Erasmo Calzadilla
HAVANA TIMES — En el año 2012, luego de un acelerado ascenso, el cangrejo llegó a ser la primera causa de muerte en Cuba. En 2013 continuó la cuesta arriba y en 2014 trepó con especial brío: 23.729 vidas truncadas en doce meses, 747 más que el año anterior.
Es un problema mundial pero Cuba está entre los más afectados. Somos el segundo peor país de Latinoamérica, con una tasa de mortalidad (143 por cien mil habitantes) que supera con amplio margen la media del continente.
Como todas las enfermedades, el cáncer tiene una arista política, en este post me gustaría reflexionar sobre este aspecto porque creo que determinado contexto político está favoreciendo el auge de la enfermedad.
Todas las naciones tienen sus tumores que crecen sin freno y amenazan su “salud”. El nuestro es un Estado hipertrofiado que ya mató a sus “enemigos” y no tiene quien modere sus excesos. Al hiper-estatismo de corte moderno se asocian otras dolencias: paternalismo, burocratismo, peso excesivo de una elite profesional en la toma de decisiones, desarrollismo (que es la cosmovisión de esa elite) y otros rasgos de colonialidad.
¿Qué tiene que ver esto con el auge del cangrejo?
Cuando en 2012 ya fue imposible ocultar que el cáncer venía arrasando, el Estado-gobierno-Partido cubano, a través de sus monopólicos medios de comunicación, y con el apoyo de profesionales de dudosa ética, ofreció una visión distorsionada del problema.
Las principales mentiras o medias verdades expuestas por el aparato son:
Son mentiras peligrosas, casi criminales, porque distorsionan el problema e impiden que tracemos estrategias adecuadas. He dedicado varios post a desmentirlas; hoy quisiera concentrarme en una de ellas: los vicios y hábitos dañinos de la población tienen un peso importante en el brioso brote del cáncer en Cuba.
La relación que existe entre ciertos hábitos y determinados tipos de cáncer es bien conocida:
Para evaluar el peso de estos factores en el auge del cáncer deberíamos hacernos dos preguntas:
Veamos con más detalle.
La gráfica nos muestra la evolución de los tipos de cáncer más mortíferos y de más rápido crecimiento en el país: Próstata, pulmón (incluye tráquea y bronquios), mama de mujer, intestino (excluyendo el recto) y una categoría que llamaremos “otros” donde se inserta un grupo muy diverso de tumores que de manera individual no aportan mucho pero vistos en conjunto adquieren un gran peso. El año pasado estos cinco jinetes de la muerte se llevaron a la tumba a unas 16 mil personas, más del 70% de los fallecidos por cáncer. El auge del cáncer está concentrado en estas cinco localizaciones. Propongo que analicemos caso a caso preguntándonos la asociación de cada uno con algún tipo de vicio o práctica cotidiana dañina para la salud.
Próstata: 2819 fallecidos en 2014; 19 más que en 2013.
No existe ningún vicio o hábito dañino que se vincule de manera explícita con esta enfermedad. Antes se creía que montar bicicleta (por calles llenas de baches) podía propiciarlo pero esta hipótesis ha ido perdiendo peso. Se sabe que una dieta insana, fumar y beber alcohol aumentan la probabilidad de padecerlo pero la asociación es débil.
Pulmón: 5444 fallecidos en 2014; 221 más que el año anterior.
El cáncer de pulmón es el rey de la muerte en Cuba. Cuando oímos hablar de él de inmediato pensamos en tabaquismo pero ¿ha aumentado realmente esa práctica en Cuba? Las estadísticas oficiales afirman que no. ¿Cómo asociar un crecimiento acelerado de la enfermedad a un hábito que decae exponencialmente desde hace más de cuatro décadas?
Mama de mujer: 1536 defunciones en 2014; 91 más que en 2013.
Este tipo de cáncer, el segundo más mortífero en mujeres. Se asocia a exceso de estrógenos (internos y externos), al uso de ciertos desodorantes y al consumo de anticonceptivos orales; su vínculo con vicios o hábitos tóxicos es débil. No he conseguido datos pero a simple vista no me parece que las mujeres cubanas sean ahora mucho más obesas y alcohólicas que a principios de la década del 80, cuando la tasa de mortalidad de cáncer de mama era la mitad de la actual.
Intestino: 2177 fallecidos en 2014, 96 más que el año anterior.
Existe una estrecha relación entre el consumo de carne roja y la probabilidad de padecer diversos tipos de cáncer en el tracto digestivo. En el Periodo Especial hubo un descenso brusco en el consumo de todo tipo de carnes y luego un aumento paulatino, sin embargo, a través de todo ese tiempo, el cáncer intestinal continuó su cuesta arriba, con una tasa de crecimiento imperturbable que oscila entre 30 y 35% por década (un ritmo altísimo).
Por otra parte, la comida típica cubana suele ser pobre en fibra dietética y verduras pero se trata de tradiciones culinarias que no han cambiado y no podrían ser la causa de la epidemia actual.
El alcohol sí es peligroso para el intestino pero ¿bebemos más ahora que antes? No cuento con estadísticas pero a simple vista me parece que no.
Útero (no cérvix):
Las relaciones sexuales no protegidas favorecen el contagio del Virus de Papiloma Humano, agente principal del cáncer cuello-uterino. Este tipo de lesión maligna es una de las más mencionadas por los funcionarios a pesar de que en nuestro país se encuentra bastante controlado (tasa de mortalidad ~ 8 por cada 100 mil habitantes). Otras variantes de carcinoma uterino, no asociados al VPH ni a relaciones sexuales desprotegidas, son más mortales (tasa ~ 11) y sin embargo tienen menos prensa.
Piel: 425 muertes en 2015, 28 más que el año anterior.
Este no lo incluí entre los cinco principales porque es de los menos mortíferos, sin embargo goza de gran prensa y popularidad, tal vez porque es de los que depende, en alguna medida, de la responsabilidad individual. Su incidencia y mortalidad (3,8 por cada 100 mil habitantes), además de baja, no han variado apenas en los últimos años. Los rayos ultravioletas no integran la banda que está acabando con los cubanos.
Conclusión
La elite del Estado-Gobierno-Partido y la del Ministerio de Salud son de un pájaro las dos alas. Ellos cooperan estrechamente en la tarea de evadir responsabilidades frente al auge de la enfermedad; si por el camino es necesario mentir en los medios ¿cuál es el problema?
La culpa del cáncer va a caer sobre factores tan lejanos y abstractos como el Sol, los contaminantes que inevitablemente acompañan al naturalizado desarrollo, el envejecimiento poblacional… y, por supuesto, sobre Liborio, que es un vicioso y practica sexo irresponsable.
Además, su cosmovisión y sensibilidad de elite les hace preferir un abordaje farmacológico de línea dura, enfocado al diseño de sofisticados y caros productos biotecnológicos destinados a la terapia (con poco o ningún resultado) mientras desatienden la prevención y la divulgación.
Más adelante contaré por qué considero que, después del envejecimiento poblacional, el Estado-Partido-Gobierno es el principal responsable de la epidemia.
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Notas:
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