Hipnosis Colectiva (Un Demo sin rencor)

Demián Rabilero, Foto: Dariela Aquique

Ya me cansé de tus mentiras / De tus arrebatos / Y de tus visiones / Del girar de la mano y el / dedo por un rato / Hipnosis Colectiva / Ya yo me harté de tu zapato / Puesto en la nuca / Desde que naces / Tú quieres que sea copia / Visión de artesano / Arcilla modelada / Barro Transformado / Pero soy arena múltiple / Que se te escurre entre las manos

Entrevista a Demián Rabilero, poeta y realizador de audiovisuales

Por Dariela Aquique L.

HAVANA TIMES, 17 dic.  — La generación de los 70 en Cuba es definitivamente muy singular, nacida pasada una década de la euforia colectiva de unos y del nacimiento del rencor en otros, en los primeros años de la Revolución.

Una generación que no pasó penurias económicas en su niñez, que tuvo excelentes maestros, Escuelas al campo, que estudió inglés y ruso, que vivió las bondades de los 80, las becas en los países del campo socialista, la guerra de Angola, los actos de repudios, los éxodos masivos del Mariel y después los balseros, que pudo oír a los Beatles sin esconderse, pero que leyó escondida a Kundera o a Vargas Llosa, de la que se fueron muchos, de la que quedamos pocos.

A esa generación yo pertenezco y mi entrevistado Demián Rabilero también.  Ahora pasadas cinco décadas el término ha cambiado: hipnosis colectiva.

HT: Hip hop, rap, música urbana, son géneros musicales en boga, asimilados por muchos, desdeñados por otros.  Damián Rabilero, de profesión abogado y no abogado de profesión, poeta fundamentalmente, realizador de audiovisuales, una de las personas jóvenes más interesantes de los que han quedado en la ciudad de Santiago de Cuba, devenido una suerte de productor de un disco de raperos, ¿de cómo va eso?

Demian Rabilero: No es exactamente un disco de raperos, más bien es un proyecto personal, es un disco por llamarlo de alguna manera de Spoken word, que es un género relacionado o propio del Hip Hop, donde ya no tanto se rapea, sino que se dice, a pesar de que el rap sea decir, es más cercano a la poesía tradicional, aunque con bases musicales detrás.  La columna central son textos míos, pensados casi todos para el disco, poesías para ser musicalizadas, más que musicalizadas para ser dichas.  Partiendo del título del disco que es Hipnosis colectiva, es que pretendo hacer un proyecto colectivo, donde no solo esté la presencia de mis textos sino darle incorporación a los raperos.

HT: ¿Por qué el rap?

D.R: Porque sencillamente el rap deviene desde su surgimiento, quizás en la vanguardia poética más radical y lo de más avanzada en la poesía, teniendo en cuenta que la poesía, tal como yo lo veo, se ha ido metiendo en un callejón como que sin salida, personas que escriben textos para ser leídos por una minoría, con un lenguaje que ya no es el propio de la época y que no tiene que ver con la sensibilidad de la gente.

HT: ¿Buscas entonces hacer una poesía que refleje al individuo, al ser, tal cual es hoy?

D.R: Claro, en definitiva la poesía viene del juglar, de aquella persona que andaba de pueblo en pueblo contando historias, cantando sus sentimientos.  Siempre los poetas fueron populares y no se trata de la banalización de la poesía, sino de cómo vas a adornar, a  presentar estas formas poéticas para que puedan ser captadas, escuchadas por las gentes, habidas cuentas que vivimos una época muy vertiginosa y por eso la idea de salirse del ambiente del público pequeño al que se le leen los textos con cierta cadencia (ya convertida en cliché) y es también una manera de presentar la poesía como espectáculo.

HT: ¿Entonces te apoyas en los orígenes netamente populares de la poesía, sin las pretensiones elitistas y esnobistas de algunos en los últimos tiempos?

D.R: Definitivamente, hago parte de una generación que me ha hecho renunciar  a la utopía, abogo cada vez más por simplificar mi poesía.  Todo el discurso que llevaría Hipnosis…, está pensado utilizar el lenguaje de la gente en la calle (esto no es nada original, ya se ha hecho).  Por ejemplo, esa frase: tú te paras lindo en la lomita, viene del argot popular deportivo, que no es más que una metáfora para decir de la actuación de un lanzador en un juego de Baseball.  Trato de emplear mucho esas cosas, de cuidar el lenguaje, de no usar palabras extrañas o arcaísmos

HT: ¿Naciste en el 72?

D.R: Sí, en el 72.  Una generación muy preparada intelectualmente, que se formó bastante bien, que tuvo todo un acceso a un mundo cultural, a pesar de censura más allá, censura más acá, con una visión muy cosmopolita desde niños.  Siempre me baso para ejemplificar esto en los muñequitos.

TNT, raperos de Santiago.

Es decir, no hubo otro país del mundo, (sin caer en el chovinismo ese tan cubano de que siempre somos los mejores), pero realmente en el contexto de mi generación , no hubo quienes vieran muñequitos de tantas partes del planeta como nosotros, porque vimos muñequitos norteamericanos desde los animados en blanco y negro de Betty Boop, El pájaro loco, etc., veíamos Manga japonés (en un momento en que ni siquiera era tan popular), animados cubanos, latinoamericanos, europeos y los del campo socialista.  En EE.UU., por ejemplo, nadie veía muñequitos del campo socialista; ni en la URSS, se veían muñequitos norteamericanos.

Entonces eso nos dio una visión multicultural desde muy pequeños, lo cual es paradójico que después de formarnos con esta visión cosmopolita, luego nos quieran hacer creer que el mundo es Cuba y que no hay nada más allá después de sus fronteras.

No voy a ponerme a ejemplificar con anécdotas todas las barbaridades que nos contaron, pero es así y de ahí parte Hipnosis colectiva.

HT: Muchos consideran que desde la música urbana, sólo se protesta de una manera chabacana y sentenciadora, ¿qué crees de esto?

D.R: Pasa que ese tipo de música urbana, es la que ha resultado más promovida.  Hipnosis colectiva no parte del rencor, del odio, ni de la ira.  Yo creo que desde el rencor no se puede hacer absolutamente nada, ni del odio, ni de la simpleza, pero hay algo aquí que es lógico.  Cuba es un país donde hay mucha censura.  Si te darás cuenta un chiste sobre homosexuales o una mala palabra en una película o una crítica social, cosas tan banales, a veces logran una rapidísima comunicación con el público, porque es algo así como: ¡ah, no se puede decir, qué valiente yo soy!.

Afortunadamente los tiempos están cambiando, la sensibilidad de la gente está cambiando y yo creo que ya la gente se va interesando por otras cosas (esto es sin intentar hablar en nombre de nadie, es solo una percepción).  Al público cada vez le interesa menos este rencor, este juego con la chabacanería, con decir y quedarse en lo epidérmico.  La gente tiene derecho a ser feliz y hay que contribuir a eso desde el arte, “sin mensajes.” pero con una tónica optimista, una tónica feliz.

HT: Hay quienes consideran que las agonías cotidianas del individuo, las precarias condiciones de vida, entre otras cosas, han hecho que el cubano pierda un patrón social a seguir, que el modelo de hombre cubano se desvanece y muchos sentencian que por eso se apela a importar patrones foráneos del vestir, el hablar y por supuesto de la música y es la música urbana  la más ejemplificadora de esto.

D.R: Bueno los géneros musicales independientemente de donde hayan nacido son universales, el rap es universal, el reeague es universal.  Yo creo que estos géneros llamados urbanos parten de una necesidad de decir, más allá de modelos o formas prefijados, después viene todo lo demás, pero parte de la necesidad de decir, de expresar y a eso no escapa Cuba.  Yo creo que el mundo va hacia donde tiene que ir, no hay otra alternativa que el mundo globalizado, más allá de las críticas y de lo que pueda generar de negativo o no.

¡No toquemos violín porque es europeo! ¡O el son es exclusivo de Cuba!, eso es absurdo.

HT: TNT, es el grupo de raperos invitado por ti a este Disco que produces.  Producir en Cuba es un término paradójico, porque refiere solo al aspecto ejecutivo, no así al financiamiento.  ¿Cómo lo hacen?

D.R: Bueno estamos ahora mismo en el proceso del Demo, es un trabajo de conjunto, el Productor musical es Kiki Pro, un santiaguero, que es quien hace todas las bases de todos los grupos de rap, regueton que hay en la provincia, vale decir que ha hecho sugerencias muy certeras y que tiene una gran sensibilidad, no se parte de una idea cerrada, hay mucho espacio para que la gente involucrada participe y ponga sus ideas en el Disco.

TNT es un grupo de jóvenes raperos con quien he estado colaborando en los textos y a quienes les realicé un video clip.  Tienen inquietudes, quieren decir cosas, tienen, tenemos cosas que decir.

HT: ¿Cómo puede producirse un disco de forma independiente en Cuba y especialmente en Santiago de Cuba?

D.R: Chica, con ganas.  Hay gentes con mucho talento y las nuevas tecnologías, que los Estados cada vez se la ven más difícil con los accesos a ellas.  Cada vez que yo  me encuentro un crítico de la tecnología, me aterro.  Ella es innegable y sin ella el ser humano no estaría donde está y no habría manera de salvar al planeta sin la tecnología, por citar un problema candente ahora.  Yo parto de la idea de hacer este Demo, donde quizás, de hecho se nos quedaran cosas, pero hay que hacerlo con rigor, para buscar así un financiamiento para producir el Disco.  Afortunadamente las herramientas para hacer el Demo son ahora bastante accesibles.

HT: Hipnosis colectiva, el nombre de este Demo, es realmente muy sugerente, ¿cómo podrían lidiar con los niveles de censura?

D.R: Yo no me puedo poner a pensar ahora en los niveles de censura, obviamente el Disco está construido de una manera en que hay que probarme las cosas que se dicen.  Yo dejo espacio a la ambigüedad.  Para mí el arte es ambiguo, no es que critique los mensajes directos, la gente tiene derecho a expresarse, pero a mí no me interesa hacer un Disco que se entienda solo en Cuba.  Yo quiero un Disco que se ponga en España, en cualquier lugar y encuentre receptores allí.

HT: ¿Por qué colectiva?

D.R: Hipnosis colectiva, porque las responsabilidades históricas, sociales, siempre son colectivas.  Es muy fácil siempre culpar al hombre.  Yo siempre pienso en la frase de Tengiz Abuladze, en su película: “Arrepentimiento”…Stalin no es nada si se compara con el stalinismo….y Castro no es nada si se compara con el Castrismo, es sencillamente un hombre en el poder.

Por eso creo que las responsabilidades siempre son colectivas.  Ahí están las imágenes, ahí están las 300 mil personas aplaudiendo en la Plaza y no hablo en nombre del pueblo, hablo desde mi percepción.  Ahora todos se atribuyen el derecho de hablar en nombre del pueblo.  Los políticos hablan en nombre del pueblo, cuando deberían hablar en suma en nombre de los electores.  Los deportistas hablan en nombre del pueblo, en vez de hablar en nombre de los fanáticos.  Los músicos hablan en nombre del pueblo y no hablan en nombre del público.  Es una tendencia y yo seré siempre el último de los demócratas.

HT: Santiago de Cuba es una ciudad interesantísima, gestadora de un patrimonio cultural y artístico envidiable, pero, sin embargo, con el paso de los años ha perdido sus encantos y a sus hijos.  Todos quieren irse de Santiago, la llaman la ciudad que no da oportunidades, que no perdona el talento.  Te quedaste, ¿por qué?

D.R: En principio porque no he tenido las posibilidades reales de irme, pero te confieso que aunque quisiera estar lejos, amo a Santiago.  Yo soy más santiaguero que cubano.  Ser santiaguero es un fenómeno.  Creo que nadie en el país ostenta más el gentilicio que nosotros.  Nos caracterizamos por una solidaridad sorprendente.  Cuando nos encontramos en cualquier parte del país o del mundo la identificación es inmediata.

Los santiagueros simbolizan una hombría (no en el sentido sensacionalista de la palabra) peculiar.  Es sarcástico, alegre, desenfadado, en fin… Santiago lamentablemente sufre los embates del deterioro arquitectónico, sufre la pérdida de una vida cultural, de una vida nocturna que siempre lo caracterizó; pero es una ciudad mágica, bella, a pesar de su ordinariez.  Ahora mismo no le quedan sus mejores gentes, pero aquí estamos, por circunstancias, igual creo que el día que no estemos más siempre vamos a extrañarlo.

HT: Bueno, suerte con el Demo y con la producción del disco.

No soy gusano ni mariposa / Color de rosa / Yo soy el fango enlodazado / Donde me baño diariamente / (La gente miente) / Cógelo Suave chama, Cógelo Suave mi viejito / Y déjame soñar por un ratico / Cógelo Suave chama, Cógelo Suave mi viejito / Deja el sillón por un instante / Ponte mutante, pasea en bote / Coge dos putas y dale al trote / Bote y rebote, no me reclames / Cógelo suave.