Verdades contenidas en una frase

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Tras los rumores en redes sociales de que se avecinaba una crisis mayor a causa de la escasez de combustible, los principales responsables del desastre nacional decidieron, a través de su programa Mesa Redonda, enviar a dos de sus mayorales: los ministros de Economía y Energía, para “explicar” al pueblo lo que acontecerá en el futuro inmediato, que en resumen no es otra cosa que la profundización del hambre, los apagones y demás calamidades que sufre el cubano de intramuros.

Gil, el insulso ministro de Economía, aseveró que aunque la situación es dura el socialismo y la Revolución son la única salida, de lo que se deducen algunas interpretaciones, nada de ellas favorables.

La frase nos ratifica la acostumbrada intransigencia del régimen para abordar los cambios que Cuba necesita realmente y así salir de la crisis sistémica que ha padecido por décadas, a saber, una transición hacia la democracia, el Estado de Derecho y la libertad plena de mercado. Pero no, para ellos se trata de socialismo y muérete.

Frase que contiene un totalitarismo velado que recuerda, precisamente, esa fatal consigna de “socialismo o muerte” enarbolada en 1989 o aquella “patria o muerte” de principios de los años 60, asumiendo a Fidel Castro y su régimen político como la encarnación de Cuba y la nacionalidad.

De ahí que quienes con pensamiento libre disentían o disienten de su dictadura, sus seguidores le arrojaban y todavía arrojan a modo de insulto el bochornoso epíteto de vendepatrias, gusanos y lacayos del imperialismo.

Frases totalitarias y fascistas al estilo de Mussolinni quien más atrás, en los 30, pronunció en un discurso “Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”, muy similar a esas que el líder cubano también explayara ante intelectuales cubanos décadas después y que rezaban: “Dentro de la revolución todo, contra la revolución nada”.

La frase nos lleva precisamente a no tener salida porque si es el socialismo y este aberrante orden social al que denominan revolución la única alternativa con que el pueblo puede contar para salir de este infierno, estaremos condenados por los siglos de los siglos en un bucle infinito de sufrimiento y promesas vacías. Dicho en buen cubano: estamos embarcados.

En fin, la frase es de un refinado cinismo, una burla a la inteligencia de los cubanos, toda vez que si los hechos nos demuestran día tras día el fracaso del sistema, nadie con una neurona viva podrá creer semejante absurdo.

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