La pregunta de René González (de “los cinco”)

Por Francisco Acevedo

HAVANA TIMES – Desde hace tiempo para los que siguen con agudeza la realidad de Cuba no escapa la suspicacia de que René González es el Héroe preferido de nuestro entrañable Miguel Díaz-Canel.

Integrante del célebre grupo de Los Cinco, como se conoció a los agentes de la Seguridad del Estado que espiaron durante varios años en Estados Unidos hasta ser capturados, luego juzgados y finalmente canjeados y regresados a Cuba, René es un caso curioso.

A diferencia de sus compañeros, algunos con cargos importantes en el Gobierno, este de cuando en cuando deja caer opiniones que resultan cuando menos polémicas, sobre todo viniendo de él, que es un defensor confeso del régimen y que la mayor parte del tiempo sostiene el discurso tradicional de que el bloqueo de Estados Unidos es el gran responsable de la crisis económica del país.

Esta semana se hizo viral una publicación suya en la que se pregunta: “¿Alguien sabe cuántas personas realmente producen valor en Cuba, y a cuánto vago por cabeza toca para subsidiarles?”.

No es que el resto jamás nos hayamos preguntado lo mismo, pero es llamativo que venga de él, que de entrada no sé qué es lo que produce, y que está rodeado de miles de parásitos como él.

Al igual que los miembros de la nomenclatura y los dirigentes desde la alta cúpula hasta los municipios, tiene asignado auto, gasolina y alimentos, una casa digna (la de verdad, la que dice la Constitución que debemos tener todos los cubanos) y otras prebendas cuyos costos él y los demás pagan con palabras, con su labor de propaganda permanente a favor de mantenerlo todo como está.

En todos los países puede haber personas que no tienen trabajo, no aportan ingresos mediante impuestos o por otras vías, pero al menos lo hacen mediante el consumo de sus necesidades básicas, pues se las arreglan para sobrevivir de una manera o de otra, incluyendo con más énfasis en el caso cubano a quienes viven de las remesas enviadas por sus familiares en el exterior, una de las principales fuentes de ingresos de divisas de esta nación.

Este “vago” no produce valor, pero tampoco se aprovecha de los demás para vivir, como sí hacen los cuadros de este país, incluyendo al expreso político, aunque no tenga oficialmente ninguna responsabilidad.

Tampoco aquel ciudadano le implica al Estado ni la quinta parte de lo que gasta un dirigente, (ni siquiera el de nivel de municipio) en combustible, piezas de repuesto, comida, bebida, atención médica y todo lo necesario para aumentar la barriga hasta límites insospechados. Solo basta con ver en cualquier reunión a quienes se sientan en la presidencia, y compararlos con los famélicos oyentes que son amplia mayoría frente a ellos.

René sale con bastante frecuencia en los medios de comunicación, lo mismo para promover una actividad del Club de Aviación que preside, que para hablar de cualquier cosa en un “intercambio” con jóvenes o trabajadores, en cualquier parte del país.

Pero de vez en cuando le da por hacerse este tipo de preguntas que ponen en duda si de verdad las cosas se están haciendo como debieran, y no hay por qué restarle credibilidad.

A lo mejor no pensó que la interrogante sería un boomerang porque no se miró en ese espejo, pero no le falta razón.

Él es el primero que no produce valor, entendido como algo tangible, y es otro vago que mantiene el pueblo cubano y el exilio con el sudor de su frente, por personas como el pequeño agricultor que se preguntó en otro video que se hizo viral cómo el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) puede arrogarse el derecho de decidir a quién él puede venderle una res, leche o viandas, y a qué precio.

Este sí es de los que produce valor y mantiene no se sabe cuántos vagos, pero a este sí lo molestan intentando controlar lo que genera, ya más por costumbre que porque realmente quiera seguir haciendo lo mismo toda su vida.

Luego se preguntan por qué nadie quiere trabajar en el campo o en otros sectores con requerimientos físicos fuertes, cuando lo primero que deberían hacer es propiciar que proliferen este tipo de fuentes de valor, como quiere René.

Nadie puede enamorarse del campo para intentar elevar el Producto Interno Bruto (PIB) nacional si en vez de allanar el camino para la producción se entorpece con medidas dictadas desde un buró, como dice el Héroe.

Todos estos parásitos que se la pasan de reunión en reunión pidiendo más sacrificios a la población son los que usan y abusan de todos los productos del odiado capitalismo, y les gusta más el consumismo que el comunismo (ahí están los espejuelos Ray Ban que exhibía sin pudor el General de Ejército Raúl Castro en la tribuna del 1 de mayo junto al Jefe de Estado).

Para el resto de los cubanos todo lo que viene del Imperio es el mismo Diablo, pero ellos no quieren vestirse, asearse y pasearse con nada que no venga de allá.

Claro que no se hablará de esto en el podcast deDíaz-Canel, que dicho sea de paso, esta semana fue más aburrido todavía al abordar el tema de los recursos hidráulicos y el abasto de agua en el país.

Volviendo a la pregunta famosa, es difícil de cuantificar tanto las personas que producen como los vagos, lo que no es difícil es la solución para que eso deje de ser un problema.

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