Fin de año en el subdesarrollo

Warhol P

HAVANA TIMES — Un año termina y otro inicia, así es el ciclo de la vida. La gente se felicita en la calle, y me pregunto la razón de tales felicitaciones, ¿será porque aún estamos vivos? Si ese es el motivo, puedo entenderlo.

Lo cierto es que este fin de año me dediqué más que nada a observar con detenimiento el comportamiento de algunas familias cubanas.

Lo primero que noté en mi barrio fue que casi nadie se dedicó, como en otros años, a remodelar sus casas, dar una nueva pintura a sus fachadas, y la otra, tampoco percibí el deseo de festejar por el advenimiento del 2014.

En una de zona de Alamar, municipio donde vive mi madre y familiares, fue donde decidí pasar el fin subdesarrollado.

Para sorpresa mía, en toda la noche en ningún edificio aledaño escuché música, algo que me resultó extremadamente raro.

Solo luego, ya pasadas las doce, un grupo de muchachitos pasaron por delante del edificio sonando cazuelas, y nada más.

Supongo que muchos prefirieron ver los musicales de televisión, que de tan parecidos a los de años anteriores daban ganas de ir a dormir.

Pero eso no es todo, a la mañana siguiente, al llegar a mi lugar de residencia, decido dar una caminata por las calles, para ver como andaba el ambiente, comprobé que todo seguía idéntico, las calles sucias, la gente buscando comida, y el abandono de todo tipo.

En la esquina de una cuadra hallé una bandera cubana en un basurero, pude hacerle una fotografía para insertarla en este post.

Nunca había visto algo parecido, la gente pasaba por delante del basurero, y ver ahí la bandera como un trapo de cocina, no significaba nada,  nuestra bandera era solo eso: simple escombro.

Inicia el 2014, y ya comenzamos mal, pensé, sin mucho ánimo.

Me fui a casa, con la esperanza de que algún día, la vida de todos pueda dar un vuelco,  para que volvamos a poder festejar cada fin de año con bombos y platillos.