El color de los medicamentos

Erasmo Calzadilla

Los medicamentos no tienen realmente ese color bonito con que aparecen en su estuche.  Ese blanco, rosado o azulito agradable es un tinte con que lo cubren para enmascarar su verdadero y desagradable color: el rojo sangre.

Si no lo sabe entérese ahora: La industria farmacéutica (a nivel internacional) “sacrifica” ratas, ratones, conejos, monos y otros animales como si de materia prima se tratara.  Tras cada inocente tableta se esconde mucha crueldad y dolor.

En la facultad de farmacia nos entrenan para ello.  Desde los primeros años de la carrera se experimenta con ratoncitos y ratas en los laboratorios que luego se “eliminan” con un buen estirón de columna u otro método igual o peor de cruel.  El animalito ha de morir aunque no esté más que drogado y en pocos minutos pudiera recuperarse totalmente.

No recuerdo ningún profesor o técnico que haya intentado despertar en los estudiantes sensibilidad o respeto por los animales, más bien al contrario.  La vida de esos seres valía menos que nada para nosotros.

Me sensibilicé por primera vez cuando al laboratorio donde trabajaba llegó por error una ratica embarazada que a los pocos días parió.

Me dieron la tarea de sacrificar madre e hijos, pero nunca llegaron al crematorio sino a una caja en mi mochila, y luego a la casa de mi hermana donde entonces vivía solo con una amiga.  Una vez liberada, “Blanquita” hizo su nido debajo del fregadero y allí mudó a su cria.

Al crecer las raticas fueron colonizando el apartamento, y cada noche armaban un divertido aquelarre (divertido para ellas).  Por eso, antes que ellas o mi hermana me echaran de casa tuve que cazarlas una a una y soltarlas en un monte cercano.  Nunca más las he vuelto a ver.  Sé que fue un acto irresponsable…

El tiempo pasó y unos años después me aceptaron en un magnífico trabajo, pero en mi contenido estaba trepanar raticas, y no pude continuar.  Lo intenté pero no pude, o no quise…

Pues no lo aburro con más historias.  Queda usted advertido, no puede alegar inocencia: Cuando consuma o haga consumir a alguien un medicamento, tenga en cuenta que tiene añadido un tinte para enmascarar su verdadero color.