No al servicio militar obligatorio

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Tenían cara de estar perdidos. Regresaban del pase de la previa del servicio militar obligatorio. Para quienes no sepan se le llama “previa” a un período de semanas que los jóvenes pasan siendo entrenados en tácticas militares, infantería, etcétera, antes de ser soldados por dos años.

Venían de Babineyes, un sitio intrincado en lo más occidental de la provincia.  La base militar a la que regresaban está a 8 kilómetros al sur de la ciudad de Pinar del Río y necesitaban llegar antes del anochecer.

Demasiados delgados, tanto que lo pronunciado de la cuenca de sus ojos me hizo pensar en imágenes de prisioneros de guerra maltratados.

“¿Es mucho el látigo que les están dando?” -les pregunté.

Me respondieron que el de pie es a las 5:30 de la mañana y desde que se levantan hasta que se acuestan no paran de correr y marchar casi todo el tiempo, cargados de mochilas y artefactos y siendo maltratados por hombres igual que ellos cuya diferencia son una barras que le señalan como sargento instructor u oficial. La comida es escasa y hace una semana les dan un picadillo casi podrido que no pueden comer.

Imberbes, no deben pasar de los 18 años. Me hicieron sentir una emoción paternal. Eran dos guajiritos que de seguro venían a la ciudad por vez primera y no sabían a dónde ir ni qué transporte tomar para llegar a tiempo.

Los conduje a la terminal que nos quedaba cerca y afortunadamente en media hora salía una guagua rumbo al lugar.

Sentí lástima por ellos, les dije: “todo pasa, ustedes son muy jóvenes y tienen una vida por delante. Lo que deben procurar es que por ninguna razón los monten en un avión y los manden a morir a Ucrania”.  Esto último se los solté medio en broma, medio en serio.

“Ni muerto. Yo lo que estoy contando los días para salir de esto” -respondió el más conversador.

“No creas”-riposté- “Te montan en un avión diciéndote que vas para La Habana u otra provincia. Ni muerto se suban en un avión. Se los digo en serio”.

Recordé mi época del servicio militar obligatorio, casi idéntica a sus experiencias con la agravante de que no había muchos pases.

Pensé en llamados anteriores como los de esos ancianos de ahora. Meses y meses cortando caña lejos de casa sin que la familia tuviera noticias. O en guerras internacionales jugando el rol de ser un peón que se sacrifica en el ajedrez de un déspota al que no le importa tu vida.

Generación tras generación siendo machacadas por un servicio militar inútil y obligatorio. Un período en que algunos jóvenes de este país se mueren y la mayoría pierde su tiempo con dolor, en el cumplimiento de la voluntad de otro.

Y así me despedí de ellos, un apretón de manos con afecto entre desconocidos que por unos minutos me hicieron recordar aquellos tiempos en que también fui un muchacho delgado e imberbe que contaba los días para salir de esa prisión. 

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Pedro Morejón

Soy un hombre que lucha por sus metas, que asume las consecuencias de sus actos, que no se detiene ante los obstáculos. Podría decir que la adversidad siempre ha sido una compañera inseparable, nunca he tenido nada fácil, pero en algún sentido ha beneficiado mi carácter. Valoro aquello que está en desuso, como la honestidad, la justicia, el honor. Durante mucho tiempo estuve atado a ideas y falsos paradigmas que me sofocaban, pero poco a poco logré liberarme y crecer por mí mismo. Hoy soy el que dicta mi moral, y defiendo mi libertad contra viento y marea. Y esa libertad también la construyo escribiendo, porque ser escritor me define.

One thought on “No al servicio militar obligatorio

  • El servicio militar debe desaparecer, y el ejército también, Cuba no necesita un ejército, porque sus vecinos no tienen poder ni intención de invadir la isla, y el que tiene poder, Estados Unidos, si se lo propone la arrasa, por tanto, no es necesario tener un ejército, que le cuesta mucho a un país tan pobre.

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