La iglesia de Regla

Miguel Arias Sánchez

HAVANA TIMES — Religiosamente, siempre que estoy en Cuba visito nuestra parroquia de Regla en semana santa. De las cosas que un reglano recuerda, en cualquier parte del mundo donde se encuentre, es esa iglesia.

Está situada al final del poblado, cerca del conocido emboque de Regla y a unos metros de la también famosa lanchita que nos transporta hasta la Habana Vieja.

Algo que llama mucho la atención es su conservación y cuidado. Hace poco tiempo se hizo una reparación general: albañilería, luces, pintura. Al acercarnos al lugar se aprecia su limpieza; su pintura exterior le da un toque de belleza y el exquisito trato de los que allí laboran, la amabilidad, siempre prestos a servir en cualquier duda.

La iglesia de Regla tiene su historia. Una de las fechas más recordadas nos remonta al año 1957.  Al acercarse la conmemoración de su Virgen y su salida en procesión por todo el pueblo, un grupo del Movimiento 26 de julio la secuestró como prueba del descontento que había con la dictadura de Fulgencio Batista.

Por lo tanto, aquel 8 de septiembre la virgen no salió. Días después pasada la fecha, fue depositada en un lugar apartado de Cojímar, con un ramo de flores y una explicación de aquellos jóvenes, pidiendo que los perdonaran por haber hecho aquello que ellos consideraban necesario en aquel momento muy crítico del país.

Todos los 8 de septiembre de cada año, peregrinos de todas partes de la capital y sus municipios, llegan por mar y tierra al ultramarino pueblo, a mostrarle su veneración y respeto, con flores, velas, ofrendas de distinto tipo.

Para culminar su homenaje con una procesión, donde en brazos de la gente del pueblo y de otros lugares, es paseada alrededor de la iglesia como prueba inequívoca del profundo respeto que por ella se siente.

“Yemayá, la Virgen de los reglanos”