Un perfume cubano para Amaury Pérez

Dmitri Prieto

HAVANA TIMES – Están, y retornan, y vuelven a estar por las librerías y tiendas Artex las atractivas colecciones de DVD con el programa TV del artista cubano Amaury Pérez “Con 2 que se quieran” o “c2qCq”.

A pesar de la popularidad que logró Amaury Pérez con sus entrevistas televisadas a personajes célebres de la cultura nacional (“Con 2 que se quieran”), siempre falta algo, que se pierde tras el vidrio (o aplanado

plástico) del televisor. Las lentes de las cámaras y los micrófonos, así como todo el avanzado sistema digital que registró y transmitió el programa de Amaury a los equipos de TV situados en los hogares cubanos, no ha logrado trasmitir los olores.

En su programa, Amaury Pérez aparece con elegantes tenis de correr pista (lamento no recordar la marca), saco y corbata a medio nudo, como trasmitiendo seriedad relajada a los espectadores. El tenue ambiente íntimo, reforzado por sus grandes espejuelos y el discreto color del cabello, tratado sin lugar a dudas por competentes especialistas nacionales, promueve una cálida atmósfera de reflexión relajada sobre temas álgidos. No por gusto Amaury cuenta con la capacidad estética para generar esa productiva imagen pública, en la cual también colabora eficazmente su cordial equipo. También resultó fantástico para lograr grandes audiencias el horario estelar en que se trasmitía el programa, y la posibilidad posterior de adquirir en DVD la serie completa, pagando por ello un módico precio en las ferias especializadas en promover productos culturales y artísticos.

La actividad profundamente intelectual, sin embargo, no es ajena a la actividad olfativa. Ya Nietzsche decía que la nariz era su órgano preferido para el filosofar (el otro era un martillo heredado de su tío), y Oscar Hurtado, escritor clásico cubano de Ciencia Ficción, sugirió que nuestro José Martí poseía lo que llamó un “ojo fétido”. El desarrollo del cerebro de los vertebrados comienza por las regiones olfativas, y de ellas depende toda la esfera del erotismo (también en los humanos).

Por ello, es lógico que los televidentes de “c2qCq” fallan en lograr una completa compenetración con el entrevistador y sus entrevistados al no poder percibir el perfume que portan. Pero por el ambiente elegante, y el estilo de vestir del conductor, es lógico presumir que éste usa un atractivo perfume la aspiración de cuyo olor forma parte de la inolvidable vivencia de sus entrevistados.

Quizás el Ministerio de cultura de nuestra República no se haya percatado aún de cuán conveniente sería para su función de promover la cultura nacional, lograr que la perfumería cubana elabore un perfume especial para Amaury.

Ese importante artista por supuesto debe tener voz y voto en la preparación de su perfume onomástico. El hálito aristocrático y la exclusividad quedarían así por siempre asociadas a su descollante capacidad como conductor de un programa de excelente factura estilística y escénica, donde la élite cultural cubana es interpelada en un entorno elegante de discreta nobleza sobre las más profundas motivaciones de la espiritualidad religiosa y profana de estos tiempos, y así logra también hacer justas galas de su sentido de la disciplina y de verdadero ascetismo intelectual que -sin nunca ser excéntrico- logra navegar en altas y azulmente estrechas aguas de la sinécdoque nacional.

Pensando en un posible nombre para esa verdadera obra de arte que sería el perfume especialmente compuesto para Amaury Pérez, no visualizo sin embargo coronas ducales ni de condes.

Pienso más bien en el combate de un soldado. Cualquier polémica sería innecesaria, cualquier debate es innecesario. Como innecesario es pretender que Amaury y sus entrevistados toquen determinados temas.

Señores, ¡que prevalezca la Diosa Cordialidad! ¡Viva Concordia! Por eso, creo que el mejor nombre para el perfume sería “Reposo del guerrero”. O quizás simplemente “AP”. Amaury no es exótico, ciertamente: lo hemos visto haciendo la cola de la papa. Porque –y por sobre todo- el programa de Amaury me recuerda la época cuando existían los duelos con pistolas. Las pistolas se vendían por pareja. Como en un duelo contener la pasión es esencial, así también ello resulta importante a la hora de dialogar.

Espero entonces que quienes diseñan los delicados olores de perfumes cubanos nos ayuden a contener nuestras pasiones mientras soñamos con una Cuba más libre, mirando a Amaury.