La Violencia no será noticia

Ernesto Carralero Burgos

HAVANA TIMES — Desde hace un tiempo se ha estado insinuando en la prensa cubana la intención de informar sobre crímenes y otros eventos noticiosos que normalmente no se comunicaban.

Muy a pesar de ello, la verdad es que la gran mayoría de los actos violentos que se generan a diario en nuestro país no son ni de lejos conocidos por la población y solo alcanzan difusión localmente o cuando son tan desconcertantes que trascienden las barreras de la distancia.

No pasa nunca mucho tiempo sin que se escuche de alguna fiesta terminada en riña tumultuaria que siempre deja un saldo de heridos con arma blanca; o de asaltos o incluso asesinatos tan macabros que parecieran sacados de novelas de Stephen King.

Creo que la paz social de la cual tan generalmente se sienten orgullosos la gran mayoría de los cubanos, no aguantaría un escrutinio minucioso.

Cuba se torna cada día más violenta, aunque sin llegar al nivel de las mafias organizadas y pandillas ultra violentas de Centroamérica.

Hace poco uno de mis vecinos comentaba el último de los crímenes perpetrado en Alamar. Resulta que se encontró en un tanque de basura a una persona muerta y seriamente mutilada. También hace unos días un par de hombres encapuchados penetraron en una casa para robar.

Se dice que la fiscalía cuya construcción en Alamar se prepara es justo por el aumento de criminalidad en la comunidad. Rumor o no es preocupante y en esta época del año siempre se registran más actos de esta índole.

En cierta manera uno podría preguntarse: ¿todo esto sucede en realidad o son mitos y exageraciones? Como los medios no informan sólo nos queda la incertidumbre.

Muchos tal vez prefieran vivir en la ignorancia pero esto es aún más peligroso ya que al obviar el problema no se le busca ningún tipo de salida.

Si la violencia no es transmitida, si no es noticia, un día nos levantaremos y veremos el país convulsionando sin haber movido un dedo para evitarlo. No solo la policía y la fuerza son el freno a este tipo de manifestaciones.

De hecho, creo que en cierta manera la controlan pero ciertamente nunca la erradican. Solo mediante el diálogo abierto, el trabajo social pero sobre todo el conocimiento, podría dársele solución. Desgraciadamente el primer paso aún no se ha dado.