Cubano-Americanos Visitan a Washington

HAVANA TIMES — Un grupo de Cubano-Americanos a favor de un mejoramiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba visitaron al comienzo de la semana a tres congresistas, el Departamento de Estado, la Sección de Intereses de Cuba y otras personas influyentes en la capital estadounidense. A continuación publicamos su nota de prensa.

Foto: Cortesía de LAWG

Viaje a Washington, 25, 26 y 27 de febrero, 2013.

Durante los días 25, 26 y 27 de febrero del 2013, Cuban/Americans for Engagement (CAFE), realizó un viaje a Washington que incluyó tres grupos de visitas a las oficinas de un grupo de senadores y congresistas. Fuimos recibidos por tres miembros del Congreso:  Sam Farr, representante de California, Joe García, de la Florida y Jim McGovern, de Massachusetts. En la rama ejecutiva, fuimos recibidos por el Departamento de Estado.

Sumado a esto, sostuvimos productivos encuentros con Peter Kornbluh, analista principal en los Archivos de Seguridad Nacional en la Universidad George Washington y Wayne Smith, ex jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos entre 1977-1982, ambos prominentes analistas de las relaciones Cuba-Estados Unidos. Incluimos en nuestro viaje una visita a la Sección de Intereses de Cuba.

Junto a CAFE participaron las organizaciones Foundation For Normalization of US-Cuba Relations (ForNorm) y Cuban-American Alliance. Washington Office For Latin America (WOLA) y Latin America Working Group (LAWG) ayudaron con la organización del viaje.  Contamos también con la asesoría  del Center for Democracy in the Americas (CDA).

En las visitas a la oficinas congresionales, reiteramos el mensaje de que los cubano-americanos en EE.UU. integramos una polifonía de voces, y que ningún político del congreso o el senado debe arrogarse el derecho de hablar por esta comunidad  como un todo. En el tema de la prohibición de viajar, divulgamos los reiterados resultados de encuestas que confirman la oposición de la mayoría de los cubano-americanos a esa medida, y la tendencia de dicha mayoría a aumentar.

Una constante en muchas de las respuestas a nuestras preguntas  fue la mención del caso de Alan Gross como un impedimento al desarrollo de las relaciones entre ambos países. En este sentido, instamos a los políticos a pensar, creativa y contextualmente, en posibles soluciones a este dilema. De igual manera, enviamos el mensaje de que el problema entre Cuba y EE.UU. va más allá del caso Gross, y amerita una mirada que tome en cuenta una historia de conflictos y errores de diseño en los programas de USAID, heredados del enfoque provocador de la Administración Bush. En el Departamento de Estado expresamos nuestra coincidencia con el enfoque propuesto por el Senador Patrick Leahy a favor de una negociación entre los dos países, de modo tal que la liberación de Gross sea un espacio para relanzar la relación bilateral sobre bases constructivas.

Por otra parte, enfatizamos que las recientes elecciones han corroborado que la demográfica cubano-americana en el sur de la Florida, donde está concentrado un 59 % de la población cubano-americana de EE.UU., ha cambiado considerablemente, al reelegir un presidente que ha dado pasos afirmativos hacia el restablecimiento de los viajes familiares y de pueblo a pueblo.

En el Departamento de Estado, donde asistimos por segunda vez, sostuvimos un diálogo, a instancias del Director de la Oficina de Coordinación de Asuntos Cubanos Raymond McGraph, sobre algunas características de la cultura política cubana, tales como el concepto de soberanía y el valor del nacionalismo, presentes en el imaginario colectivo cubano y en la historia entre los dos países. Desde este punto de vista, reiteramos que el embargo  es rechazado por la gran mayoría de los cubanos, más allá del espectro ideológico al que pertenezcan. La ley Helms-Burton es un mal comienzo para cualquier política hacia la isla, pero ahora lo es más, pues su enfoque provocador e intervencionista, lejos de incentivar o acompañar los cambios que tienen lugar en Cuba y la comunidad cubano-americana, los obstaculiza.

Nuestro mensaje más relevante al Departamento de Estado fue la necesidad de revalorar la injusta inclusión de Cuba en la Lista de países que promueven el terrorismo. Consideramos que la lista es una herramienta útil para alertar a otras naciones y reforzar la protección de EE.UU. contra amenazas terroristas reales, pero se desacredita cuando es mal utilizada para encubrir otras agendas. Pedimos al Departamento de Estado aplicar criterios sin sesgo al tema y sacar a Cuba de la lista si como ha sido en las ultimas décadas, no se presentan evidencias sustanciales que justifiquen su presencia en la misma.

En el tema de los viajes, explicamos que la sustitución de licencias específicas de viajes pueblo a pueblo, por una licencia general, permitiría a más norteamericanos visitar la isla, lo cual fortalecería el puente de comunicación entre ambas naciones.

En la Sección de Intereses de Cuba en Washington, donde fuimos recibidos por el nuevo jefe de la misma, José Ramón Cabañas y por Juan Lamigueiro, Primer Secretario de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, recapitulamos acerca de los cuatro puntos que planteamos en nuestra pasada visita de 2012: 1) apertura de Cuba a las inversiones de cubano-americanos en pequeños negocios; 2) eliminación de restricciones que impiden regresar a la isla a grupos específicos como balseros y doctores , o deportistas que habían abandonado el país sin el permiso requerido.; 3) el precio prohibitivo de los pasaportes para los cubanos residentes fuera de Cuba y otras medidas que coloquen a Cuba dentro de los estándares internacionales del derecho a viajar; 4) eliminación de barreras y prejuicios hacia los cubano-americanos que desean participar constructivamente en intercambios culturales y académicos con sus homólogos en la isla.  

Reconocimos el avance por parte del gobierno cubano en el  año 2012, en muchas de estas áreas, sobre todo en las concernientes a la migración. La eliminación del permiso de salida y la posibilidad de regresar a la isla de trabajadores de la salud, deportistas y balseros, dan fe de ello. Reconocer tal avance no es óbice para reiterar  que consideramos abusivos los precios de los pasaportes, particularmente los que se cobran a los cubanos residentes en EE.UU. Con respecto al tema 1 (inversión de cubano-americanos) se nos dijo que la ley de inversión extranjera lo permite. El embajador Cabañas explicó que se está produciendo una ampliación de la inversión de cubanos residentes fuera de Cuba en la isla, y que la tendencia es a que esta y otras iniciativas, encaminadas a la integración y la participación de emigrados en los procesos de reforma, puedan tomar lugar.

Como nuevos temas de interés, mencionamos la preocupación de que una mayor conectividad en Cuba a internet hará más fluida la comunicación entre los cubanos que viven en la isla y sus amigos y familiares en el exterior. El embajador Cabañas alertó sobre el carácter gradual de los cambios que están teniendo lugar y las dificultades que Cuba tiene para conectarse con EE.UU. y adquirir equipos que le permitan desarrollar su programa de conectividad basado en prioridades que no son dictadas por el mercado sino por la estrategia de desarrollo del país. Que aun así, se trabaja seriamente en una actualización de la política cubana en telecomunicaciones.

También expresamos opiniones enviadas a nuestro grupo por varios cubanos interesados en la implementación del procedimiento de repatriación, y la posibilidad de que por esa vía, cubanos emigrados puedan regresar a la isla, abrir negocios permitidos por las reformas en curso, mientras viajan a sus países de emigración sin dificultad. El embajador explicó que eso es perfectamente posible.

Se plantearon también nuevas áreas de posible intercambio académico, como la implementación de programas de estudio en el extranjero, en que universidades americanas puedan tener la posibilidad de recibir a sus estudiantes en sucursales o sub-ramificaciones en Cuba.

El embajador Cabañas reiteró la importancia que para la diplomacia cubana tiene el caso de los cinco cubanos convictos en EE.UU., llamando a reflexionar sobre las injusticias cometidas en el juicio y los sufrimientos adicionales impuestos a esos cubanos, entre ellos la negación de la posibilidad de procrear para uno de ellos.

Tanto en el Departamento de Estado como en la Sección de Intereses de Cuba en Washington expresamos nuestra esperanza de que Cuba y EE.UU. aprovechen los restantes años de la administración Obama para progresar en temas de interés mutuo para las sociedades de ambas naciones. En el Departamento de Estado fue alentador escuchar que EE.UU. ha propuesto a Cuba avanzar en el área de rescate y salvamento y protección contra desastres y accidentes y así se lo dijimos al embajador Cabañas. En ese sentido, Cabañas reiteró que Cuba ha propuesto más de trescientos temas en áreas de protección ambiental y colaboración antinarcóticos, en los que grandes progresos son posibles.

Los miembros de CAFE sostuvimos un encuentro cordial con el ex jefe de la sección de Intereses de EE.UU en la Habana, Wayne Smith y el analista Peter Kornbluh, sobre la forma en que podemos hacer más efectiva nuestra acción a favor de políticas de intercambio con Cuba. A Wayne Smith le agradecimos su labor como diplomático, y la dedicación de toda una vida a mejorar las relaciones entre Cuba y EE.UU.

CAFE hace explícito una vez más su agradecimiento a cada una de las oficinas del Congreso que nos recibió. Al Departamento de Estado y la Sección de Intereses de Cuba en Washington, agradecemos el extenso tiempo dedicado a sostener conversaciones profundas y respetuosas, mas allá de nuestras diferencias. Reiteramos el compromiso de favorecer el diálogo y la diplomacia, allanando el camino para la eventual normalización de las relaciones entre los dos países.