¿Habrá llegado el fin del mercado de Cuatro de Caminos?

Yenisel Rodríguez Pérez

HAVANA TIMES — Se rumora que el popular mercado de Cuatro Caminos de la capital cubana se pondrá a disposición del capital chino. Después de 50 años de mala administración, era una noticia esperada. ¿Cuántos proyectos errados del gobierno han ido a parar a las manos de la inversión extranjera?

Por el momento, parece que el mercado se salvará del deterioro total transformándose en un sofisticado modo de gastar dinero; descubriéndose como un espacio de consumo aún más inaccesible de lo que ya es para gran parte de la población capitalina.

Si los rumores son ciertos, entonces Cuatro Caminos perderá lo poco que le queda de comunitario, y ganaremos otro santuario del consumo impracticable.

Años atrás el gobierno desalojó a grupos de indigentes, alcohólicos y vendedores ambulantes que ocupaban la calle Matadero, aledaña al mercado. Un sitio donde tradicionalmente se reúnen los más pobres y marginados de los alrededores. ¿Será este otro de los motivos para acabar con el mercado?

La complicidad procapitalista de los gobiernos cubanos nos ha llevado del Tencent norteamericano al supermercado chino, pasando por la estética de los grandes almacenes soviéticos. Imperios de primer o segundo orden, pero siempre alineados con potencias e intereses geopolíticos ajenos a las necesidades del ciudadano cubano.

Con la inauguración del puerto del Mariel buscan sumarnos a la órbita de los paraísos fiscales para llenar el país de maquilas al estilo centroamericano, con el distintivo de contar con una clase trabajadora despolitizada y ávida de canjear el empleo sub-remunerado por el subempleo remunerado.

Dejar que el leñador nos viole por habernos salvado de las garras del lobo.

Con el tiempo irá quedando atrás la “voluntad” política de liberar las fuerzas productivas desde dentro, y se irán favoreciendo la lógica de la inversión extranjera y la subordinación a las trasnacionales.

Retoñará esa otra tiranía del crecimiento económico y la capitalización de la economía.