Victor Mesa vuelve a la escena

Por José A. Rodríguez

HAVANA TIMES — Cuando parecía que la pelota cubana se tomaría un descanso de Víctor Mesa, el polémico mentor vuelve a aparecer en escena, ahora como candidato a dirigir a Industriales, nada menos que el equipo más emblemático del país.

Tras fracasar por quinta vez en seis años (la primera fue todo un logro por sacar al equipo de los puestos sotaneros) al frente de Matanzas, el exjardinero central había dicho que no dirigiría este año, que se tomaría unas vacaciones.

La salida suya, como era de esperar, dejó tocada a la novena matancera, conformada en su mayoría por peloteros de otras provincias, comenzando por su propio hijo, que jugará en la capital, otro punto que pudo haberlo motivado a pensarse lo de dirigir.

Como es costumbre en él, dio marcha atrás a sus declaraciones del pasado campeonato, y recientemente dijo de manera altanera que tomaría las riendas del equipo azul, pero que sería este año, no el que viene. Tal medida de presión, impensada para alguien que nunca ha ganado un título en una Serie Nacional y aspira a comandar al plantel más mediático de Cuba, no parece muy lógica, pero todo parece indicar que las autoridades de la Comisión Provincial de Béisbol se lo están pensando.

Matanzas no esperó mucho para nombrar a Víctor Figueroa como entrenador del conjunto para la venidera campaña, y Javier Méndez debió seguir al frente de Industriales, pero la hija del expatrullero central tiene serios problemas de salud, y hace un par de semanas Méndez anunció que no podría seguir.

Según Guillermo Carmona, quien estuvo al frente del equipo capitalino entre 1998 y 2001, los directivos provinciales le habían confesado que sería él el elegido si Méndez no podía continuar, pero ahora las cosas no parecen tan claras.

De entrada, eso de retrasar tanto la decisión (es el único plantel que todavía no tiene director) conspira contra la preparación física y táctica de los jugadores, que empezó esta semana sin conocer quién será el encargado de tomar las decisiones en el banquillo.

Si a eso se suma el dilema ético de haberle hecho promesas a una persona, para ahora dejarla en vilo, hacen del tema la polémica del momento.

Con ese tema en el tintero acudimos a la esquina de 23 y 12, sede de la cafetería La Pelota, donde el deporte nacional es tema recurrente.

Nada más mencionar al mentor, varios de los reunidos nos rodearon para dar su opinión, porque, pésele a quien le pese, Víctor Mesa no deja indiferente prácticamente a nadie.

Lo que dicen los fanáticos

“Yo lo veo bien”, comienza Gonder. “Es verdad que dijo primero que no iba a dirigir, pero eso le pasa a cualquiera, eso lo dijo con la cabeza caliente, cansado de perder con Matanzas. Es que era demasiado, casi todos los años terminaba como el mejor en la fase clasificatoria, y luego lo eliminaban en los play offs. Trató de mejorar escogiendo a varios industrialistas como refuerzos, pero ni así. Además, yo creo que a la capital le hace falta un técnico bien exigente, porque todo el mundo sabe que son malcriados.”

“Eso es un mito”, comenta Gonzalo, “el pelotero capitalino es igual que todos los demás. Los capitalinos somos los que no somos iguales que los demás, porque tenemos otra mentalidad, y eso hay que entenderlo. El lleva una buena cantidad de años viviendo aquí, y espero que lo haya comprendido si quiere tener éxito. Aquí no es solo meterlos en cintura (disciplinarlos), sino convencerlos.”

“Ahí es donde a mí me entran las dudas”, interviene Pedro Julio. “Yo no lo conozco personalmente, pero por lo que he visto por televisión y en el estadio, y lo que cuenta mucha gente, sus métodos no son los mejores, y eso no le va a gustar a los peloteros de acá. Si a los guajiritos (nacidos en el interior del país) él les mete el pie (los presiona), aquí no va a ser igual.”

“¿Quién sabe caballeros?”, se pregunta Alfredo. “Los matanceros son casi capitalinos, y él los tenía en el bolsillo. Si aquí el Gobierno le da todo el apoyo que le dieron en Matanzas, seguro que saca adelante al equipo, porque todo el mundo tiene necesidades, y él sabe explotar eso. A medio equipo Cuba se lo llevó para Matanzas repartiendo casas; si aquí le dan un chance, no duden que va a hacer lo mismo.”

“Sí”, le contesta Mayito, “pero eso es acabar con la pelota aquí. Vamos a esperar, pero yo estoy seguro de que este año Matanzas no clasifica a los play offs y va a pasar trabajo unos cuantos años más, porque él armó el equipo con gente de afuera, y no desarrolló los talentos de allí. Tiempo al tiempo, pero creo que a la larga los matanceros lo van a odiar por eso, y no quisiera que pasara lo mismo aquí, porque ya bastantes peloteros han dejado de desarrollarse desde que quitaron a Metropolitanos, sin contar los que se van del país.”

“Señores”, dice Rodney, “creo que nos estamos adelantando. Ni siquiera se ha hecho oficial el nombramiento, y no es el único candidato, yo escuché también que habían propuesto a Frangel Reynaldo. A Carmona le pusieron el caramelo delante y si no se lo dan van a quedar super mal. En fin, que hasta que no acabe la telenovela no se sabrá.”

“Pues para mí está todo decidido”, opina Gerardo. “Si no fuera Víctor, ya hace rato lo hubieran anunciado. Además, Frangel es santiaguero, ¿se imaginan a un santiaguero dirigiendo Industriales? Y ya Carmona tuvo su oportunidad. Vamos a ver qué tal le va a Víctor, ¿no?”

Así se está moviendo actualmente la opinión pública capitalina con respecto a esta temática, que aunque en el resto del país intentan restarle importancia porque se trata apenas de un equipo provincial, suena en toda Cuba. Se espera que en breve sea anunciado al fin el nuevo mentor capitalino, pero seguramente esto no acabará ahí, sino cuando se contrasten sus resultados al final de la campaña.