Cuba en Río-2016: La lucha saca la cara

Por Ronal Quiñones

Mijain Ricardo Lopez Hevia granma
Mijain López. Foto: Ricardo Lopez Hevia/granma

HAVANA TIMES — A falta de un mejor desempeño de los boxeadores, que hasta ahora no han aportado lo que se esperaba de ellos, la lucha grecorromana ha sacado la cara por Cuba en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y reportó dos medallas de oro y una de plata.

No por esperado fue menos espectacular el título del abanderado cubano Mijaín López, pues la manera en que le ganó al turco Riza Kayaalp en la final fue electrizante. Quiso el sorteo que se enfrentaran en la discusión del trono, y era enorme la expectativa en Cuba por ver al estandarte del deporte nacional en este siglo ante el único que le había podido derrotar en esta década. Sin embargo, en cuestión de segundos el caribeño proyectó aparatosamente al europeo, y ahí mismo aseguró su tercera coronación en citas estivales.

El otro oro lo puso Ismael Borrero, quien llegaba con la etiqueta de campeón mundial, pero todavía con dudas porque antes de eso no había podido hacerse notar en el escenario internacional. No obstante, en la Arena Carioca Borrero no dejó margen a duda y pasó con comodidad por encima de todos sus rivales, hasta imponerse en la final por superioridad técnica, como mismo había hecho en la justa del orbe del pasado año, aunque frente a otro rival.

Yasmani Lugo
Yasmani Lugo

La gran sorpresa de la lucha greco la puso Yasmany Lugo, al llevarse la medalla de plata en la división de 98 kilogramos. Nada rimbombante hizo el gladiador de Pinar del Río sobre los colchones, pero fue ganando sus peleas y solamente lo detuvo en la final el gran favorito de la categoría: el armenio, Artur Alexanian dos veces dorado universal y bronce en Londres, hace cuatro años. Sin dudas, para Lugo fue lo máximo en su carrera, en la cual atesoraba un título mundial juvenil, y coronaciones en Centroamericanos y Panamericanos, pero ninguna presea de gran calibre.

De esta manera, ya la lucha asegura mantener la tradición de aportar al menos un oro en cada Olimpiada, iniciada desde Barcelona, en 1992, único deporte cubano que puede blasonar de eso.

Por su parte, el boxeo sigue sumando metales, pero hasta el momento ninguno de oro. Al bronce que ya se tenía de Johannys Argilagos (49 kilogramos), se sumaron los de Lázaro Álvarez (60) y Erislandy Savón (91), ya eliminados, y la plata de Julio César La Cruz (81) y los bronces de Robeisy Ramírez (56) y Arlen López (75), que pudieran mejorar, mientras que Yobany Veitía (52) también se mantiene en competencia.

Denia Caballero
Denia Caballero

El otro tercer puesto que aparece en el medallero lo consiguió la discóbola Denia Caballero, quien pese a una molestia de última hora logró colarse en el podio de su especialidad, aunque se sabía que sería muy difícil derrotar a la excepcional croata Sandra Perkovic.

La dupla del voleibol de playa protagonizó un electrizante encuentro contra su similar de Rusia, pero en definitiva perdió en tres peleados sets (todos excedieron el límite), y finaliza lejos del podio pese a su gran actuación.

El tirador Leurys Pupo, titular de Londres, también se despidió con un meritorio quinto puesto, lo mejor que ha logrado en un evento de gran nivel en este cuatrienio, y el gimnasta Manrique Larduet no pudo repetir lo conseguido en el pasado Mundial, afectado por una lesión de tobillo que los médicos ocultaron todo el tiempo, hasta que se hizo evidente.

Decepcionante fue la presentación del remero Ángel Fournier, que tras hacerlo muy bien en las fases preliminares, en la final fue penúltimo, bien lejos de los ocupantes del estrado de premiaciones, y tampoco estuvo a su altura la ciclista Lisandra Guerra, eliminada rápidamente en las pruebas en las que se presentó. En esta última disciplina tampoco logró una medalla Marlies Mejías, pero su séptimo puesto en la prueba del omnium merece reconocimiento.

Nada halagüeñas fueron también las presentaciones de los boxeadores Lázaro Álvarez y Leinier Peró (más de 91), pese a que de este último no se esperaba mucho. Álvarez, casi perfecto durante todo el cuatrienio, atacó muy poco frente al local Robson Conceicao, quien a la postre se llevó el oro. El cubano se quejó de mal proceder de los árbitros, pero en honor a la verdad, no fue consistente sobre el ring, y eso es nefasto cuando enfrente hay un contrario del país sede.

Peor estuvo Peró, noqueado por el croata Filip Hrgovic, un oponente que le saca bastantes kilos de más, por lo que la deuda en la máxima categoría sigue existiendo.

Para los próximos tres días, será vital lo que consigan los cuatro púgiles restantes, tanto para el medallero general de Cuba como para su propio prestigio, pues apuntaron a no menos de tres coronas. Los cuatro podrían aportarla, pero para eso no pueden dejar margen a dudas.

También saldrá a su final la gran esperanza del atletismo cubano ante la baja por lesión del triplista Pedro Pablo Pichardo: la pertiguista Yarisley Silva, quien no se vio bien en la clasificatoria. Como en la final se empieza otra vez de cero, tendrá la oportunidad de mejorar sus ejecuciones y aspirar a encaramarse en el estrado de premiaciones.

Yowlys-Bonne-lucha
Yowlys Bonne Foto: cubabebate.cu

Además, llegará el turno de la lucha libre, en la cual existen grandes esperanzas con los cinco representantes, pues aunque Alejandro Valdés (65) es el único de ellos que no ha alcanzado medallas en los Mundiales de este ciclo, se encuentra en muy buena forma y también pudiera dar la sorpresa. No obstante, pensando en oro, quizás el único realmente con chances de lograrlo, no solo por su calidad, sino por los rivales de su división, es Yowlys Bonne (57). Todo dependerá de si logra aplicar el adecuado plan táctico para cada combate.

Finalmente, queda el taekwondoca Rafael Alba, quien fue el rey del planeta en 2013, pero no lo pudo ratificar en 2015. En cualquier caso, es un serio candidato al trono, o al meno, a conseguir una medalla.

La escena está caliente para el último tramo de estos Juegos, y todavía Cuba puede soñar con cumplir su meta de ubicarse entre los 20 primeros países del medallero general; desde Río tendrán la última palabra.