el “desvío” de combustible y la evasión de impuestos. La reorganización incluye todos los medios con capacidad de 4 a 14 pasajeros. En diciembre, el resultado fue que hubo más de 2000 autos menos ofreciendo servicio de pasaje en la capital cubana.

Noviembre

Un sector de los cuentapropistas califica las regulaciones como “medidas arbitrarias y que para nada cuentan con la aprobación de quienes las tienen que cumplir”.

Y en diciembre, se les escucha.

El Consejo de Ministros adecuó varias normas que entraban en vigor el día 7. Entre las modificaciones se halla la posibilidad de ejercer más de una actividad. También comenzarán a otorgarse nuevas autorizaciones en 26 de las 27 actividades que estaban suspendidas, excepto para el programador de equipos de cómputos.

Por otra parte, los negocios de venta de alimentos podrán tener más de 50 capacidades para atender a sus clientes y aumenta hasta 35% el monto en efectivo con el que puede contarse en carácter de fondo para pagos de menor cuantía e imprevistos, y que no tiene que ser depositado en la cuenta bancaria fiscal.

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, dijo en la última sesión de la Asamblea que “hemos reconocido al sector no estatal como un complemento de la economía y no hay intención de evitar que prosperen, pero sus operaciones deben estar dentro de la ley”.

Sin embargo, todavía existen muchos prejuicios y limitaciones, y es difícil creer en la voluntad política de quien abre puertas y las cierra con tanta discrecionalidad, como lo ha hecho el Gobierno cubano desde 1968 con el sector privado.

Esperamos que este 2019, de acuerdo con las declaraciones oficiales, sea un mejor año para los 589 000 trabajadores y los otros cientos de miles de cubanos que dependen de ellos, para sostenerse o para acceder a los servicios que el gran entramado de empresas estatales no es capaz de ofrecer con eficiencia.

Los próximos 12 meses lo dirán todo.

2 thoughts on “En 2019, ¿despegarán otra vez los “cuentapropistas”?

  • Para ellos es solo un divertido experimento. No tienen nada que perder y sí mucho que ganar. Tienen terror a que la gente deje de necesitar sus limosnas.

  • Aceptar la idea de progreso de los cubanos de abajo…eso les da dolor de cabeza…sólo ellos pueden gozar del bienestar…a expensas del pueblo

Comentarios cerrados.