El Puente de Hierro

Fotorreportaje por Irina Pino

HAVANA TIMES – Hace algunos años, apenas se podía transitar por el Puente de Hierro. Pululaban los huecos en su estructura; tanto en sus barandas, como en el piso. Daba miedo pasar. Cuando yo tenía que cruzarlo, iba rezando para que no se fuera abajo su piso oxidado. Abajo, sus aguas solían ser muy turbias.

Se construyó en el siglo pasado, con el nombre de Puente de los tranvías. Con armazones que pertenecieron al Puente de Pote (más tarde desarticulado). Fundado por José Luis Rodríguez Pote, un banquero promotor del Reparto Miramar, que unificaba las calles Calzada y Quinta Avenida.  Posteriormente, se hizo el Túnel de Quinta Avenida.

Nuestro Puente de Hierro es muy cómodo, porque vincula las calles 11, de El Vedado, con Miramar. Es un paso peatonal y para vehículos. Se abre hacia sus márgenes y permite el tránsito de embarcaciones fluviales.

Estuvo cerrado durante más de un año, y en 2014 se reinaugura. Mantiene el proyecto de su antigua construcción; pero esta vez se invirtieron materiales de alta tecnología, como el acero naval, pintura anticorrosiva, así como un mecanismo de giro y trincaje. El sistema de control opera desde una caseta de mando.

Se mantuvo bien iluminado en las noches. Incluso, había empleados en cada una de sus casetas. Hasta que ya no hubo ni empleados ni iluminación.

Aún así, su popularidad no ha menguado, la gente lo usa con mucha frecuencia. Cuando sales hacia El Vedado, lo primero que ves es la Fábrica de Arte Cubano y la parada de la ruta P3, con personas que esperan pacientemente la guagua.

Aunque las personas andan rápido por encima del puente, resulta agradable atravesarlo. Puedes observar el mar y el río en perfecta comunión. Las lanchas en sus riberas y el verde hábitat en sus orillas.

Es un lugar bonito, con buenas vistas, que inspira a hacer fotografías y videos.

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