¡¿Otra provincia más en Cuba?!
HAVANA TIMES, 23 junio — Cuando el gobierno habla de que “sobran” más de un millón de trabajadores, el aparato burocrático central propone crear otra provincia más.
Un Comité Provincial más por cada organización política y de masas. Otra dirección Provincial del Poder Popular y tantas delegaciones provinciales como Ministerios y Comités Estatales tenemos, otro periódico, otro centro de televisión.
También habrá que hacer otro equipo de pelota y otro por cada deporte. ¿Y cómo queda el equipo Habana de pelota, que venía subiendo como la espuma y estaba tocando a las puertas del campeonato?
En fin otro nuevo paquete completo de reproducción de todo el aparato burocrático del estado-partido-gobierno para una nueva Provincia.
¿Cómo encaja esa propuesta con las políticas de abaratar el estado y eliminar burocracia y subsidios?
¿Será parte de una política para crear nuevos empleos?
¿Estos son los cambios de estructura que se propone el gobierno?
¿Es lo más conveniente, cuando de lo que se trata es de eliminar burocracia, subsidios y gastos del estado? ¿Alguien ha sacado la cuenta de cuánto le costará esa nueva estructura burocrática –que solo consumirá y nada producirá- al pueblo de Cuba, a los trabajadores cubanos que son los que subsidian al estado, y no al revés como divulgan algunos?
Salarios, carros, prebendas, edificios, muebles, comedores, auxiliares, gasolina, electricidad, agua, gas, nuevas chapas de los carros, nuevos carnes de identidad y todos los membretes, cuños, papelería y demás rotulación de las dos provincias, etc.
¿No sería mejor revisar qué tan conveniente es la estructura actual de 14 provincias y 169 Municipios y pensar en otra más ligera y facilitadora, que eliminara o redujera ese escalón intermedio de provincias, que todo lo complica, dejarlo quizás en las tres regiones históricas, como tiene las FAR (Occidente, Centro y Oriente) y reducir también el número de municipios y realizar una verdadera descentralización de funciones y poderes hacia los municipios en línea con la estrategia de la Guerra de todo el pueblo y las políticas de autoconsumo, autonomía y autodefensa?
Si fuera posible eliminar las estructuras de provincias, ¿se imaginan cuánto se ahorraría el estado, que diga, los trabajadores cubanos?
¿No se percatan los que están proponiendo la nueva provincia que más burocracia intermedia improductiva, no ayuda al control popular, el de abajo, que es el que necesitamos, sino al burocrático, más gente “dirigiendo,” o debía decirse digiriendo?
¿Han pensado en preguntarle al pueblo habanero si está de acuerdo? O de acuerdo con nuestra actual democracia representativa, ¿bastará con preguntarles a sus representantes?
¿Han pensado en preguntarle al pueblo de Cuba si está dispuesto a cargar con el costo de esa nueva estructura?
¿Harán un referendo?
¿Y cuándo vamos a poner en el periódico o en una página oficial de Internet cuánto nos cuesta toda nuestra burocracia nacional, provincial y municipal, gubernamental, ministerial, política y gerencial-administrativa?
En fin que no cuadra la caja con el billete, como dicen los cajeros-contadores.