Gobierno de Cuba ignora lucha de los pueblos

Isbel Díaz Torres

HAVANA TIMES – Mientras en República Dominicana el domingo miles de trabajadores, estudiantes, luchadores anticapitalistas, anarquistas, mujeres, se lanzaban a las calles a denunciar la corrupción de su gobierno y de la empresa brasileña Odebrecht, una delegación oficial cubana bebía café y se tiraba fotos.

Los oficiales cubanos acuden a otra cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), del 21 al 25 de este mes, junto con un puñado de jóvenes de lo que ellos llaman la sociedad civil en la isla. Sé que eso da un poco de risa, pero así lo dijeron en el noticiero.

Esta peculiar “sociedad civil” participará en el llamado Encuentro de fuerzas sociales por la unidad, la paz y la integración de América Latina y el Caribe, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo

Ya puedo imaginarme a los líderes cubanos de la Federación Estudiantil Universitaria o de la Unión de Jóvenes Comunistas, emocionados por asistir a un evento tan serio e importante, mientras en las calles dominicanas los verdaderos jóvenes anticapitalistas gritan sus verdades al poder, pues la constructora brasileña sobornó a funcionarios dominicanos de 2001 a 2014 para obtener contratos de obras públicas.

Pero Cuba no caerá en esas indisciplinas sociales. En su lugar, estaba previsto que el trovador Raúl Torres cantara este lunes su oportuna canción Cabalgando con Fidel en el concierto Artistas por la Unidad, al cierre del Encuentro de Movimientos Sociales y Fuerzas Políticas Progresistas de la Patria Grande, en respaldo a la Cumbre, y en homenaje a Fidel y a Chávez.

Las sesiones de la CELAC, a las que parece asistirá Raúl Castro, estarán bien protegidas de la gritería del populacho, por supuesto, pues se desarrollarán en la localidad turística de Bávaro, en el distrito municipal de Verón Punta Cana.

Esta realidad no tiene nada de contradictorio; más bien es coherente con el pragmatismo con que el gobierno de Raúl Castro ha asumido sus relaciones internacionales.

De igual manera, mientras el 20 de enero el magnate racista y homófobo Donald Trump asumía oficialmente su cargo como presidente estadounidense, esos mismos jóvenes anticapitalistas oficialistas cubanos nada tenían que decir en Cuba.

Cientos de manifestaciones espontáneas emergieron en varias partes del mundo, pero ninguna de ellas fue cubana. Quizás los chicos y chicas de la UJC estaban probándose las corbatas y tacones que usarían en la cumbre dominicana.

Lo mismo ha pasado con la TV nacional, que ha cubierto la cumbre de la CELAC en la hermana isla caribeña, pero ha ignorado a las miles de personas indignadas en sus calles, exigiendo el fin de la impunidad y la corrupción, y la salida de la empresa brasileña de territorio dominicano.

Típico periodismo oficialista cubano, tan fiel al libreto que le ponen delante.