Reencuentros y sorpresas

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Cuando abro mi Facebook me encuentro su solicitud de amistad, al principio no la reconozco, sin embargo, la observo hasta que voy descubriendo que es ella.

La misma de hace tanto… La que conocí en el pre como una de las muchachas más atractivas y codiciadas. Una mañana se acercó a mí en la última semana del curso e hizo que mi mente pintara fantasías y creara toda una película melodramática, al estilo de Bollywood pero con Ricardo Montaner y Álvaro Torres de fondo.

Yo, un muchachito flacucho, inseguro, con mis únicos zapatos remendados, sexualmente virgen, no podía creer que una chica así me deseara y opté por reservarme los sentimientos para evitar lo que en mi lógica de entonces significaba un seguro rechazo.

Años después el destino hizo que nos reencontráramos ya maduros. Llevaba un mes sin corazón. La última célula me la había gastado en una mujer que tras parecer la más enamorada del mundo se despertó distinta un día y me dijo sin recato: “Creo que lo mejor es terminar”.

Ella vino a ser como un oasis, al menos por breve tiempo. Era cuadro del PCC municipal (Partido Comunista de Cuba) y parecía tener convicciones. No la juzgué por malvada sino por ignorante y drogado por la pasión intenté convencerla con la misma intensidad que ella se aferraba a su ideología.

Estaba divorciada y quería algo estable, dispuesta a tolerar mi postura “contrarrevolucionaria” solo me pedía que no interfiriera en su “compromiso con la Revolución”, así me decía.

En el fondo yo no buscaba nada serio y mucho menos estaría dispuesto a sostener una relación de ese tipo con una mujer así. Le puse una condición inaceptable: o dejaba su trabajo o terminábamos. Tras una discusión bastante agria dejamos de vernos para siempre.

El dolor fue pasajero y hasta me sentí aliviado. Aquello no tenía alma para convertirse en un vínculo sentimental. Solo fue atracción biológica, compulsión de los genes, placer de la carne y nada más. Al poco tiempo la olvidé.

Ahora reaparece igual de hermosa aunque al parecer ha perdido sus convicciones. En su perfil puede leerse que vive en Nashville, Tennessee, USA.

Nashville, Tennessee, USA.

Lea más del diario de Pedro Pablo Morejón aquí.

Pedro Morejón

Soy un hombre que lucha por sus metas, que asume las consecuencias de sus actos, que no se detiene ante los obstáculos. Podría decir que la adversidad siempre ha sido una compañera inseparable, nunca he tenido nada fácil, pero en algún sentido ha beneficiado mi carácter. Valoro aquello que está en desuso, como la honestidad, la justicia, el honor. Durante mucho tiempo estuve atado a ideas y falsos paradigmas que me sofocaban, pero poco a poco logré liberarme y crecer por mí mismo. Hoy soy el que dicta mi moral, y defiendo mi libertad contra viento y marea. Y esa libertad también la construyo escribiendo, porque ser escritor me define.

Pedro Morejón has 210 posts and counting. See all posts by Pedro Morejón

3 thoughts on “Reencuentros y sorpresas

  • Esa historia nos ha ocurrido a muchos porque son miles y millones los que han cambiado. Mis casos más destados ha sido con parientes, que se la comían cruda hasta un día que de repente se daban cuenta de todo. La vida sigue su curso y puede traerte otra sorpresa con ella.

  • Las entradas del diario de Pedro siempre transportan a uno en tiempo y espacio. Su narración centrada en el “yo” busca catarsis con el lector y consigo mismo. -Y no hay nada malo en ello: solo un tilín de cautela de no dejarse arrastrar por nuestra debilidad humana.

  • y lo mas jodido es que TODOS (los que son como ella) se justifican de igual manera “yo vivia enganyada(o)” eso para mi no es otra cosa que admitir que no tienes cerebro para pensar porque ante nuestros ojos esta cada dia en esa maldita isla que ese gobierno de pandilleros no hace otra cosa que abusar del pueblo hambriento que tienen sometido desde 1959.

Comentarios cerrados.