Vladimir Malakhov: el bailarín del siglo

Helson Hernández

Vladimir Malakhov

HAVANA TIMES — Exclusiva con una de las grandes estrellas del Ballet Clásico Mundial quien recientemente estuvo en Cuba. “Quiero que me recuerden como un buen bailarín clásico”, contó Vladimir Malakhov en su entrevista con HT.

HT: ¿Experimenta cuando baila algún tipo de trasformación especial?

Vladimir Malakhov: Por lo general cuando bailo no pienso mucho en la transformación que sucede dentro de mi alma, yo simplemente entrego, y cuando entrego lo hago en un doscientos por ciento para el público, me entrego por completo. Mi transformación es simplemente eso, poder dar mi arte a las personas que estoy mirando.

HT: ¿Memorias que todavía conserva de su natal Ucrania? 

VM: Los recuerdos de Ucrania son de niñez. Yo nací en este país, por lo tanto tengo en mi memoria mi infancia, mis padres, mi hermano. Después de eso, continué mi carrera en Moscú, por ello mis recuerdos de adolescencia son más bien de esta última ciudad, y luego por supuesto, distintas partes del mundo como Viena, Stuttgart, Canadá, Nueva York, por eso también puedo decir que mis recuerdos son un poco más internacionales que Ucrania.

HT: ¿Sobre su formación inicial en el mundo del Ballet?

VM: Tuve la suerte de tener una maestra que me guió en los primeros 8 años de mi carrera, eso no pasa nunca, en el Bolshói por lo general van cambiando los maestros, y esta diferencia me ayudó mucho a crecer como artista y bailarín técnico. Tener un mismo maestro de ballet contigo tanto tiempo, define el estilo del bailarín, agradezco mucho eso porque me ayudó en gran medida a formarme como lo que soy hoy en la escena.

HT: Usted tiene una antigua anécdota relacionada con la principal compañía de Ballet de Moscú.

Vladimir Malakhov

VM: Cuando terminé la escuela pasó algo muy interesante, no entré al Ballet Bolshói, sino a la que era la segunda compañía del país, entonces todos preguntaban por qué no había entrado a la compañía más importante de Rusia, y no fue por un problema artístico como es de suponer. Simplemente por ser Ucraniano no fui aceptado en el Bolshói, pues allí estaban enfocados en permitir la entrada solamente a bailarines de origen ruso.

Al transcurrir el tiempo sucedió por esas vueltas de la vida, que me empezó a ir muy bien con la compañía en la que bailaba, ganaba en los concursos más importantes de ballet del mundo, y fue en ese momento cuando el Bolshói me llamó para ofrecerme el contrato, y yo les respondí que ya era demasiado tarde: “me perdieron en la primera oportunidad y ahora no quiero trabajar con ustedes”. Las oportunidades son una, y si te las pierdes, te las pierdes.

HT: Su repertorio es muy abarcador.

VM: Yo he bailado todas las piezas del ballet clásico, Corsario es una de las que me ha llenado mucho. Hay obras que disfruto bailando, pero hay otras que no tanto, y debo pretender que me gustan también.

Tengo una experiencia muy bonita en Viena, donde ya había bailado Fille mal gardée, Lago de los cisnes, Giselle, pero un día el director me dijo que teníamos Don Quijote para fin de año. Yo no soy de Quijote, no es mi ballet favorito, y 6 meses antes de la actuación ya estaba teniendo problemas con pesadillas, pensando que tenía que bailar esta obra.

Vladimir Malakhov

Es que yo soy un príncipe azul como bailarín, ese es mi estilo, eso es lo que yo busco. Para mi bailar piezas líricas es mucho más fácil que asumir otro tipo de obras. Pensaba en ese período que mis mejores interpretaciones eran en los roles con estas características que expliqué, pero al bailar Quijote en Viena, el público y mis amigos se me acercaron después de la función, y me dijeron: “Vladimir, tu mejor trabajo hasta ahora lejos, ha sido Don Quijote”.

HT: ¿Su impresión del público cubano?

VM: Desearía poder volver más seguido a Cuba, pero estoy siempre tan ocupado que no me da el tiempo. Tengo muchos amigos cubanos con los que he trabajado a lo largo de mi carrera. La cercanía mía con Cuba ha sido siempre muy estrecha. Uno de mis grandes amigos cubanos es José Manuel Carreño, con quien compartí en el American Ballet Theatre, ABT, en Nueva York.

Siempre José me decía que viniera a bailar a Cuba, y finalmente al término de mi carrera llegué a la isla, y lamento no haber podido venir antes. Siendo una estrella internacional simplemente no me daba el horario, pienso que durante la época de la cercanía entre Rusia y Cuba años atrás, hubiese sido importante para mi participar en ese período de relaciones político-sociales.

HT: ¿Sobre la coreografía creada especialmente para usted por Renato Zanella?

VM: Voyage, del referido coreógrafo, ex – director de la Ópera de Viena y muy amigo. Esta es una pieza maravillosa que habla de una de las cosas que menos me gustan en la vida, Viajar, lo que resulta curioso y contradictorio teniendo en cuenta el rumbo que ha tomado mi trayectoria.

HT: ¿Qué filosofía danzaría posee como bailarín de formación clásica?

Vladimir Malakhov

VM: Soy un bailarín clásico, pero tengo la mente y el corazón abierto para aceptar todo tipo de manifestaciones artísticas, especialmente de la danza. Para mi es importante, que la gente que baile esté gozando lo que baila. Para mi ver cualquier tipo de danza bailada con amor y cariño, me llena el alma.

Yo ya he bailado todos los roles como bailarín clásico, con la edad me he dado cuenta que para mi cuerpo es más cómodo bailar piezas más contemporáneas ahora, porque para hacer ballet clásico hay que ser muy preciso y exacto, y yo ya pasé por esa etapa, una etapa superada.

Estoy empezando a disfrutar obras contemporáneas de coreógrafos que están queriendo crear para mí, creándome piezas nuevas. Para mí es muy importante que cuando finalice mi carrera, digan que como bailarín clásico fui perfecto, y dejé de bailar ballet justo en el momento indicado, en el período en el que todavía me veía bien haciéndolo.

Entonces quiero que me recuerden como un buen bailarín clásico, y que no quede la retina de un bailarín demacrado, que no está gozando lo que hace, algo parecido a lo que le pasó a Rudolf Nureyev, que no supo cuando parar su carrera.

HT: ¿Giselle entonces es su gran ballet?

VM: Es una obra muy importante, es una de mis favoritas, le he podido bailar muchas veces con grandes estrellas del ballet internacional. En Giselle no tengo que interpretar, es muy fácil para mí el personaje pues me siento Albrecht.

Son problemáticas humanas lo que narran muchos ballets, un hombre se enamora de una mujer, pronto se desenamora o no, o rompen tu corazón, por ello todas estas experiencias que son humanas, me son muy cercanas, no hay mucho que interpretar.

Es muy importante para mí cuando bailo estos roles, que la gente pueda ver en mi que lo que estoy sintiendo es real, y no una interpretación.

Una anécdota bonita que tuve, fue cuando en las primeras veces que bailé Giselle, invitaba a mis amigos a ver las funciones, y ellos al apreciarme en ese personaje me decían: “tú le rompes el corazón a las mujeres”. Yo les respondía: “sí, pero no en la vida real”.

5 thoughts on “Vladimir Malakhov: el bailarín del siglo

  • Felicidades por la excelente entrevista. Gracias

  • MARAVILLOS BAILARIN, CIERTO EL MEJOR DEL SIGLO, TAL COMO DICE EL, HA SIDO UNA LASTIMA NO HABERLO MAS EN CUBA EN TODO SU ESPLENDOR. LE DESEO MUCHO EXITO EN SUS CLASES MAGISTRALES.

  • Excelente entrevista al mejor bailarín del siglo!!! Gracias Malakhov por haber venido a Cuba! Ojalá se repita pronto!!!

  • Estimados Havana Times, nuestros más sinceros agradecimientos por el apoyo que han demostrado a nuestra gestión. Hay mucho mas por venir!
    Todo nuestro carino y hasta pronto!
    Paul Seaquist y Vladimir Malakhov

  • Excepcional bailarín y persona. Paradigma de artista universal, sabio, sencillo y afable. Mucha salud y prosperidad!

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