Lucy y la civilización quinceañera

Erasmo Calzadilla

Lucy

HAVANA TIMES — Lucy, una joven americana que estudia en Taiwán, es secuestrada por mafiosos locales, tipos crueles y sanguinarios. Los malechores andan en busca de mulas para una potente droga que ha sido descubierta. En el vientre de la joven depositan un paquete pero se rompe y Lucy comienza a padecer raros trastornos.

Paralelamente un renombrado científico estudia las capacidades del cerebro. Los humanos empleamos un 10% ¿cómo sería un 20, un 50 o un 100%?

Con el sistema nervioso activado Lucy comienza a desarrollar poderes extraordinarios. Primero coloniza su propia mente, luego su cuerpo y después la materia en derredor. Pero un problema la apremia: morirá en 24 horas y no sabe qué hacer con tanto conocimiento repentinamente adquirido. En busca de respuesta localiza al reconocido doctor.

La película vuelve sobre un tópico recurrente en el cine culto y popular: El Despertar. Varios filmes han llegado a la cumbre del éxito con este tema, hace casi quince años The Matrix y El Show de Truman causaron sensación.

Para los que no tienen ni idea de qué rayos estoy hablando, Despertar es tomar distancia reflexiva de las dinámicas que gobiernan nuestra vida cotidiana; los incorporamos acríticamente y nos convierten en sus esclavos. Despertar es, también, desalinearse, religarse con el fluido universal que lo conecta todo. Camino a la lucidez Lucy llega a decir: “En verdad no morimos.”

Desde mi punto de vista la recurrencia y el éxito de este tópico en el cine no es accidental, es que estamos despertando. Pregunta del milenio: ¿completaremos el proceso antes de reventar la matriz que nos protege y nutre? Si en poco tiempo no emerge un nuevo tipo de sociedad que integre lo mejor de occidente retrocederemos al feudalismo o a una fase todavía peor.

Hollywood aprovecha el interés colectivo por el Despertar y de paso lo promueve pero, ¡ay! siempre termina empobreciendo la idea. Trataré de precisar dónde patina, según mi punto de vista, esta simpática película.

En su despertar mediado por drogas Lucy se vuelve más inteligente; no más sensible. Muy al principio lloriquea un poquito y menciona el dolor del aprendizaje pero a medida que su intoxicación avanza se torna más distante y ajena. Su despertar cuasi robótico y enfilado al conocimiento abstracto palidece al compararlo con el de uno de los pilares de nuestra cultura: Jesús Cristo. Dos mil años hace y todavía no somos capaces de crear personajes tan interesantes.

La relación de Lucy con la materia y las personas que le rodean es de dominación y colonización (ella misma usa la palabra). En la escena final logra la comunión con el Todo; muy forzando porque hasta ese instante ella manejaba cosas y personas como si de un videojuego se tratara.

Lucy logra la omni-sapiencia pero desde mi punto de vista su visión del aleph no supera la perspectiva tecno-científica que trae enfermo a este planeta. No debe sorprendernos que el conocimiento a ella revelado sea susceptible de ser cosificado y almacenado en una memoria. Tampoco es de extrañar la conclusión a que llega el profesor gurú: la vida es un medio para la acumulación y transmisión de conocimientos.

Ubicación espiritual

Parece ser que las civilizaciones pasan por dos etapas bien delimitadas: una juvenil, de expansión, donde el valor supremo consiste en crecer a toda costa sin una idea clara de para qué, y (si no perece en el intento) otra de contracción y retorno donde la búsqueda de sentido y plenitud pasan a primer plano. El parte aguas lo marca la venida (legendaria o real) de un ser más despierto que el común de los mortales, alguien que cataliza el despertar de sus contemporáneos: Jesús Cristo, Buda, Quetzalcóatl, etc.

Si tomamos a Lucy (la película) como un termómetro de la conciencia colectiva podemos asegurar sin temor a equivocarnos que la mente humana es todavía un adolescente en sus quince. Desde The Matrix (1999) no creo que hayamos avanzado mucho.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.