Los 3 amores de Maracaibo

Fotorreportaje por Caridad

Los maracuchos se sienten orgullosos de 3 cosas: el Lago, el Puente y la Chinita. Hace poco recorrí el enorme lago, a través del apabullante puente. En mi vida había estado así de cerca de una construcción tan monumental.

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El lago es fácil confundirlo con el mar, no solo por su tamaño, sino también por la salinidad que lo llena casi totalmente. Con la Virgen de la Chinita, patrona de Maracaibo, no pude encontrarme de día, muy tarde en la noche estuve a sus pies pero no pude entrar a la iglesia donde, hace un par de siglos, estaba la casa de la lavandera que, según cuentan, encontró la tablilla con la imagen de la virgen.

Un pelícano fue el primero en darnos la bienvenida mientras pasábamos el puente. Enseguida también sentimos el calor, muy semejante al que está haciendo por estos meses en Cuba; pero no es solo el calor lo que hace muy parecidos a Maracaibo y Cuba, su gente es la más sociable de todas las que he encontrado en Venezuela; sus casas se parecen mucho a las que se construyen en zonas de playa allá en Cuba; y el lago, disfrazado de mar todo el tiempo, centro de atención perenne de los maracuchos.

Otro de los amores de los marabinos es la Gaita, un género musical originario de Zulia (el estado en el que se encuentra Maracaibo) en el que interpretan desde cantos al amor y figuras religiosas hasta temas jocosos y de denuncia política; aunque es más reconocido como género de Navidad.

Este es la única zona de Venezuela donde la gente se trata de Vos, o sea, hablan muy parecido a los argentinos: “para que vos sepáis.” Y, como muchos argentinos, también suelen estar un poquito empeñados en sentir que poseen las más grandes virtudes (hace un tiempo atrás pretendieron con mucha energía separar su estado del resto de Venezuela). Gente interesante, sin dudas, lugar digno de conocer y pasar más tiempo en él.