Chavismo y oposición miden fuerzas

por poderes habilitantes que desea Maduro

Por Angel Alberto González

Nicolás Maduro quiere mas poder para enfrentar la crisis. Foto: www.psuv.org.ve
Nicolás Maduro quiere mas poder para enfrentar la crisis. Foto: www.psuv.org.ve

HAVANA TIMES (dpa) — El chavismo y la oposición venezolana medirán fuerzas mañana en la sesión en la que el presidente Nicolás Maduro introducirá formalmente la solicitud para recibir poderes habilitantes para combatir la corrupción y la crisis económica.

Maduro necesita de una mayoría calificada de tres quintos de los integrantes de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral), que equivale a 99 de los 165 escaños totales, un voto más de los que tiene la bancada de 98 diputados del chavismo.

De momento ningún diputado opositor ha aceptado apoyar esta petición y la búsqueda del “diputado 99” con el voto decisivo de momento ha sido infructuosa.

Lejos de contrariarse por esta limitación, Maduro anunció que lideraría una manifestación hasta la sede del Parlamento, donde protagonizará una sesión plenaria para explicar los motivos para solicitar los poderes especiales.

“Yo me estoy preparando plenamente, y también (a) los planes especiales. Parte de ellos los voy a explicar el martes que viene en la Asamblea Nacional”, dijo Maduro, quien ha hecho de la lucha contra la corrupción una de las banderas de su gobierno desde que asumió la presidencia en abril, apenas cinco semanas después de la muerte por cáncer de su predecesor y padre político, Hugo Chávez.

La semana pasada, Maduro también agregó un nuevo objetivo a la solicitud: combatir la “guerra económica” que Venezuela vive actualmente y se traduce en una inflación superior al 32 por ciento en ocho meses e índices de escasez mayores al 20 por ciento.

“Vamos a derrotar de raíz todo el mal de la perversidad del sabotaje contra la vida económica del país”, prometió Maduro, quien ha intentado infructuosamente convencer a la oposición de respaldar su iniciativa.

Desde el chavismo se ha aplaudido la iniciativa para incluir los problemas económicos, que son atribuidos a “planes desestabilizadores” del sector privado de la economía, la oposición y la intervención de Estados Unidos.

El partido Patria Para Todos (PPT), perteneciente a la coalición de partidos del chavismo, solicitó que la Ley Habilitante contenga “la investigación, publicación, repatriación e impuestos a los capitales fugados del pasado y del presente”, según divulgó en un comunicado.

Sin embargo, la oposición ha señalado enfáticamente que votará en contra de la propuesta y de momento se desconoce si el chavismo ha logrado captar a algún legislador para que conceda el voto necesario.

La diputada María Corina Machado indicó que la búsqueda del diputado 99 corresponde a una “estrategia castrocomunista” con el objetivo de distraer a la oposición, mientras consideró que la habilitante sólo demuestra la debilidad del mandatario.

“Maduro es consciente de la debilidad estructural del gobierno por su ilegitimidad de origen, de la debilidad de procedimientos y de la ingobernabilidad, (por ello) persigue una concentración dramática del poder”, declaró Machado al diario “El Universal”.

Los 67 diputados opositores firmaron previamente un documento en el que se comprometen a votar en contra de la solicitud de Maduro, una manera de cerrar filas ante los rumores de cambio de bando de algunos de sus integrantes e incluso de compra de votos por parte del chavismo.

Este punto de tranca podría resolverse en favor del chavismo si llegara a prosperar la solicitud de la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, de un antejuicio de méritos contra la diputada María Mercedes Aranguren con el fin de destituirla de su cargo por supuestas irregularidades cometidas durante su gestión en un cargo público previo.

Ortega Díaz ha declarado enfáticamente que la solicitud de antejuicio de méritos contra Aranguren tiene fundamentos enteramente jurídicos, pero la bancada opositora acusó por enésima vez a la fiscal de estar subordinada al chavismo y usar su posición para beneficiar al gobierno.

Aranguren se separó del chavismo en 2010, pero su suplente Carlos Flores sigue siendo leal al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Maduro, por lo que su inhabilitación dejaría allanado el camino para la aprobación de los poderes especiales a Maduro.