Lo que no logró la guerra en años lo hará el amor

“Ha llegado el momento de hacer la paz, para avanzar y comenzar de nuevo”, Jared Leto

Carlos Fraguela

HAVANA TIMES — La madurez hizo que dos líderes decidieran por el pueblo y este lo agradecerá devolviendo toda su sabiduría, construyendo la paz y la confianza, juntos por el bien del mundo.

Porque llegó el momento en que los hombres deben superarse y conseguir justicia para cada ser en el planeta. Porque esta crisis global tiene que conducir a la conservación y crecimiento del espíritu humano en la protección de todas las nacionalidades existentes sin excepción.

Los gobiernos tienen que jugar el papel de líderes de sus pueblos informándolos del modo más imparcial, para conseguir el objetivo común de defender los derechos de cada criatura del mundo. Solo las personas que han descubierto el poder del amor sobre el mal pueden cambiar lo que es necesario cambiar.

Nuestra sociedad, aunque con una larga tradición castradora, ha parido espíritus libres aun en la oscuridad de la ignorancia y la inseguridad que genera la desconexión de un pueblo con el resto del mundo.

Esta normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba es el principio de la integración de Cuba con el mundo, del que es parte.

El presidente Obama ha reconocido los aportes que la nacionalidad cubana hizo a la estadounidense a través del exilio. Cuba tiene mucho más que aportar a la globalización. Existe una cultura libre que ha tenido que vivir en la clandestinidad, que vive y resuena cada día lejos del teatro del noticiero nacional de televisión ortopédico, que ignora la opinión del pueblo.

Raúl Castro hace unos años habló de erradicar la mentira, dijo que había que decir sinceramente cuales eran los problemas y plantearlos para que existiera un flujo de información entre el gobierno y el pueblo para resolverlos. Las tecnologías existentes ahora lo permiten y es hora de dar libre acceso a la información al pueblo para estimular su capacidad creativa y que pueda aportar ideas sobre cómo resolver conflictos nacionales e internacionales del momento.

El gobierno tiene que representar los intereses de su pueblo o no habrá entendimiento ni desarrollo posible. Subestimar la capacidad creativa de su pueblo es la desgracia de un gobierno que cree tener la verdad en su poder, lejos de los intereses de su pueblo.